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2008071101. La informática se vuelve verde

En los últimos años hablar de tecnología lleva también asociado hablar sobre ecología. El calentamiento global, la desaparición de la capa de ozono, el deshielo, la desaparición de especies, selvas y bosques o el incremento de las temperaturas son algunos de los factores que han hecho saltar la luz de alarma. Y la industria tecnológica tampoco escapa a la nueva ola ecológica.
Manuel Navarro
No se sabe si por concienciación o por mero marketing, el caso es que en los últimos tiempos, las compañías TI intentan vender sus productos siendo más verdes que los demás. Pero, ¿qué significa ser verde en una industria como la tecnológica? ¿Realmente están concienciadas las empresas sobre la compra de aparatos ecológicos y medioambientalmente poco peligrosos? El principal problema es que, la industria tecnológica ha sido una de las últimas en incorporarse al mercado ecológico. Se trata de algo razonable porque, en general, nadie pensaría en esta industria como una de las más contaminantes. Para eso ya están la automovilística o la aeronáutica.
Sin embargo las empresas TIC, y sus productos, contaminan y mucho. Pero, ¿por qué? Tal y como asegura Sara del Río, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, “lo primero que hay que valorar es que en la industria de las TIC hay dos frentes de actuación. Desde nuestra organización consideramos que las dos líneas maestras son en primer lugar que todavía hay empresas que, a la hora de fabricar sus equipos, utilizan componentes químicos peligrosos.
Es verdad que la normativa comunitaria impide la utilización de diferentes sustancias, pero creemos que esa normativa sigue siendo muy “light” y se debería potenciar aún más. El segundo frente es el que viene relacionado con los temas de reducción de energía y, aquí sí que vemos que las empresas están haciendo un especial hincapié, sobre todo, porque vender equipos que consumen menos y gastan menos energía suponen un ahorro de costes a la hora de pagar la factura eléctrica y, por lo tanto, se trata de un buen argumento de venta.
Creemos por tanto que se trata más de una campaña de marketing por parte de los fabricantes que de que realmente estén concienciados por el medio ambiente, pero aunque sea por ese motivo las iniciativas en este terreno por parte de la industria TIC, son bienvenidas”.
Y es que efectivamente, parece que el ahorro de costes es lo que está llevando a las empresas a decantarse por este tipo de equipos, que aunque en un primer momento, pueden ser más caros que otros a la larga salen más baratos pues su consumo es infinitamente menor. Pero, ¿Qué es lo que entiende las empresas del sector por Geen IT? Tal y como afirmaba la responsable de Greenpeace, la mayoría pone la vista en la reducción del consumo energético.
Veamos algunos ejemplos. Para Margarita Gómez Moreno (MGM), responsable de programas de medioambiente de IBM, “Green IT se cimenta en la innovación en el entorno del medio ambiente con el propósito de cambiar el mundo. Los desafíos a los que nos enfrentamos son claros: la necesidad de mantener limpio el aire y el agua, así como disponer de energía y de combustibles fósiles ante una situación marcada por el cambio climático y sus efectos en las generaciones futuras.
En este entorno, la aproximación de IBM es doble: por un lado, trabajamos para hacer nuestros productos y procesos más eficientes tanto para el medio ambiente como para las empresas, y por otro lado, trabajamos en el desarrollo de innovaciones que pueden acelerar la adopción de productos y servicios con menor impacto en el medio ambiente”. Otra de las grandes es HP, que cada vez hace mayores esfuerzo por ser identificada como una empresa verde.
Para Manuel López, director de Marketing Corporativo, “Green IT es un término muy genérico, que como tal se está usando con demasiadas acepciones. Yo entiendo el término Green IT como todo lo relacionado con el uso de las Tecnologías de la Información para reducir el impacto medioambiental”.
Por su parte, José Luis Vicente, Product Manager de Infor, afirma que “básicamente, adoptando políticas de Green IT, todo tipo de entidades pueden reducir su consumo energético hasta en un 20%. Para ello, basta con llevar a cabo una buena gestión del consumo de sus activos, en concreto mediante el uso de un software que contribuya a su optimización, o la utilización de arquitecturas de hardware más respetuosas con el medio ambiente, como el caso de la virtualización de los servidores y del escritorio, por ejemplo.
