Hace justamente un año celebramos el mismo encuentro sobre Impresión que ahora resumimos. En aquella ocasión, los mismo contertulios, casi de forma unánime, mostraban una realidad de este mercado más bien estancado con algún síntoma de haber tocado fondo. Esta vez parece que las tornas se han dado la vuelta. La mejoría del mercado de la impresión es una constatación unánime. Alex Mateos fue el primero en afirmar que hemos mejorado en todos los tipos de impresión, tanto de inyección como láser: «ahora», precisó, «ya tenemos datos para afirmar de verdad que estamos mejor». Marco Aurelio Losas comentaba que el año pasado «teníamos que hacer alguna precisión sobre qué segmentos estaban mejor que otros; ahora hablamos de tres trimestres consecutivos de crecimiento, de estabilidad, de positivismo, de crecimientos por encima del cinco por ciento». Para Alejandro Sanz una de las áreas que está creciendo es el apartado contractual: «los clientes están apostando más por un tipo de oferta que se ajuste más a un entorno más de contrato, que el puro transaccional». Ángel Herrero es el primero que introduce la importancia que está cobrando la movilidad también en este sector. Víctor José Rodríguez incorpora como positivo «la gestión documental, de los servicios documentales, que siguen como punta de lanza y cada día más». Rafael Alvariño cierra esta pregunta constatando que todos los servicios y características que estaban demandado los clientes ahora los están pensando para la nube.
Qué demanda el cliente
Intentamos concretar a continuación lo que demanda el cliente. El representante de Konica Minolta deja claro que «los clientes siguen apostando por un servicio único; la impresión no le aporta ningún tipo de valor, quiere dedicarse a su negocio y busca un socio que le apoye». El portavoz de Samsung, por su parte, postula que lo que hasta ahora solo pretendía la gran empresa se está trasladando al resto de empresas. Desde HP se resalta que la seguridad es el punto que más está sobresaliendo. Por parte de Canon, se pone de relieve que se demanda una oferta más personalizada, con el repunte de la movilidad y, sobre todo, la integración de la impresión con la gestión documental. Finalmente, para Epson, la impresora en sí no importa, lo que se reclama en una solución completa y que se asegure un coste fijo ajustado a un presupuesto.
El papel no va a desaparecer
En una mesa con representantes de empresas que viven del negocio de la impresión, es fácil deducir que todos van a estar de acuerdo en que el papel no va a desparecer. Pero también se dan matices interesantes, que recogemos. Por ejemplo, Àlex Mateo tiene claro que tal vez haya disminuido el uso del papel en ciertos trabajos, pero ha aumentado en otros, «con lo cual se ha equilibrado». Marco Aurelio Losas, para avalar su posición, ponía el ejemplo de una encuesta realizada por su compañía sobre 1.700 usuarios en Europa, en la que se destacaba que el 83 % imprimía todos los días, y en el que se probaba que el 50 % de los encuestados afirmaba que los documentos presentados en papel eran mejor aceptados, a la vez que se constataba que el 60 % prefería leer el documento impreso que frente a la pantalla. Alejandro Sanz opina que cada vez se van a imprimir menos documentos que no sean necesarios: «todos vemos cómo en las impresoras hay cantidad de documentos impresos que nadie reclama; la información que sea relevante va a seguir imprimiéndose igual». Ángel Herrero reclama que, con la movilidad, muchos procesos van a quedar afectados y que, por ejemplo, con la firma electrónica, que ya es reconocida como legal, todo va a cambiar: «no es lo mismo hacer una encuesta a gente de mi edad que a gente de la edad de mi hijo; mi hijo, cuando me ve imprimir una hoja, me pregunta que por qué la imprimo… y ésta es la gente que va ir entrando en la empresas». Y apostilla: «la desaparición de la impresión es absurdo, pero sí queda afectada por la movilidad». Víctor José Rodríguez constata que él, como usuario, imprime menos que antes, pero considera que, en general, se imprime mejor y hay más gente imprimiendo: «a largo plazo si preveo un uso menor del papel, pero deberíamos verlo más que como un riesgo, como una oportunidad; tenemos que dejar de ser empresas que vivimos del papel y convertirnos en empresas del documento». Rafael Alvariño cierra este apartado apuntando que estamos ante un tema cultural en el que la gente más mayor imprime más, pero comparte también que se compensa con la mejor impresión que proporcionan los usuarios más concienciados.
