Virus, troyanos, gusanos, suplantadores de identidad; son algunas de las amenazas que nos encontramos cada día al navegar por la red. La información se mueve rápidamente; navega a través de Internet, de redes privadas, de distintos dispositivos (móviles, Blackberry, portátiles), y suele contener datos privados o confidenciales como transacciones financieras, estrategias empresariales o firmas de clientes que deben estar protegidos. En líneas generales, las compañías se blindan contra el malware; se preocupan de que todas sus redes y aplicaciones tengan un exhaustivo control de acceso y encriptación pero el nivel de seguridad es mínimo cuando hablamos de la difusión. Es entonces cuando nos tenemos que plantear una cuestión: ¿está protegida la información de nuestra empresa y cumple con la legislación cuando se utiliza? TEXTO: Marie-Claire Pfeifer, Consejera Delegada de GigaTrust en España