El nexo común para las empresas que están implementando tecnologías “verdes” de la información es la necesidad de alcanzar los objetivos de sostenibilidad, además de un retorno de la inversión. Dichos objetivos no son excluyentes, y por ello Infor centra sus esfuerzos en ayudar a sus clientes a que ambos se hagan realidad”. Desde una empresa dedicada al mundo de las comunicaciones las perspectiva es la siguiente: “Green IT, o ser “tecnológicamente verde” es una expresión que a lo largo de los últimos años ha tenido muchos significados y que además ha empezado a ser relevante en las organizaciones empresariales debido a las exigencias del protocolo de Kyoto.
Aunque el fenómeno del cambio climático ya está aquí, la responsabilidad ecológica de las empresas se reducía a medidas de reciclaje hasta hace bien poco. Ser green significa algo más. Consiste en adquirir una conciencia ecológica que se traduzca, además de en medidas como el reciclaje, en la reducción del uso de materiales peligrosos y especialmente en la eficiencia energética y en cómo ésta afecta a la cuenta de resultados. El uso energético eficiente es precisamente el que está motivando cambios en la manera de administrar la tecnología dentro de una compañía”, asegura Félix Benavides, Director de Marketing y Desarrollo de Negocio de Cisco España.
Los proveedores de Internet también tienen su valoración. Eric Onidi, Sales and Business Development Manager de Amen en Europa, afirma que “Para una empresa como Amen, líder en servicios de dominios y hosting en Internet en Europa, la denominada tecnología verde o Green It representa nuestro firme compromiso con el respeto por el medio ambiente y el desarrollo sostenible. En los últimos años, la industria en general, y más concretamente el sector de las TIC, está realizando una fuerte apuesta en I+D para poder ofrecer a sus clientes productos competitivos –sin renunciar a las mejores prestaciones-, y con una mayor eficiencia energética.
Finalmente vemos lo que opinan dos empresas del mercado de la impresión. Xerox y Kyocera. Para Jesús Labrado, director de marketing de Xerox España, “Para nuestra compañía ‘tecnología verde’ es el conjunto de soluciones tecnológicas que ayudan a las empresas a reducir su impacto sobre el medioambiente a través de diferentes programas como la fabricación de productos con materiales reciclados y reutilizados; programas para reducir el consumo de energía y conseguir una eficiencia energética; iniciativas para reducir la emisión de residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero, etc.
No obstante, el término ‘tecnología verde’ no es nuevo para nosotros, aunque sí lo es el creciente interés que algunas empresas están depositando sobre el mismo”. Por su parte, Jesús Contreras-Director Desarrollo de Negocio de Kyocera, afirma que “la informática verde (Green IT) no es un concepto nuevo, pero el interés creciente que despierta a su alrededor sí lo es. Se trata de reducir el uso de materiales nocivos para el medio ambiente en la fabricación de los productos tecnológicos, así como tener una política efectiva para el reciclado de los mismos y optimizar el uso de la energía que es necesaria para que funcionen las nuevas tecnologías. En Kyocera, el compromiso medioambiental es parte de nuestra filosofía de trabajo y nos implica y compromete a todos, desde un punto de vista profesional y personal”.

Marketing o interés

Tal y como decía la responsable de Greenpeace en esto de la informática verde hay mucho de publicidad para incrementar las ventas de los fabricantes y parece que muchos de ellos no le quitan la razón. Así por ejemplo, Javier Martínez, director técnico de NetApp afirma que “en cierto modo, el propio mercado demanda iniciativas verdes debido a la creciente concienciación por parte de los consumidores y a la presión de las legislaciones nacionales e internacionales (desde las nuevas obligaciones en cuanto al tratamiento de los residuos a los límites impuestos por el Protocolo de Kyoto).
