Los diseñadores de este terminal han optado por la fusión del metal y el cristal para fabricar este modelo de líneas cuidadosamente estudiadas, como ya comentamos en el análisis que publicamos hace unos meses. Destaca su pantalla curva a ambos lados, con un agarre seguro y consistente. Está disponible en blanco perla, negro zafiro, oro platino y un atrevido y original verde esmeralda.
La pantalla del Samsung Galaxy S6 Edge es de 5,1 pulgadas Quad HD Super AMOLED, con 577 ppi y mejora de la visibilidad en el exterior gracias a un incremento en el brillo de la pantalla (600cd/mm). Está equipado con dos cámaras, una delantera de 5 megapíxeles y otra trasera de 16. Ambas ofrecen una gran nitidez en la captura de las imágenes, ya que montan lentes f/1.9 y sensores de alta resolución. Además, el modo HDR en tiempo real, estabilizador óptico de la imagen (OIS) e IR Detect White Balance, crean una mayor sensibilidad de luz. Por otro lado, la nueva función Quick Launch ofrece un acceso directo y rápido a la cámara desde cualquier parte del menú, sólo hace falta presionar el botón principal un par de veces. También está disponible el Samsung Galaxy S6 edge+, con un tamayo mayor.
Otro de los puntos fuertes del Samsung Galaxy S6 Edge es que soporta los estándares de carga inalámbrica WPC y PMA, fomentando así la universalización de estas tecnologías; siendo compatible con las diferentes plataformas disponibles en el mercado que incluyan los estándares WPC y PMA. Ofrece periodos de carga 1,5 veces más rápidos que, por ejemplo, el Samsung Galaxy S5, permitiendo un uso de unas 4 horas aproximadamente con unos 10 minutos de carga. En este sentido, además, cuenta con la aplicación Smart Manager para saber cuál es el estado de la batería, la capacidad de almacenamiento que tenemos, la memoria RAM o la seguridad del dispositivo.
Incluye también el servicio Samsung Pay. Se trata de un modo de pago móvil que es compatible con tiendas y grandes superficies. Su seguridad se basa en la plataforma Samsung Knox, el lector de huella dactilar, que ya incluyen otros terminales, y tokenización avanzada. Samsung Pay funciona tanto con las tecnologías Near Field Communication (NFC) como Magnetic Secure Transmission (MST).
Con unas medidas de 7,0 milímetros de grosor y 132 gramos de peso, incorpora un procesador móvil de 14 nm sobre una plataforma de 64 bits, lo que permite realizar tareas simultáneamente o disfrutar de contenidos multimedia a la vez. Asimismo, cuenta con un sistema de memoria RAM LPDDR4 y memoria flash UFS 2.0, que ofrecen mayor rendimiento y una velocidad de memoria mejorada con un bajo consumo de energía. También integra el códec 1440P/VP9, lo que supone que los usuarios puedan disfrutar de una reproducción de vídeos en streaming con un escaso consumo de energía. Además, este dispositivo arranca en la mitad de tiempo que otros modelos de la misma marca, gracias a una aplicación que optimiza el inicio y la ejecución de programas.
