

Wetaca es una mezcla de necesidad personal y de afición. Como suele ocurrir en cualquier startup que se precie, la historia podría sonar así. Dos amigos, Andrés y Efren. Uno de ellos, Andrés comía muy mal por falta de tiempo y mucho trabajo. El otro, Efrén, le propone preparar comida los domingos en casa y conservarla para el resto de la semana. De esta forma, se podrían olvidar de cocinar durante la semana laboral y tener más tiempo libre. Y surge una idea. En este caso es Andrés que sentencia: “Si está bueno, lo vendemos”.
Pero, ¿cuál es el perfil tipo de Wetaca? Andrés Casal, uno de los amigos y ahora también uno de los CEOs de Wetaca asegura que nuestros clientes “no quieren, no pueden o no saben cocinar pero les gusta comer bien y de forma saludable. Esto implica un perfil muy amplio de personas, principalmente urbanitas y con poco tiempo en su día a día, tanto jóvenes como familias e indistintamente hombres y mujeres”.
La clave del éxito de Wetaca radica en que los platos son muy buenos, tienen un muy buen precio, son abundantes y cumplen las entregas de forma exacta. Así que poco a poco, el número de clientes ha ido aumentando. Cada usuario puede hacer un pedido semanal, de tal forma que cada día tiene un menú variado y de categoría gourmet y a un precio más económico que el menú del día del retaurante cercano a la oficina. Evidentemente, muchos de los clientes son trabajadores de oficina y el boca a boca hizo mucho en su crecimiento… Pero en estas llegó el confinamiento. Una época que, lejos de hacer que el número de pedidos disminuyera, se incrementara de forma sensible.
Durante el confinamiento Wetaca ha crecido un 50% en la producción de comidas, con la tecnología como elemento de desarrollo
“Esta etapa ha supuesto un doble reto, además de crecer en producción un 50% pasando de 2.800 pedidos semanales a 4.200, ha habido que priorizar la seguridad y los protocolos de limpieza con motivo de la crisis sanitaria, y poner por delante a nuestro cliente y a nuestro equipo en este sentido ahora más que nunca, si cabe. Además, hemos querido apoyar, en la medida de lo posible, a colectivos necesitados a los que podíamos llegar sirviendo más de 700 comidas semanales de forma gratuita, así como a nuestros proveedores, poniendo a su disposición nuestra web como canal de venta. Todo ello ha exigido gran esfuerzo y coordinación, así como una inversión en equipos y personal, pero es en estos momentos, donde nuestro servicio tiene más sentido que nunca, nuestros fogones han estado funcionando sin parar para que la alimentación fuera un problema menos en estos momentos”.
La clave TIC de una comida gourmet
Hasta que la comida llega al comensal, hay todo un engranaje por detrás y en ese engranaje, la tecnología juega un papel fundamental. El pedido online, pedir la materia prima, llevar a la perfeción el número de platos que se tienen que servir… todo es un conjunto de tecnologías que permiten que Wetaca funcione a la perfección. Tal y como asegura Carlos López, CTO de la compañía, “cada parte del proceso conlleva unas necesidades tecnológicas muy diferentes por lo que contamos con muchos sistemas específicos para cada una de ellas, desde la compra de materias primas a proveedores hasta el envío de los pedidos a los clientes. Muchas integraciones con soluciones de terceros, automatizaciones de procesos y soporte para la operativa diaria. La infraestructura está organizada en varios servicios en la nube de AWS que ofrecen APIs de uso interno que comunican cada sistema”
Para adaptarse a la alta demanda motivada por el confinamiento el departamento TIC tuvo que “adaptar sistemas para reflejar nuevas maneras de operar y poder atender el volumen de pedidos que llegaba. También hemos tenido que escalar la infraestructura para tener mayor capacidad. También hemos tenido picos de trabajo muy puntuales en los sistemas con motivo de la repercusión en medios y nuestra campaña publicitaria en TV, por ejemplo”, afirma Carlos López.
Un proyecto en torno a producto físico tiene retos muy interesantes que no se suelen dar en el desarrollo de productos digitales. La cantidad de piezas móviles es mayor y exige más coordinación entre sistemas. Lo que los clientes ven es un e-commerce, pero en realidad no se trata de una tienda que sirve desde un almacén. “Partimos de la materia prima, de los ingredientes, para elaborar el producto final, los platos que recibes semanalmente. Lo hacemos bajo demanda, y la oferta cambia todas las semanas; solo eso ya condiciona el planteamiento de la propia tienda online. En muchos aspectos, el resto de componentes software son similares a un sistema industrial de producción y logística: hay control de stocks, planificación de elaboraciones, paquetería, etc”, afirma Andrés Casal.
Los próximos desarrollos irán en torno a un sistema con el que los clientes reciben su pedido semanal, adaptado a sus gustos, recomendado por Wetaca y sin que tengan que intervenir para nada. Ahora está en fase de pruebas. Durante los próximos meses irán refinando más el sistema con el objetivo de poder llegar a personalizar aún más el pedido. Para eso van a crecer también en equipo contratando desarrolladores, frontend, backend, devops.
Más comidas
Aunque las cifras asusten, todavía son modestas. Al menos es lo que afirma el CTO de Wetaca: “Desde el punto de vista de la tecnología son todavía cifras bastante modestas. La infraestructura podría asumir varias veces el volumen actual. Según se van acercando partes a su límite operativo planteamos mejoras o reemplazos de sistemas, pero, de momento, hemos conseguido extender la vida útil de algunos desarrollos adaptándolos a las nuevas circunstancias”. De hecho todas las semanas tienen un pico de pedidos. Concretamente los miércoles ya que el jueves se cambia la carta semanal. Sin embargo, ese incremento, lo tienen previsto y desde el departamento TIC se dimensiona el sistema pata que funcione sin incidencias.
Y esta es la historia de dos amigos que uniendo tecnología y cocina crearon Wetaca, la comida gourmet a domicilio que gana adeptos cada día