Tal vez pueda parecer exagerado decir que la llegada la banda ancha ha venido a establecer un antes y un después similar al que en su momento marcó el descubrimiento de América. Pero si el desembarco de Colón en América en 1492 supuso el inicio de una transformación del mundo conocido hasta la fecha, sin duda la llegada de la Banda Ancha real en 2005, es decir, con un incremento generalizado de la velocidad hasta 1 Mega, podemos hablar del inicio de una transformación sin precedentes del mundo que hoy conocemos.
Hoy hay un amplio acuerdo en que ligar la definición de banda ancha únicamente a una capacidad de transmisión ofrece una pobre dimensión de este concepto. En la línea de recientes informes de la Unión Europea, debe entenderse banda ancha como un conjunto amplio de tecnologías que han sido desarrolladas para soportar la prestación de servicios interactivos innovadores, con la característica del “siempre en línea”, permitiendo el uso simultáneo de servicios de voz y datos, y proporcionando unas velocidades de transmisión que evolucionan con el tiempo, partiendo de 1 Mbit de velocidad para la descarga de datos, que puede considerarse actualmente el mínimo para la denominación de Banda Ancha.
La principal motivación para el diseño y despliegue de las redes de banda ancha es permitir la interconexión de billones de nuevos dispositivos (PDAs, teléfonos móviles, consolas de juegos, PCs, receptores de televisión, máquinas expendedoras, etc …) y todo tipo de usuarios (niños, tercera edad, discapacitados, …), para acceder a un nuevo universo de servicios, muchos de ellos desconocidos hasta ahora. Banda Ancha para todos y siempre conectados, es el nuevo paradigma de las Telecomunicaciones.
Tecnologías como VDSL, Carrier Ethernet, WDM, FTTH, HSDPA, etc., van a permitir el desarrollo de las redes de banda ancha y, de esta manera, satisfacer una demanda de servicios latente.
La banda ancha posee un valor añadido que trasciende el sector de las telecomunicaciones. La banda ancha promueve un beneficio inherente al cambio en el modo de consumo y uso de información, así como en el tipo de contenidos accesibles. La utilidad de la banda ancha reside en facilitar acceso a nuevos contenidos y aplicaciones.
Hoy, la banda ancha está comenzando a despegar, y una nueva plétora de servicios y aplicaciones dejaran de ser un sueño. Estas tecnologías hacen posible la visión de “entorno inteligente”, con escenarios que comienzan con el hogar digital, continúan en nuestro vehículo, nos acompañan en nuestro terminal móvil, y permanecen en nuestra oficina, con una mejor gestión y operación de la red, permitiendo a los operadores de redes ofrecer todos los nuevos servicios eficientemente.
Los usuarios están cambiando (algunos han cambiado ya), y demandan poder estar siempre conectados, independientemente de donde se encuentren. El acceso a la red de banda ancha se encuentra ya entre los factores que se valoran a la hora de tomar la decisión de elegir un hotel para alojarse, un lugar donde vivir o donde pasar las vacaciones, donde comprar o a que cine o teatro asistir.
La red de banda ancha empieza a ser una manera de hacer todas las cosas. Las cosas que haces en tu vida (educar a tus hijos, viajar, comprar…) se empiezan a hacer ya por la red o se ven inducidas por ella. En poco tiempo un porcentaje relevante de gente hará todo esto por la red. Para las empresas esto no significa que todo el negocio se vaya a basar en la red, pues siempre seguirá existiendo una parte física, pero lo que si es seguro es que el cien por cien de su negocio se verá influido por la importancia que tenga el desarrollo e implantación de las herramientas tecnológicas que ofrece la red. La red de banda ancha, no es solo una herramienta, es una manera de hacer las cosas.
El desarrollo de la Sociedad de la Información es clave para que un país sea competitivo. La industria se ha dado cuenta de que su futuro no depende sólo de vender productos sino también de vender soluciones, de hacer propuestas de valor mucho más complejas y completas. Al final, lo que cuenta es que hay que ser productivos, hacer las cosas en el menor tiempo y con el menor coste y todo eso se consigue gracias a la aplicación de la tecnología.
La gente que tiene acceso a la red tiene acceso a todo. Otra cosa es el problema de los que no tienen acceso a las nuevas tecnologías. La tecnología ofrece a todos las mismas oportunidades para innovar. Los que disponen de acceso a las infraestructuras de banda ancha tiene acceso a lo mejor y pueden hacer lo mismo que cualquier otro. Esto es la sociedad del conocimiento en la que da lo mismo si eres hombre o mujer, tu raza, religión, o el lugar donde vivas. Lo que importa es lo que aportes. La brecha digital es un tema serio.
Nuestros hijos juegan en red, no solo con sus amigos del colegio, sino con otros niños de países como Alemania, Suecia, Japón o China. Para ellos han cambiado las dimensiones del espacio/tiempo, o el concepto de fronteras/países.
Nosotros podemos trabajar (si disponemos de un acceso a la red de banda ancha) con las mismas aplicaciones, recursos y documentos, desde nuestro hogar, un hotel urbano o una casa de campo, en cualquier lugar del mundo, que cuando estamos en la oficina.
La banda ancha surge como facilitador del cambio propugnado por el Consejo Europeo para hacer de la Unión Europea la economía más dinámica y competitiva del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible, con más y mejores empleos y con mayor cohesión social. Su importancia para la prosperidad económica, para la competitividad y la creación de empleo queda patente en la Iniciativa de Crecimiento de la Comisión Europea.
El comercio electrónico, la administración en línea, la mejora del sistema sanitario con servicios de salud en línea o del educativo gracias a la teleformación, o el teletrabajo, son ámbitos recogidos dentro del proyecto europeo y el plan de acción para el desarrollo de la Sociedad de la Información, eEurope 2005, en el cual la banda ancha se perfila como ámbito principal y transversal que es soporte de todas estas dimensiones.
En resumen, la Banda Ancha está cambiando no solo la forma como nos comunicamos, sino también como trabajamos, nos divertimos y en general la forma en que nos relacionamos. La difusión y disponibilidad de accesos de banda ancha a un precio asequible es un elemento clave en el desarrollo económico y social de un país, permitiendo hacer de un país como España una economía competitiva y dinámica, basada en la innovación y el conocimiento como principales fuentes de riqueza.
Ayudar a los operadores de red, a hacer posible que el despliegue de la Banda Ancha llegue a todos y a todas partes es el objetivo de Ericsson.
