Ahora que comienza un nuevo año es el momento de intentar predecir lo que nos puede esperar. Lo cierto es que nunca había recibido tanta información acerca de previsiones y tendencias sobre lo que va a suceder en 2023 como durante el pasado mes de diciembre.
En general, casi todas las previsiones coinciden en las temáticas fundamentales y de las que llevamos hablando en Byte TI desde hace más de un año: es decir, casi nada nuevo en el sector. Presten atención al casi.
En general, se puede definir que al pensamiento colectivo actual como de incertidumbre: sabemos que nos encontramos en un sector que cada vez es más necesario y que las empresas y las administraciones públicas continúan invirtiendo en unos procesos de digitalización que ni tienen ni tendrán fin. Esta es la parte positiva.
La negativa se centra en los elementos externos por todos conocidos: alta inflación que tarde o temprano hará que el consumo se contraiga, entorno geopolítico complejo con frentes cada vez más abierto, auge de populismos a lo largo de todo el globo… En España hay que añadirle el intenso año electoral que viviremos. Sólo falta que desde China vuelvan a venir variantes peligrosas de un virus que ha detenido nuestra forma de vivir durante los últimos tres años.
2023 nos irá acercando a la realidad de grandes empresas que empiezan a depender menos de los proveedores tecnológicos
Tiendo a quedarme con la parte positiva: al final los humanos podemos superar casi cualquier brete en el que nos veamos involucrados y la tecnología es una poderosa herramienta para ello. Esta realidad ya la ha asumido casi toda la sociedad y por supuesto, la totalidad de las empresas.
Sin las TIC no se puede vivir en el mundo actual. Supongo que por eso, los informes de Tendencias Tecnológicas para 2023 han sido tan exhaustivos en este último mes. Todos ellos se pueden resumir en los siguientes apartados: la nube seguirá siendo uno de los pilares fundamentales, con mayor tendencia hacia la nube híbrida. Un apartado que no ha mencionado ninguno de los informes que he leído es la creciente preocupación de los CIOs sobre el incremento del coste que está teniendo la cloud y la imposibilidad de reducirlo.
Los otros dos puntos coincidentes se encuentran en la seguridad y por supuesto, en la gestión del dato. No voy a incidir aquí en la importancia de ambos. Sí voy a hacer mi apuesta personal: creo que las grandes empresas van a empezara depender cada vez menos de proveedores externos para convertirse ellas mismas en empresas tecnológicas independientes. Algunas de las más grandes empresas de este país son sólo algunos ejemplos de lo que ya está sucediendo. Veremos si la tendencia se confirma.