No obstante, las estrategias empresariales han incorporado el “factor verde” por los beneficios económicos que éste genera. No se trata, por tanto, sólo de una apuesta altruista, sino que constituye un nuevo modelo sostenible que nos beneficia a todos”.
Y es que, al igual que el cambio climático no es una tendencia sino una realidad, ser verde es una máxima que todas las empresas deberían incluir en su filosofía corporativa. Aunque la conciencia ecológica naciera como una iniciativa de algunas empresas, y después acabara por convertirse en un objetivo de los Gobiernos y una exigencia de Kyoto, lo cierto es que es hoy en día “ser verde” es una necesidad para muchas empresas. Como afirma Félix Benavides, “no podemos seguir ofreciendo soluciones de colaboración para que las personas mejoren la forma en que juegan, trabajan o se relacionan, sin tener en cuenta el entorno medioambiental en el que vivimos”.
Lo cierto es que la preocupación medioambiental está cobrando una gran relevancia en todas las empresas. Hay algunas que incluyen las políticas medioambientales dentro de su estrategia de marketing y otras en las que es una parte fundamental para el desarrollo de su negocio. Y los fabricantes se defienden ante las acusaciones de que sus iniciativas medioambientales son sólo un mero marketing.
Para el director de marketing de Xerox “nosotros llevamos más de 20 años desarrollando actividades de negocio para reducir al mínimo nuestro impacto medioambiental. Por dar algunas cifras de la situación actual de mercado, hace unos dos meses la consultora Gartner publicaba las previsiones que tenía sobre el futuro de las empresas de TI para este año, considerando las iniciativas medioambientales como uno de los principales focos de sus negocios. La consultora también prevé que antes del 2010, el 75% de las empresas considerarán el ahorro de energía y las emisiones de CO2 como criterios fundamentales para las compras de equipos informáticos”.
Etienne Bertrand, director general de ILOG, afirma que “gran parte de las iniciativas verdes se han visto impulsadas por los propios consumidores, los socios del negocio y los empleados. La razón es que todos ellos desean reconciliar sus creencias y hábitos personales con el enfoque corporativo de la empresa a la que compran, con la que colaboran o para la que trabajan. También tienen un peso específico los incentivos fiscales, a través de desgravaciones, y, por supuesto, el Protocolo de Kyoto.
Sin embargo, la cultura verde forma ya parte de las estrategias competitivas a largo plazo: planificar ahora desarrollos de mercado anticipados constituye un sólido enfoque de gestión de riesgos. Las compañías intentan además evitar la publicidad adversa que una mala gestión energética puede acarrearles. En muchos mercados, la innovación en materia energética puede ser clave para el liderazgo competitivo”.
El director general de la empresa Esker considera que “sin lugar a dudas no podemos hablar de que se trate de una moda, cuando estamos hablando de la supervivencia del ser humano en el planeta. Se trata de un cambio en el modelo de gestión empresarial, un cambio en nuestras conciencias y en nuestro estilo de vida. Esto sea dicho: prácticas amigables con el medio ambiente no deben ir en contra del progreso y del estilo de vida que elijan los consumidores. Los consumidores también buscan equipos tecnológicos que les permitan ahorrar energía que a su vez se vea reflejado en su economía, como es el caso de menores gastos en luz y consumibles (papel, tinta, etc). Además, las nuevas normativas y leyes internacionales y nacionales obligan a las empresas a cumplir con lineamientos en este sentido, con lo que no podemos hablar de una moda, cuando existe un marco jurídico que controla la actuación de las empresas y personas”.
En este sentido destacan por ejemplo políticas como las del fabricante de procesadores Intel cuyo compromiso con el medio ambiente va más allá del simple diseño de los productos y de las características de nuestras instalaciones. En esta empresa se asocian con las principales comunidades, sectores industriales y organizaciones encargadas de la protección del medio ambiente en todo el mundo para ayudar a la potenciación de estándares, soluciones y productos globales.
