Todas las grandes organizaciones toman amplias medidas para proteger su patrimonio informático. Se implementan todo tipo de sistemas de seguridad, desde cortafuegos de red y VPN hasta contraseñas y mecanismos físicos, para evitar el acceso no-autorizado a las oficinas y sus redes. Aún así, con todas estas medidas funcionando, ocurren todavía muchas infracciones, como pérdidas o robos de datos sensibles sobre clientes o empleados. Como consecuencia, el daño que esto causa a las reputaciones corporativas de las empresas combinado con el aumento en las normativas sobre la protección de datos, está forzando a las organizaciones a plantearse el proteger aun más su información.
Brendan Kinkade, Director de Marketing, Nexsan Technologies