Hace tiempo que muchos usuarios vienen demandando una aplicación o sistema con estas características, ya que puede ser de gran utilidad en muchas situaciones. PULSE es un programa que permite mejorar la resolución hasta 64 veces, añadiendo más de un millón de píxeles en pocos segundos.
Este novedoso sistema de inteligencia artificial (IA) ha sido desarrollado por expertos de la Universidad de Duke en EE.UU., y es capaz de transformar una foto de baja resolución o muy pocos píxeles en una imagen de calidad y mucho más nítida. Su ventaja principal, como decimos, es mejorar la resolución 64 veces más en base a la imagen original o de referencia.
Los investigadores se han basado en el muestreo de fotos por exploración del espacio latente, PULSE abreviado en inglés, que infiere todos los detalles finos como barbas, pestañas…etc, todo aquello que no puede ser detectado a simple vista, y lo incorpora en su imagen final fruto del análisis de la foto original borrosa o de baja definición.
PULSE va mucho más lejos y busca ejemplos generados con IA de caras de alta resolución y selecciona aquellos que resultan más coincidentes
El sistema logra generar, tal y como indican los propios autores, caras que realmente no existen pero con una gran apariencia de realidad. Por ello los expertos insisten en que esta tecnología no debe ser utilizada para identificar personas ya que puede inducir a errores, por lo que desaconsejan por el momento, este uso de forma tajante.
Cynthia Rudin, directora del proyecto afirma que nunca antes se había creado una foto de gran resolución a partir de una de baja calidad con tal éxito. Algo muy distinto a los sistemas tradicionales que se limitaban a ‘adivinar’ los píxeles ausentes para completar una imagen coherente y análoga con la original. Los resultados de los sistemas tradicionales son aceptables, pero infinitamente más limitados que el nuevo PULSE.
PULSE va mucho más lejos y busca ejemplos generados con IA de caras de alta resolución y selecciona aquellos que resultan más coincidentes o parecidas en relación a la imagen original. Esto lo consigue gracias a una red generativa antagónica en base a dos redes neuronales que analizan todas las imágenes. Una red busca el rostro creado con Inteligencia Artificial y la otra decide si es correcto y realista.
El sistema permite generar imágenes de un rostro de 16×16 píxeles a 1.024×1.024, agregando millones de píxeles en tan sólo unos segundos, siguiendo los algoritmos programados para determinar como rellenar todos esos puntos que faltarían para completar la foto final con una resolución de esas características.