Las relaciones con los grupos que se relacionan con la actividad de Intel, los llamados stakeholders, están estructuradas en sesiones sobre responsabilidad corporativa en las que están presentes educadores, expertos en relaciones laborales, inversores socialmente responsables, empleados y ONGs. Toda la información recogida se refleja en los paneles Community Advisory Panels (CAPs) en todo el mundo. Los miembros participan y priorizan temas en las agendas y hacen recomendaciones sobre las formas en las que Intel puede mejorar su apoyo a las comunidades en las opera en diferentes áreas, entre ellas el medio ambiente.

Lo que hace la industria

¿Sabemos realmente lo que hace la industria tecnológica para favorecer las políticas medioambientales? Como se asegura desde Gerrenpeace, uno de los problemas que se encuentran en este mercado es que no hay una política fija y consensuada en materia de medioambiente, así que cada cual hace la guerra por su cuenta y tiene su propia estrategia. Uno de los elementos clave parece encontrarse en los centros de datos y en los servidores.
Posiblemente son los equipos informáticos que más energía consumen y lo que es más grave para el medio ambiente, cada vez se necesita una cantidad mayor de almacenamiento. Desde el proveedor Amen se apunta se trabaja para que los clientes conozcan las ventajas de los nuevos servidores dedicados de la Gama ECO, más respetuosos con el entorno y altamente eficientes. Se trata de una oferta de servidores ecológicos que en la actualidad permiten un ahorro de energía de hasta un 55% respecto a otros servidores estándar, lo cual implica reducir hasta 632kg las emisiones al año por servidor.
El consumo energético de los servidores representa una parte importante del coste de alojamiento en los Datacenter para las empresas, por eso, conseguir reducirlo es fundamental para mejorar la cuenta de resultados de los clientes y también para limitar las emisiones de CO2 responsables, en gran parte, del efecto invernadero que afecta a nuestro planeta. “Sin duda, uno de los objetivos prioritarios de Amen es seguir investigando para contribuir a una efectiva e inmediata realidad “Green IT”, en la que todos –clientes y proveedores de servicios- saldremos ganando.
La nueva Gama ECO de servidores ha sido desarrollada a partir de un estudio realizado por el departamento de ingeniería de Amen sobre más de 3500 servidores dedicados utilizados por nuestros clientes en nuestros Datacenter. Este exhaustivo estudio nos ha permitido incorporar en nuestros servidores ecológicos discos duros adaptados a las actuales necesidades realojamiento web (de 80GB a 160GB), en lugar de instalar discos de gran capacidad que requerían mucha más energía”, afirma el portavoz de esta empresa.
Por su parte desde Hitachi Data Systems se asegura que uno de los objetivos de la multinacional nipona es ofrecer servicios de almacenamiento que ayuden a los clientes a desarrollar políticas de datos sensibles para dar respuesta a las presiones normativas y de gestión de riesgos. La unión de este sistema de políticas con tecnologías y procesos adecuados y rentables significa que las organizaciones pueden equilibrar los efectos de décadas de una gestión inconsistente, reducir los riesgos y ofrecer un rápido retorno de la inversión, así como contribuyen de manera positiva al medio ambiente, ya que la mejor utilización de los servicios de almacenamiento es más favorable para el ecosistema.
Pedro Montarelo, director de Responsabilidad Social Corporativa en Sun Microsystems, asegura que “Como miembro activo del programa de la “Environmental Protection Agency Climate Leaders” Sun propone un modelo de Tecnología Sostenible que puede ayudar a alcanzar este objetivo, así como los cuatro objetivos generales para la sostenibilidad global definidos en el Protocolo de Kyoto y las políticas individuales de los gobiernos”. A muy grandes rasgos, la política medioambiental de esta multinacional norteamericana consite en cuatro pilares fundamentales:
– Reducir a la mitad la extracción de recursos naturales: Sun reutiliza y recicla tanto como es físicamente posible. Recoge y sustituye hardware obsoleto y lo retorna al ciclo de fabricación en un 80 por ciento. Todo el metal y el plástico es recuperado y menos un 1 por ciento es desechado completamente.
– Eliminar la relación existente entre consumo de recursos y crecimiento económico: Las empresas que trabajan con sistemas Sun han ampliado sus negocio y reducido su dependencia de los recursos naturales.
