Las startups son como una montaña rusa con altos y bajos. Un buen número no superan los primeros meses de creación y no todas logran posicionarse favorablemente. Su gran ventaja es que operan con costes inferiores a las empresas tradicionales, buscando un rápido crecimiento. Trabajan generalmente con un organigrama horizontal adaptándose a su continuo crecimiento. Son compañías no jerarquizadas que ofrecen amplias oportunidades de progreso profesional y personal. Asumen de forma natural los riesgos como camino hacia el éxito, sus miembros desarrollan un sentido de pertenencia difícilmente generado en compañías tradicionales y consideran el fracaso como una forma de aprendizaje.
Se recomienda a las startups apostar por aceleradoras que hayan tenido casos de éxito. El dinero obviamente es un impulso, pero el verdadero atractivo de una aceleradora de startups, es el acercamiento a expertos y mentores que estas te pueden proporcionar. La forma de financiación preferida entre emprendedores y startups es la ronda de financiación. Esto no es más (ni menos) que el proceso por el cual tu empresa conseguirá dinero gracias a la participación de inversores, pero el grave peligro es que algunas veces los inversores se desmotivan porque no ven resultados rápidos y presionan a los CEOs para realizar cambios que supongan un retorno de la inversión rápido.
Las startups son como una montaña rusa con altos y bajos. Un buen número no superan los primeros meses de creación y no todas logran posicionarse favorablemente
El 2020 año COVID se logró la segunda mejor cifra de la historia de España en términos de inversión, gracias a las rondas de las startups españolas que alcanzó así los 1.101.000 millones de euros, con lo cual el panorama parece esperanzador.
Solo un consejo final. Sí llegas pensando que ya estas montado en el éxito, te perderás muchas cosas valiosas, pero sí quieres alcanzar el éxito, lo primero que debes hacer es aparcar tu ego y prepararte para trabajar mucho……. y muy duro.