La Transformación Digital es un concepto que está a la orden del día, y seguiremos escuchando hablar de él durante los próximos años de post-pandemia. Todos los procesos de digitalización actuales han avanzado vertiginosamente, contribuyendo a una transformación aún más rápida en el ámbito social, económico e industrial.
Hace unos meses, los responsables empresariales entendieron que la transformación digital era inevitable e hicieron planes definidos para el cambio. Estos planes no eran de talla única, lo que se tradujo en que cada empresa debía establecer su propio presupuesto y ritmo en función de las características específicas de la industria. Con la llegada de la Covid-19, las cosas tenían que cambiar. Y es que, con cierres y medidas generales de distanciamiento social de gobiernos locales y estatales, la oficina física ya no era factible. De esta forma, el proceso de digitalización se instauró cómo la única solución al problema.
“La Covid-19 ha acelerado el proceso de digitalización de las empresas. Muchas compañías se han dado cuenta que no estaban preparadas para abordar cuestiones como el teletrabajo, el trabajo colaborativo, la seguridad online o el crecimiento exponencial del e-commerce. De pronto la nube y el comercio electrónico se ha convertido en una tabla de salvación, y como consecuencia, han tenido que adaptarse de manera rápida a la nueva situación”, afirma Justino Martínez, Director General de Zucchetti Spain.
Las empresas y su digitalización exprés
En una actualidad basada en el desarrollo de TI, solo aquellas compañías capaces de adaptarse a esta nueva realidad serán viables. De manera que, términos como IA, Big Data, blockchain, ciberseguridad o IoT, se han convertido en cotidianos y están permitiendo que la sociedad sea consciente de la necesidad y bondades que la tecnología nos trae. Por su parte, el famoso teletrabajo ha llegado para quedarse, gracias a sus múltiples ventajas. Esta nueva modalidad ofrece la posibilidad de abandonar la presencialidad y adoptar un enfoque basado en objetivos, con mayor flexibilidad de horarios y mejora de la productividad.
En materia de avances: la IA ya es una realidad en sectores como el de la educación, la movilidad y el comercio electrónico. Al mismo tiempo que la implantación del 5G permitirá un mayor desarrollo del IoT con el fin de facilitar nuestro día a día y ofrecer un riguroso control contra la Covid-19. Sin olvidar la tecnología blockchain, la que gracias a su transparencia y fiabilidad está siendo una herramienta fundamental y de gran utilidad para poder predecir futuras situaciones similares. Con todo ello, es importante conocer cómo está siendo el proceso de digitalización y si se tenía alguna estrategia anterior en mente.
Cómo apunta Óscar Bernacer, director de preventa Cloud de Oracle, “la demanda en la digitalización empresarial hay que entenderla en tres ejes que están interrelacionados y que deben ser abordados de forma integrada”. Según este directivo estos tres ejes principales son los siguientes:
People: Las empresas necesitan contar con personal con conocimientos y experiencia en el ámbito de IT y capacidad para adoptar y adecuar la tecnología a las necesidades de cada empresa.
Process: Los procesos empresariales tienen que estar perfectamente definidos y establecidos, con pasos y responsables claros y que estén sustentados en la tecnología como elemento facilitador de los mismos, en particular en cuanto a aspectos como la automatización, repetibilidad, trazabilidad, resilencia, escalabilidad, integración y agilidad.
Technology: Las empresas requieren de tecnologías flexibles, fiables, seguras, escalables y de coste variable en función de las cargas de trabajo que deben sustentar.
Por su parte, Julio Saíz de Alhambra afirma que, “la situación vivida en 2020 lo ha cambiado todo: el que tenía un plan tuvo de adaptarlo y el que no lo tenía tuvo que crearlo de la noche a la mañana. Son pocas las empresas que no tuvieron que adaptarse a la situación vivida, sobre todo durante los confinamientos. Sin embargo, desde hace unos meses y con intención de enmendar los errores, las compañías se han sentado a diseñar planes a futuro para evitar situaciones similares en el futuro y, además, disfrutar de los beneficios de la transformación digital, de una vez por todas”.
La situación vivida en 2020 ha supuesto poner en la palestra la importancia de la transformación digital
Andreu Vilamitjana, Director General de Cisco España opina lo mismo, y añade al explicar la importancia de poseer una estrategia de digitalización que, “aunque cerca del 35% ya tenía en marcha una estrategia, 3/4 de las empresas han adelantado la ejecución de sus planes digitales. El 81% de los responsables de TI afirman que la Covid-19 ha creado la mayor presión tecnológica que jamás hayan experimentado. Sin embargo, el 87% lo ven como oportunidad, creando la necesidad urgente de acelerar los programas de transformación digital”.