– Utilizar los recursos naturales de forma más eficiente: Sun maximiza el ciclo de vida útil de todos los componentes que conforman sus sistemas informáticos. El objetivo es mantener la estrategia actual: sólo el 5 por ciento de los equipos terminan en la basura
– Reducir los requerimientos energéticos en un orden de cuatro a 10 veces: Entre otras acciones, Sun creó UltraSPARC T1 el primer procesador informático “eco-responsable” del mundo que, por su potencia, bajo consumo y alto rendimiento ayudó a las empresas a reducir el número de servidores y, por tanto, el consumo energético y las emisiones de carbono. Este procesador revolucionario consume lo mismo que una bombilla doméstica, unos 70 vatios. En 2006, este procesador Eco-responsable recibió el Premio Medio Ambiente 2006 al Producto con Menor Impacto Medioambiental, galardón que concede anualmente la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, la Confederación Empresarial (CEIM) y la Comunidad Autónoma de Madrid.
Busquen y comparen que diría el del antiguo anuncio. Uno de los principales competidores de Sun es HP. Esta empresa norteamericana también tiene clara cuál es su política medioambiente. Para Manuel López, director de marketing corporativo, asegura que “en HP tenemos en marcha una estrategia muy definida en lo que se refiere a la reducción de nuestra huella medio ambiental. Por mencionar algunas de las actuaciones que tenemos en marcha, selecciono las siguientes:
– Tenemos un programa para la reducción de nuestras emisiones de GEI (Gases Efecto Invernadero) en todas nuestras instalaciones y las de nuestros socios.
– Estamos incrementando de forma significativa la adquisición de energía “limpia”, favoreciendo aquellos proveedores energéticos que nos ofrecen energía que proviene de fuentes ecológicas o renovables.
– Tenemos un objetivo de reducción de nuestro consumo energético de las operaciones y productos de HP que se venden cada año y sus emisiones asociadas de GEI, un 20% por debajo de los niveles del año 2005.
“Por otro lado –continúa López-, nuestra cadena de suministro, que ya es reconocida en la industria como el ejemplo a seguir en materia medio ambiental, incluye también dentro de su normativa a nuestros proveedores de primer nivel y estamos ampliando la estrategia al resto de proveedores. En lo que se refiere a nuestros clientes, además de ofrecer la mejor oferta de Green IT del mercado, estamos trabajando en diversos proyectos con distintas instituciones, que facilitarán guías sobre cómo utilizar de forma más eficiente las tecnologías de la Información para conseguir la sostenibilidad. Por ejemplo, estamos trabajando con WWF en un proyecto que tiene como objetivo el conseguir la reducción de 1.000 millones de toneladas de GEI mediante el uso de las TI por nuestros clientes”.
Como pueden ver en estos dos ejemplos las dos líneas de actuación son bien diferenciadas en dos empresas que hacen, producen y fabrican prácticamente los mismos productos. ¡Y sólo coinciden en la reducción del consumo eléctrico!
También hay que añadir que muchas de las bondades de las que presumen los fabricantes son de obligado cumplimiento por parte de la Unión Europea, sólo que los clientes no saben en qué consiste esa normativa.
Aún así desde la ONG Greenpeace se asegura que las empresas suelen cumplir con las normativas europeas y que no tienen por qué dudar del cumplimiento de las mismas. Sin embargo, también se afirma que se debe mejorar todavía mucho en materia medioambiental. Una solución según esta organización pasaría por poner una serie de tasas o impuesto que gravasen aquellos productos que fueran más contaminantes para que así, modelos que son más eficientes (pero más caros en el momento de comprarlos), vieran vista reducida su demanda.

Las ventajas para los clientes

Parece que los clientes no son conscientes de las ventajas de comprar determinados equipos. De hecho, en la mayoría de los casos, las empresas, por ejemplo a la hora de adquirir un servidor, se decantarían siempre por el precio. Es decir, un equipo con capacidad de almacenamiento x y velocidad de proceso y que sea más barato tiene más posibilidades de ser adquirido que ese mismo equipo, con las mismas características técnicas, pero más eficiente por el simple hecho de que este segundo equipo es más caro. Así que en los fabricantes está la llave para convencer de las bondades de comprar equipos energéticamente eficientes, aunque en principio pueda parecer su compra un poco más onerosa.
