Telefónica Empresas y Aena están llevando a cabo un proceso de instalación de más de 500 nuevos desfibriladores en los aeropuertos españoles, los cuales estarán monitorizados con tecnología móvil y serán capaces de transferir la llamada a los servicios de emergencia aeropuertuarios.
Esta iniciativa se engloba dentro de un proyecto de mayor envergadura acometido en España por las administraciones públicas para luchar contra la muerte súbita cardiaca, una alteración que sólo se puede revertir si se tiene cerca un desfibrilador y que cada anualmente producen en España 30.000 fallecimientos.
De esta forma, la compañía hace uso de los beneficios del IoT y de la sensorización en todos los ámbitos de la vida, incluido el de la prevención y la salud, sumándose así al desafío de reducir la cifra de fallecimientos por paro cardiaco.
Acuerdo entre Telefónica y Aena
El acuerdo entre ambas empresas contempla la renovación de dispositivos y la ampliación de los existentes, incluyendo además la instalación de desfibriladores semiautomáticos en algunos aeropuertos de aviación general que no disponían de dispositivos y la formación al personal no sanitario para que puedan utilizarlos en caso de necesidad. La monitorización y gestión de la red de desfibriladores se hará desde el Centro de Operaciones Digitales (DOC) situado en la calle Julián Camarillo en Madrid.
Sólo un 5% de las víctimas de muerte súbida sobreviven
La mayoría de los episodios de parada cardiaca se deben a una alteración en la conducción eléctrica del corazón originados por un trastorno llamado fibrilación ventricular, en el que el corazón tiene actividad caótica. Sólo se puede revertir si se aplica una descarga eléctrica entre los 3 y 9 minutos siguientes al inicio de los síntomas. Por ello, cada minuto que pasa, las posibilidades de sobrevivir descienden entre un 7 y un 10%. Es tal la dificultad para acceder en tan poco tiempo a un desfibrilador que sólo sobrevive un 5% de las víctimas.
La monitorización y gestión de la red de desfibriladores se hará desde el Centro de Operaciones Digitales situado en la calle Julián Camarillo en Madrid.
Ambas compañías luchan por reducir esta cifra, pues a través del desfibrilador se realiza una evaluación del estado de la víctima y, sólo si existe parada cardiaca, se aplica la descarga eléctrica necesaria para revertir dicho estado. Además, Telefónica se está encargando del mantenimiento integral de los dispositivos para que estén disponibles en todo momento.