Las administraciones públicas, un gran reto
Las AAPP llevan tiempo adaptándose al proceso de transformación digital pero a menor escala que otras organizaciones, lo que se debe a que generan tal cantidad de trámites y procesos que la estructura actual de la Administración no puede absorber. Pero, ¿por qué es tan importante que se adapten?.
La aplicación de tecnologías como la IA en el sector público supondrá una revolución, un nuevo modo de hacer las cosas, donde las personas serán las encargas de desarrollar las tareas que ofrezcan cierto valor añadido, mientras que el resto de tareas de menor importancia pararán a formar parte de los procesos de estas nuevas tecnologías. En base a lo anterior, la transformación del sector deberá ser global e ineludible, convirtiéndose en una pieza base en el proceso. Y es que, sólo el 33% de las AAPP han implementado algún tipo de solución de TI. A pesar de que, casi el 80% de las organizaciones españolas del sector público son conscientes de que las nuevas tecnologías serán claves en los próximos meses.
En palabras de José Manuel Barrutiauizás, “es uno de los sectores que ha llegado más tarde a la transformación digital pero ahora está recorriéndolo más rápido. Las potencialidades de mejora en la trazabilidad y servicio al ciudadano son destacadas, y hay numerosos proyectos en marcha relacionados con la salud, analítica avanzada, administración digital y Smart cities”
Si analizamos los datos que proporciona el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2020 de la Unión Europea, España es el segundo país con los mejores datos en Servicios Públicos Digitales y se sitúa muy por encima de la media europea. Cristina Ricaurte, cree que “a pesar de ello, hay mucho camino por recorrer. Por eso, en los planes de recuperación del Gobierno, la digitalización de la AAPP ocupa un lugar importante”.A lo que añade que sería bueno avanzar en tres tres diferentes, entre las que se encuentran: un gobierno basado en datos; el ciudadano como centro de servicios personalizados; fomentar las competencias digitales entre los empleados públicos.
Andreu Vilamitjan comparte con sus compañeros la necesidad de mejorar en este ámbito, pero añade, “España tiene una buena posición en la digitalización de los servicios públicos. Según el último informe Digital Readiness Index de Cisco, España es el 26º país del mundo en preparación digital. España se clasifica en la etapa ‘Accelerate High’, destacando en Necesidades Básicas, Facilidad para Hacer Negocios y Capital Humano, pero puede mejorar en Infraestructura Tecnológica, Inversión Pública y Privada y Adopción Tecnológica, y especialmente en el entorno de Start-ups. Tenemos una oportunidad única para reinventar nuestro país en términos digitales”.
Plan de digitalización
La digitalización efectiva implica fuertes cambios económicos y sociales. Nadie puede ignorar las oportunidades que ofrece ni los retos que representa, de ahí que exija una actuación con vocación de liderazgo. La Sociedad Digital es una de las grandes apuestas europeas por la recuperación y avance hacia un Mercado Único Digital Europeo, es decir, sin fronteras, sencillo, con reglas equi- libradas y eficaces, capaz de ampliar las posibilidades de crecimiento de las empresas, en especial el de las Pymes.
Todo ello requiere una apuesta decidida por el incremento en la inversión en I+D+i, una mejor educación y unas Administraciones Públicas modernizadas. Pues, a la vez que existen medios para facilitar la digitalización, también encontramos barreras y frenos que pueden llegar a dificultarla. Entre los principales facilitadores digitales de naturaleza tecnológica encontramos: Redes de banda ancha, como clave de la existencia de la Sociedad Digital; Cloud Computing, donde el sector público debe involucrarse para consolidar el modelo cloud; IoT, presenta un nuevo campo de oportunidades de negocio basado en servicios digitales asociados a los productos; Big Data, el cual exige plantear un nuevo modelo de negocio en el cual los desarrolladores de apps sean imprescindibles; Robots y drones, para la automatización de las cadenas de producción con una reducción de costes; IA y computación cognitiva, que presentan notables avances en ámbitos como la medicina, al contribuir a la rápida creación de tratamientos personalizados.
Por lo tanto, ¿qué debe incluir un buen plan de digitalización? Para responder a esta pregunta el portavoz de Zucchetti Spain explica que “la digitalización de la empresa debe partir de la Dirección General, aunque debe implicar a todos los departamentos. Éste debe ejercer un liderazgo proactivo y decisivo en la definición de los objetivos de la transformación digital. Hace falta gestionar el cambio, facilitar la comunicación interna con los empleados, redefinir los flujos de tareas para reducir las tareas que puedan automatizarse y eliminar las duplicidades en los procesos. Todo esto debe hacerse antes y durante el proceso de implantación del nuevo software ERP-CRM”.