Para Margarita Gómez Moreno de IBM, “los temas relacionados con la protección del medio ambiente son prioritarios en nuestra agenda. Reconocemos que las Tecnologías de la Información juegan un papel clave a la hora de ayudar a resolver todos los desafíos medioambientales a los que se enfrentan el planeta. En cualquier caso, considero que es una labor de todos, tanto de las empresa como del sector público y, en ese sentido, lo cierto es que cada vez existe una mayor concienciación al respecto y cada vez son más las políticas e iniciativas puestas en marcha con el fin de reducir los efectos del cambio climático y proteger el medio ambiente”.
Desde el Gigante Azul desarrollan productos con eficiencia energética y se proporcionan diversas soluciones para tener centros de proceso de datos energéticamente eficientes. Un ejemplo es el nuevo lanzamiento del programa Big Green 2.0. En el marco del mismo, IBM ha presentado una nueva gama de centros de datos portátiles o modulares que permiten a las empresas conseguir ahorros energéticos de hasta un 50%. Este anuncio se engloba dentro de la segunda fase del proyecto Big Green, anunciando por IBM en mayo de 2007 con una inversión de 1.000 millones de dólares. En esta nueva etapa, IBM tiene como objetivo avanzar en la eficiencia energética de los centros de datos, incrementando su flexibilidad para alinear mejor las necesidades tecnológicas con los costes.
Xerox, por su parte, lleva más de 20 años desarrollando actividades sostenibles para reducir el impacto medioambiental, además de realizar importantes inversiones en innovación para introducir en el mercado herramientas y proyectos respetuosos con el entorno. Prueba de ello es el reciente lanzamiento de la primera Calculadora Sostenible del mercado, que mide el impacto que las empresas tienen sobre el medioambiente con sus actividades de impresión y gestión documental. Y una vez que hace esta evaluación, analiza las mejores soluciones que pueden adoptar las empresas para reducir su impacto.
Además, en este empresa las actividades de reciclaje y reutilización son muy importantes y las tenemos muy en cuenta a la hora de fabricar nuestros productos y suministros. De hecho, somos pioneros en la fabricación de dispositivos reciclados para la oficina, algo que llevamos haciendo desde los años 90. Y con estas actividades hemos conseguido evitar que más de 900 millones de kilos de residuos acaben en los vertederos de todo el mundo y reducir en un 18% las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo éste último un objetivo que nos habíamos marcado para el 2012.

Las claves

Sin embargo y aunque todo consume y todo contamina, hay un elemento que parece ser la clave de la reducción de contaminación y el rey de la eficiencia energética. Son los llamados centros de datos. Y es que los equipos instalados en ellos no sólo consumen mucha energía por sí mismos, sino que para evitar su sobrecalentamiento se necesita instalar importantes equipos de refrigeración a su alrededor que evite este calentamiento.
De acuerdo con los datos de la consultora IDC, en el año 2007 los departamentos de sistemas de las empresas gastarán más dinero en energía eléctrica para hacer funcionar y refrigerar sus centros de datos que en el hardware. La energía representa entre el 25% y el 40% de los costes operativos anuales de un centro de proceso de datos (CPD).
Mercedes Bofarull, directora de la División de Sistemas de IBM afirma que “en IBM apostamos por la transformación de las empresas hacia un nuevo concepto de CPD, nosotros lo llamamos el centro de datos de la empresa del futuro, que permite conseguir un 40% más de eficiencia energética y reducir la ocupación de espacio en hasta un 80%.
