En los últimos años hablar de tecnología lleva también asociado hablar sobre ecología. El calentamiento global, la desaparición de la capa de ozono, el deshielo, la desaparición de especies, selvas y bosques o el incremento de las temperaturas son algunos de los factores que han hecho saltar la luz de alarma. Y la industria tecnológica tampoco escapa a la nueva ola ecológica.
Parece que la crisis ha dejado de lado la denominada informática verde en un segundo plano. Hasta hace sólo un par de años, los fabricantes se esforzaban por ser los más ecológicos y por aparecer en las primeras posiciones del ranking que elabora Greenpeace. Pero las cosas han cambiado.
La crisis ha acabado con todo, incluso con la moda verde. Ahora lo que se lleva no es ser el más ecológico, sino el ahorro de costes. Así que la situación parece haberle dado la razón a aquellos que hace tiempo afirmaban categórico que el Green IT no era más que un mero producto de marketing.
Sin embargo, mucho se ha hecho en los últimos años aunque no nos demos cuenta. No nos acordamos que hace no muchos años cuando íbamos a un viaje de trabajo llevábamos con nosotros un móvil para recibir llamadas, un ordenador portátil para realizar el trabajo y una cámara de fotos para sacar imágenes así como los respectivos cargadores de cada dispositivo. Ahora, gracias a los nuevos terminales, sólo tenemos que llevar una única herramienta que engloba a todo lo anterior. No sólo eso, gracias a las soluciones de videoconferencia se han reducido los viajes de empresa. Todo ello, son algunos de los elementos en los que la tecnología ha contribuido a reducir el impacto medioambiental.
Este es nuestro tema de portada que se completa con una interesante comparativa de servidores (en los que por cierto, la tecnología verde se está imponiendo), así como los análisis y las noticias más relevantes acaecidas en nuestro sector. No me queda más que desearles un feliz verano y esperar a que se encuentre con nosotros en el mes de septiembre.