La transformación digital siempre debe incluir a la dirección general de cualquier empresa
Cristina Ricaurte de SAP se muestra muy crítica con este tema, para ella lo primero que debería incluir es un objetivo, saber qué persigue la empresa con el proyecto y cómo espera que mejore el negocio. Bajo estas premisas, “una vez definido ese objetivo es importante buscar los partners tecnológicos que puedan suministrar las herramientas. Otro de los aspectos que cada vez tienen en cuenta más empresas es la especialización. Cada industria tiene unas necesidades específicas y por eso, prefieren trabajar con software y tecnología que cubra sus procesos verticales y que les permita poner en marcha cadenas de valor integrales. Todo debería estar basado en la nube para simplificar la infraestructura tecnológica de las empresas, asegurar las posibilidades de ampliación o reducción del alcance y disponer de la última tecnología”.
Si hablamos desde el punto de vista de los procesos, este plan de digitalización debe centrarse en los pasos críticos, como explica Óscar Bernacer, “el plan de digitalización debe incorporar un plan integrado de IA que puedan ser incorporados en procesos clave empresariales, en concreto aquellos repetitivos y que se adecúen a determinados algoritmos. El plan también debe establecer las bases para decidir la estrategia «Buy vs Build», donde se determine si se pueden aprovechar paquetes de SW estándar con sus correspondientes parametrizaciones o bien la construcción a medida de soluciones usando modernos «frameworks» de desarrollo incluyendo aquellos que son «Low-Code”.
En contraposición, debemos analizar los que serían los inhibidores digitales. Todas aquellas barreras que dificulten la evolución del proceso de digitalización. Estas barreras pueden ser de diferentes naturalezas, destacando las siguientes: resistencia al cambio; desconocimiento de las nuevas tecnologías y sus capacidades; costes inciertos en el uso de determinadas tecnologías, en particular en el ámbito Cloud; seguridad en todos los ámbitos en particular frente a ciberataques para el robo o secuestro de datos sensibles, denegación de servicio; errores y fallos en procesos digitales que pueden tener un efecto de propagación que afecte a toda la empresa; riesgos de «vendor lock -in» por uso de determinadas tecnologías y soluciones; normativa en determinados sectores regulados que ralentizan la adopción de tecnologías como Cloud.
Según los CIOs consultados por Cisco, el principal reto de la digitalización acelerada por la pandemia ha sido la seguridad y la privacidad (73%), seguido de la complejidad de las TI (67%) y los entornos multi-cloud (61%). Andreu Vilamitjana considera que “los proveedores de TI deben ofrecer nuevas plataformas digitales que permitan a las organizaciones conectar, asegurar y automatizar sus entornos a un ritmo más rápido que nunca, y con menor complejidad”. Entre las empresas que ya optan por estas plataformas digitales se encuentra la compañía, la cual invierte 6.500 millones de dólares anuales en I+D que se suman a la inversión del programa Country Digital Acceleration en países de todo el mundo incluido España, donde se denomina ‘Digitaliza’. A lo que su portavoz añade, “la transición hacia ofertas ‘como servicio’ es también clave para facilitar a las organizaciones la capacidad de elección y la simplicidad de adopción”.
En opinión de Julio Saíz de Alhambra, la principal barrera que una empresa debe superar no se basa en plataformas e innovaciones, si no que “la primera barrera es la mental. Tanto directivos como empleados deben ser conscientes de que al enfrentarse a una modernización de tal calado las tareas diarias pueden llegar a cambiar casi por completo. Por lo que una vez abiertos al cambio, puede comenzar el proceso”. Del mismo modo, Justino Martínez de Zucchetti opina que “muchas veces el principal inconveniente es la falsa creencia de que la transformación digital consiste sólo en adoptar nuevas herramientas. La resistencia al cambio y la falta de liderazgo interno pueden ser dos aspectos que, incluso adoptando nuevas soluciones de software, pueden llevar a la empresa a no aprovechar al máximo sus ventajas y lograr los resultados esperados”.