Precisamente acabamos de anunciar una nueva gama de centros de datos portátiles o modulares que permiten a las empresas conseguir ahorros energéticos de hasta un 50% y que son fáciles de instalar en cualquier tipo de empresa. Entre las iniciativas de eficiencia energética puestas en marcha con IBM, estamos ya en la segunda fase del proyecto Big Green, anunciado en mayo de 2007 con una inversión de 1.000 millones de dólares a nivel mundial, para transformar el nivel de eficiencia energética de las tecnologías de la información utilizadas tanto por nosotros como por nuestros clientes.
Ya hemos puesto en marcha varias iniciativas y hemos lanzado nuevos productos y servicios para reducir de forma drástica el consumo energético y transformar las infraestructuras tecnológicas en centros de proceso de datos “verdes”. En esta nueva etapa, IBM tiene como objetivo avanzar en la eficiencia energética de los centros de datos, incrementando su flexibilidad para alinear mejor las necesidades tecnológicas con los costes”.
Pedro Montarelo de Sun asegura que “los centros de datos son grandes consumidores de energía. De hecho, el 80 por ciento de los CPDs están limitados por el calor y el consumo de energía; la cantidad de calor producida por el hardware de esos CPDs se ha cuadruplicado en los cinco últimos años -y, por tanto, también lo han hecho en el mismo ratio las necesidades de consumo de energía para refrigerarlos- ; el 40 por ciento de los clientes necesitan aumentar de inmediato la potencia de sus sistemas de refrigeración en el CPD; y más del 50 por ciento de los CPDs registran temperaturas por encima de la media deseable -entre 12 y 16 grados centígrados-.
Por ello, si no se opta por tecnología sostenible, en el año 2015 los gastos ligados a la alimentación eléctrica y refrigeración de los equipos informáticos que utilizamos superarán al coste de adquisición de los mismos. Por otro lado, el ahorro energético también es aplicable al puesto de trabajo. Estimamos que los aproximadamente 10 millones de PCs que hay actualmente en España generarán cada uno durante su vida útil unas 4 toneladas de CO2, sumarán alrededor de 1.000 millones de toneladas de deshechos y consumirán directamente unos 2 millones de julios de electricidad.
Y cerca de 2 millones de PC se sustituyen cada año. Frente a esta situación proponemos una alternativa al PC, el terminal ligero Sun Ray que ofrece consumos mínimos, cercano a los 4 vatios, apenas el 5 por ciento de lo que consume un PC”.

Concienciación

Visto lo visto, queda claro que aunque sea por campañas de marketing, la industria TI parece estar concienciada de la importancia de la Green IT. Y es que, el uso de las TIC crece de forma exponencial hoy en día y es imprescindible que la industria sea capaz de crear soluciones que hagan un uso más razonable de la energía. Para el portavoz de HP su compañía está totalmente comprometida con la eficiencia energética y dedica una parte muy importante de su inversión en I+D a la investigación en el área de soluciones energéticas.
Como referencia, baste decir que uno de los 23 laboratorios que HP tienen en el mundo está dedicado íntegramente a esta misión, el laboratorio de “Sustainable IT”. Con respecto a los clientes, es evidente que es un área de muchísimo interés. El coste de la energía se ha convertido en uno de los mayores costes de mantenimiento y las soluciones que permitan reducir este coste, permiten liberar costes que pueden ser usados en innovación, que es la base de la competitividad.
Por su parte el portavoz de Amen afirma que la industria está totalmente concienciada sobre la sostenibilidad: “En todos los sectores relacionados con la industria TIC se están realizando importantes inversiones para lograr mejorar en el camino de la eficiencia energética. Así, por ejemplo, desde Amen hemos desarrollado un servidor dedicado que ahorra hasta un 55% de energía respecto a otros servidores estándar y seguimos investigando para disminuir el consumo energético de todos nuestros productos”.
Así que el mensaje, para finalizar este artículo es positivos. Como apunta José Alba Aparicio, Socio-Director UN Enterprises del Grupo Delaware, “No se si directamente, pero lo que si es cierto es que los avances en las TIC facilitan y contribuyen al ahorro energético. Piénsese en las tecnologías digitales, que están haciendo posible la “oficina sin papel”, o las posibilidades que brindan las telecomunicaciones a la hora de ahorrar en viajes”.

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