Por Jaume de Castellví, Senior Consultant en Avanade Spain
No cabe duda de que Microsoft está cambiando su forma de hacer y de pensar. Ya no es sólo la empresa de Windows y Office. Microsoft dispone de una de las ofertas más atractivas del mercado en cuanto a Cloud se refiere y una plataforma de desarrollo sólida, consolidada y extremadamente potente. La compañía ha abierto su horizonte y éste ya no acaba en su ecosistema. Como muestra, un botón: CodePlex es la solución web de código abierto de Microsoft para hospedar proyectos y, sin embargo, .NET Core se hospeda en GitHub. ¿La razón? Immo Landwerth, Program Manager del equipo del Framework .NET, lo explica en su blog: “Como principio, no queremos pedir a la comunidad que venga donde estamos nosotros. En vez de eso, queremos ir donde la comunidad ya está.”
Desde mi punto de vista, este es un principio que se puede extrapolar a otras muchas acciones que está llevando a cabo la compañía de Redmond. Si los servicios están en la nube, ¿qué necesidad hay de que los usuarios de dichos servicios estén, única y exclusivamente, en los sistemas de Microsoft? Si, por ejemplo, la idea es que los usuarios utilicen Office 365 y, eventualmente, acaben siendo usuarios de pago, lo mejor es ofrecerles acceso en la mayor variedad de sabores posibles: Windows, Windows Phone, Android, iPhone, iPad o acceso web. De hecho, tanto Google Play como la App Store de Apple disponen de multitud de aplicaciones desarrolladas por Microsoft.
Lejos del mítico y apasionado “Developers, developers, developers” de Steve Ballmer, el discurso de apertura de Scott Guthrie, Vicepresidente Ejecutivo del grupo de Cloud & Enterprise, nos dejó una serie de frases perfectamente ensambladas que resumen de forma clara la estrategia y visión de la empresa: “Vivimos en un mundo Mobile First, Cloud First… El software es el factor clave que hace posible que las empresas tengan éxito en este nuevo mundo. En la nube, cada desarrollador puede crear experiencias que alcancen a millones de usuarios”.
El mantra “Mobile First, Cloud First” de Satya Nadella, CEO de Microsoft, empieza a ser ya una constante en los eventos de la compañía. Está claro que la computación en la nube debe ser una prioridad para cualquier empresa proveedora de IT, dadas las múltiples ventajas y beneficios que ofrece a las empresas. Y lo que también parece claro es que, para interactuar con los servicios de la nube, utilizamos, cada vez más, dispositivos móviles. Pero la movilidad es mucho más que smartphones y tablets; también tenemos los wearables y el Internet of Things. Actualmente, existe una gran diversidad de dispositivos interconectados, recibiendo y enviando datos y la nube es la masa que da consistencia y sentido a todo este tejido.
Si bien la plataforma de Microsoft ya permitía desarrollo multiplataforma con Xamarin o HTML Cordova, disponer del .NET Core para Linux y Mac OS X dibuja un escenario totalmente nuevo y muy prometedor. Una comunidad de código abierto creciente e involucrada en los proyectos de la .NET Foundation y mayores facilidades para los desarrolladores suponen una apuesta muy importante por parte del gigante de Redmond.
Apostar por plataformas potentes de desarrollo, facilitadoras y no limitadoras parece una apuesta segura. Veamos como acaba la partida.