En muchos casos, las organizaciones no cuentan con el talento adecuad para iniciar proyectos de transformación digital
Estos inhibidores digitales en muchos casos están relacionados con la cultura de la organización, es decir, cómo entiende la innovación y/o empodera las propuestas de cambio para explorar nuevas ideas. Para José Manuel de Ibermática/Digital, esto va más allá, “en muchos casos, podríamos decir que el negocio no está preparado mentalmente para ello, y por extensión, esta actitud se traslada al resto de la organización. Y en la mayoría de los casos, las organizaciones no cuentan con las capacidades y talento adecuados para iniciar proyectos de transformación digital, que habitualmente son complejos ya que implican diferentes tecnologías y prácticas. Es por ello que es fundamental contar con proveedores de valor que entiendan las necesidades de la organización, sean flexibles y acompañen a las empresas en el despliegue paulatino de iniciativas de transformación digital”.
El CIO y el departamento TIC
Solemos caer en la negativa de afirmar que el departamento TIC es en exclusiva el responsable de todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y sus procesos digitales. En cierta parte es verdad que debe ser líder en la transición, teniendo en cuenta las necesidades de negocio y en el contexto de mercado. Pero todo ello no implica que los demás departamentos no aporten su valor añadido al proceso.
En este contexto, los departamentos responsables de los procesos clave de negocio para la operativa de la empresa, deben estar involucrados en todas las fases del proceso, en concreto las áreas Financieras y de Marketing y Ventas. Cómo añade Óscar Bernacer de Oracle; “es importante destacar que el plan de transformación digital debe contar con: Involucrar a los responsables de cada departamento siguiendo una metodología “Agile”; KPIs de control y seguimiento de negocio significativos para los distintos departamentos; Mecanismos regulares de control y revisión de forma periódica cada poco tiempo; Agilidad en prueba de procesos en modo A/B testing para descartar o reforzar determinados aspectos.
Todo lo anterior debe permitir visibilizar la evolución y logros asociados a la transición digital, los cuales, junto con un nivel control adecuado, asegure el cumplimiento de los objetivos estratégicos”. En palabras de Cristina Ricaurte, directora de Soluciones e Innovación, SAP España, “la transformación digital va mas allá de la digitalización del negocio, procesos, modelo… es el viaje que emprendemos para repensar y reinventar áreas, departamentos, procesos, con el objetivo de ser más eficientes, más sostenibles, pero además para dar respuesta a las expectativas de cliente y empleado”.
Por ello, añade, “el verdadero valor de una transformación digital es cuando vemos que la tecnología nos ayuda a obtener: nuevas fuentes de ingresos porque somos capaces de monetizar la innovación, descubrimos nuevas formas de hacer las cosas y eso nos permite captar mas clientes, despejamos a personas de trabajos manuales para que se dediquen a tareas más estratégicas”. Por su parte, el papel del CIO no es ni más, ni menos, que el de alinear los beneficios ofrecidos por la tecnología y trazar un plan de modernización de procesos, equipos y recursos, al mismo tiempo que aprovecha las oportunidades de la era actual, convirtiéndose en indispensable en este proceso de digitalización.
Los costes representan uno de los mayores frenos en la transformación digital
“El CIO garantiza que la transformación sea de empresa y no por silos. Es el que debe dirigir el proceso por el que la compañía alcanzará el objetivo de negocio que se plantea con su transformación digital. Deberá “vender” internamente los beneficios y el retorno para el negocio; coordinar a los departamentos implicados dentro de la organización; y actuar como enlace entre los proveedores y partners de implantación y la propia empresa”, expresa Cristina Ricaurte, directora de Soluciones e Innovación, SAP España.
Los costes, el mayor enemigo
Los costes, como en muchos otros ámbitos, son uno de los elementos principales de freno para todo tipo de procesos. Por ello, muchas empresas no se sienten capaces de llevar a acabo una digitalización exprés, bien por qué no conocen los costes o por la falta de rentabilidad de estos. El coste depende de varios factores. Una estrategia de transformación paulatina, ofrece un mayor control de los costes, a su vez que de los beneficios obtenidos. De esta forma, las organizaciones tienen la capacidad de aprender de los aciertos y de los errores.
“En el caso de utilizar tecnologías Cloud, es importante que se puedan determinar y predecir de forma fiable los costes de dichas soluciones en condiciones cambiantes. En este sentido, es necesario determinar de forma clara y anticipada los acuerdos SLAs en todos los ámbitos y de forma contractual. De nada sirve que una solución Cloud sea económica si el nivel de servicio es malo o sufre caídas continuas”, expone Óscar Bernacer, director de preventa Cloud, Oracle.
