Juanma siempre me decía “me debes una” pero en realidad le he debido muchas. Una de las personas que más han influido en mi carrera y que siempre llegaba con el mejor consejo en el momento adecuado – se lo pidieses o no – y es que Juanma era así. Un hombre libre que hacía lo que quería y decía lo que pensaba, con la autoridad que da la experiencia y sus 40 años de profesión que le convirtieron en una de las voces más autorizadas, respetadas y queridas de la industria … en definitiva alguien de quien te podías fiar.
Con la marcha de Juanma se nos va una parte importante de nuestra historia… Un hombre que ha sido testigo de los mejores y peores momentos de nuestro sector, que le tocó también reinventarse y que nos ayudó a reinventarnos a los demás. Martillo implacable de políticos y empresarios y espíritu rebelde que, desde su púlpito de irónica expresión, repartía estopa a diestro y siniestro, siempre con el objetivo claro de ayudar al sector que tanto amó.
Tan sólo 12 meses han pasado de mi último viaje con Juanma, muy posiblemente su último viaje de prensa, donde compartimos un excelente cocido maragato en León y un rato impagable al saber ahora a tiempo pasado, que fue el último. El hombre siempre prudente, educado y tímido que viajaba siempre en primera fila del autobús, por eso de ser el primero en llegar para no perderse nada. Deja muy buena escuela y unos herederos magníficos de su legado como Manuel y Nacho, que me consta que seguirán con su espíritu inquieto y emprendedor y con el proyecto al que Juanma dedicó sus mejores años.
Ya nada será como antes, echaremos de menos como cada año obraba el milagro de acinarnos en sus premios, en una cita ineludible que nadie se quería perder, siendo los más divertidos y entrañables de la industria, además de conseguir que Manuel se pusiese corbata una vez al año (impagable).
“Querido amigo, todos los que formamos parte de HP te echaremos de menos y no te olvides allá donde estés, que yo siempre te deberé una”.
Por José Luis Arranz, director de comunicación de HP
