Stormshield ha publicado su percepción en términos de ciberseguridad, sobre que ataques basados en ingeniería social seguirán al alza, impactando contra sectores objetivo, y obligando a las organizaciones a reforzar su higiene digital y su seguridad.
De este modo, el ransomware continúa protagonizado el panorama de ciberamenazas con un significativo crecimiento, ocasionando importantes pérdidas de reputación y económicas para las empresas.
“La continuidad del teletrabajo, el aislamiento de los empleados y la situación actual de vacunación están incrementando el interés de los ciberdelincuentes por los enfoques de ingeniería social, y los ataques no dejan de crecer”, asegura Borja Pérez, Country Manager de Stormshield Iberia.
Ciberseguridad: ransomware y phishing
El informe elaborado por Emsisoft refleja que España es el tercer país con mayores pérdidas por ransomware, por detrás de Estados Unidos. En 2020 esta firma recogió 4.088 ataques contra empresas españolas lo que generó un coste superior a los 498 millones €.
Sin embargo, no podemos obviar otras amenazas basadas en métodos de ingeniería social que, como el phishing sigue al alza. Así, el informe Phishing Attack Landscape destaca que, en el último año, el éxito de los ataques de phishing ha aumentado un 30%.
Jugosos sectores para los ciberdelincuentes
Por su importancia, los ataques basados en técnicas de chantaje suelen dirigirse contra infraestructuras críticas más dispuestas a acatar las exigencias de los ciberdelincuentes para no comprometer su información ni su actividad.
La ciberseguridad en jaque ante el ransomware
Así, por ejemplo, los sistemas de salud e instituciones médicas son un objetivo claro, y ya han sido objeto de diferentes ataques, como el Hospital de Torrejón, en España, con implicaciones muy diversas.
El sector público también es susceptible de sufrir ransomware, con ejemplos en España como el reciente ataque al Ministerio de Trabajo o el dirigido el pasado mes de marzo contra el Servicio Público de Empleo Estatal.
Necesidad de reforzar la ciberseguridad
anto la rentabilidad de los ataques como el aumento del uso de herramientas digitales durante largos periodos de tiempo constituyen buenas razones para que los atacantes mantengan sus esfuerzos lucrativos.
Y aunque es muy difícil entrar en la mente de los ciberdelincuentes, al menos es posible predecir dos cosas: seguirán siendo creativos y sorprendentemente inventivos, por lo que las organizaciones tendrán que reforzar su ciberseguridad.