Cómo explica José Manuel Barrutia, “estamos acostumbrados a evaluar los retornos de inversión de los proyectos de IT en base a una serie de parámetros y sin embargo en el caso de la transformación digital deben incorporar otros de mayor impacto”, a lo que añade que “una correcta combinación de amplitud de miras y visión estratégica, junto con una ejecución en base a Agile, permitirá avanzar en la transformación digital de manera sostenida y eficiente”. Por su parte, Julio Saíz, BDM Infrastructure and Cloud Services de Alhambra IT nos lanza esta pregunta para que reflexionemos, “¿es rentable una compañía que no es digital ni lo pretende ser nunca?”. De lo que extrae que, “a partir de ahí entonces ya podemos hablar de costes e inversiones, pero con total seguridad la transformación es rentable a medio-largo plazo”.
En palabras de Andreu Vilamitjana, los costes no son el problema, si no la falta de liquidez o el flujo de caja, para solucionar esto “el programa de financiación de Resistencia Empresarial ofrecido a través de Cisco Capital y dotado con 2.500 millones de dólares, permite acceder a la tecnología aplazando el 95% del coste hasta enero de 2021. Está disponible en múltiples países, incluido España. Además, las organizaciones también pueden optar por ofertas ‘como servicio’ y servicios Cloud gestionados para que el coste no suponga una barrera. Y aprovechar el Plan España Digital 2025”.
España Digital 2025
España Digital 2025 recoge un conjunto de medidas que garanticen una conectividad digital adecuada para el 100% de la población, lo que se traduce en un continuo liderazgo del despliegue 5G, el transito hacia un economía del dato basada en IA y el refuerzo de la ciberseguridad y las competencias digitales de los trabajadores españoles. En estas líneas, se ha previsto una inversión pública de 20.000 millones de euros en el periodo de 2020-2022, apoyados en los instrumentos comunitarios de financiación del Plan de Recuperación Next Generation. Así mismo, el sector privado aportará 50.000 millones de euros, en un escenario moderado de despliegue de las medidas.
El proceso de transformación digital de la economía es complejo
Su magnitud es tal que sólo para este año 2021, la inversión española en términos de digitalización y telecomunicaciones aumentará a 4.230 millones de euros. Todos estos datos ponen en manifiesto un importante hecho: los beneficios de la colaboración entre los sectores público y privado son inigualables. Cómo bien explica Andreu Vilamitjana, “para escalar con rapidez desde ese puesto 26 en digitalización, España debe centrar sus esfuerzos en cuatro pilares clave que en Cisco hemos definido en nuestro programa Digitaliza: Industria 4.0; Territorios Inteligentes; Infraestructuras Críticas; Capacitación, Empleos Digitales e Innovación. El Plan 2025 es una oportunidad única para impulsar las inversiones en estas áreas con ayudas directas e indirectas y a través de la colaboraron público-privada, que es clave para obtener los mejores resultados”.
“Si bien todo el mundo puede estar más o menos de acuerdo en líneas generales, lo realmente significativo para conseguir objetivos en los próximos años será la manera en la que todo esto se traduzca en políticas económicas eficaces e inversiones que ayuden a las empresas. Influirá también de manera importante cómo evolucione la pandemia en 2021 y el grado de avance de la recuperación económica”, explica Justino Martínez.
El proceso de digitalización de la economía es complejo. Por ello, el Plan España Digital 2025 articula 10 ejes estratégicos:
- Acciones para promover la conectividad digital
- Despliegue del 5G a gran escala
- Refuerzo de las capacidades digitales y potenciación del talento
- Refuerzo en materia de ciberseguridad
- Potenciar la digitalización de la Administración Pública
- Impulso de la digitalización de micropymes y startups
- Impulso de los proyectos digitales de sectores agroalimentarios, movilidad, salud, turismo, comercio y energía
- Impuslo de hubs de producción visual
- Desarrollo de la economía del dato e IA
- Marco ético y normativo de los derechos digitales del ciudadano
Pero, ¿está España realmente preparada para este proceso de digitalización a gran escala?. Si bien el estado es un eje fundamental de ayuda, las organizaciones deben quedarse atrás, pues “la estrategia de transformación digital debe venir impulsada desde la alta dirección de la empresa. Y dentro de esa alta dirección, el puesto clave en este proceso es el del CIO. Por ello, podemos afirmar que el CIO debe ser el principal “sponsor” interno de la iniciativa”, concluye José Alfonso Gil, country manager Vertiv España y Portugal.
Julio Saíz de Alhambra IT se muestra asombrado ante el poder que han tenido las empresas para llevar a cabo una buena digitalización, a priori considerada lenta, “ muchas empresas han conseguido continuar con su actividad a pesar de la deslocalización de sus empleados y ello es imposible sin contar con procesos digitales. Por ello, el apoyo de los organismos locales, estatales e internacionales es importante, sobre todo, en el caso de las PYMES, base fundamental de la economía de España”.