Tendencias
Abordamos también lo que pueden ser tendencias de la impresión para los próximos años, y aquí todos coinciden en que los clientes aprecian la simplificación en cuanto al número de dispositivos, que les cubra todas las opciones de trabajo, que sea seguro y que el coste final no le sorprenda. La misma coincidencia en cuanto al valor del outsourcing documental. Se recalca que cada cliente quiere algo distinto y hay que ofrecerle opciones para que pueda elegir.
Multifuncionales
Llegamos al apartado de los equipos multifuncionales y su progresión en este mercado, en el que se evidencia que la tendencia es que se vendan cada vez más. Rafael Alvariño sorprende al moderador, quien había cuestionado la utilidad del fax en estos equipos: «te sorprendería comprobar», nos dice, «todo lo que se usa el fax; todavía se envían en cantidad y hay muchos procesos que se siguen haciendo por este procedimiento». Víctor José Rodríguez expone que, en Kyocera, cinco de cada seis equipos van con fax porque lo requiere el cliente. Y recuerda que el segmento del multifuncional creció el año pasado el 17%, frente al 5% de las impresoras convencionales. Alejandro Sanz alude al «por si acaso» como lema del cliente al decidirse si opta por este tipo de equipos que incorporan todas las funciones que se pueden requerir en un entorno de Pymes u oficinas. Marco Aurelio Losas, sobre la función fotocopiadora, simplemente recuerda que la copia es un escaneo y una impresión. Àlex Mateo corrobora que el fax sigue siendo requerido por sus clientes.
Calidad y velocidad, ¿lo más importante?
Abordamos las prioridades, en cuanto a prestaciones, que solicitan los clientes y, en concreto, si son la calidad de la impresión y la velocidad a las que se les presta más atención. El resultado entre nuestros interlocutores es bastante homogéneo, por cuanto que ambas características coinciden en que son comunes para todas las máquinas. Para el representante de Canon, el cliente pide todo y barato, pero «al final tenemos que hablar de un conjunto de funcionalidades entre las que se encuentran estas dos». Según el representante de Epson solo en mercados específicos, como el de la fotografía o las artes gráficas, se fijan más en estos pormenores. Para HP, todo depende del cliente, pero casi siempre se va a lo mejor y más barato. El representante de Samsung es tal vez más claro; «la calidad se supone y la velocidad también, pero con diecisiete cosas más; cada uno es sutilmente diferente». Por parte de Kyocera se coincide con lo anterior y se añade que algún estudio interno ha demostrado que en España, a diferencia de otros países de Europa, no se estaba solicitando un aumento de velocidad en las impresoras y son otras prestaciones las que importan más. El representante de Konica Minolta concluye aquí que, en cualquier caso, no es lo mismo lo que reivindica una Pyme que una gran empresa.
¿Láser o inject?
Muy interesante fue el debate en torno a la preferencia de los usuarios por las tecnologías de inyección de tinta o láser. Cada compañía tiene su estrategia y prioridad, que resumimos a continuación, tal y como expresaron sus representantes en la mesa.
Para Konica Minolta la inyección se circunscribe al uso personal y el láser para el profesional. En cambio, Kyocera apuesta por el láser, aunque dispone de las dos tecnologías y es capaz de suministrarlas por igual si lo solicita el cliente. Samsung opina que el láser es dominante, sobre todo en la empresa, aunque precisa que hay que escuchar al cliente. HP abre un poco más las opciones al señalar que venden chorro no solo para consumo, sino cada vez más para un entorno profesional; constata, sin embargo, que a las empresas acostumbradas al láser es bastante complicado hacerles cambiar de tecnología, pero que quien lo prueba le gusta. La apuesta de Epson va claramente por la inyección de tinta. Está de acuerdo con lo afirmado por HP, de que cuando se prueba gusta mucho y apunta ventajas sobre el láser, como el tema ecológico, el consumo energético e, incluso, el coste por página. A pesar de estos argumentos, reconoce que no le dicen «adiós» a la tecnología láser. Canon es quizá la compañía más abierta, junto con HP. Presume de tener clientes en ambos segmentos y que se pueden combinar ambas tecnologías.
Seguridad
Para concluir, la seguridad de la impresión es calificado como importante por las empresas que hemos convocado en este desayuno, pero no existe unanimidad en el grado de importancia de la misma. Àlex Mateo si constata la demanda de protocolos más seguros por parte de los clientes. Marco Aurelio Losas revela que sus estudios demuestran que solo el cinco por ciento lo consideran un factor clave. Alejandro Sanz revela que los jefes casi siempre quieren una impresora para ellos solos. Ángel Herrero tampoco lo ve tan relevante («una parte importante de la inseguridad viene de los propios directivos que no tienen cuidado a la hora de mandar a imprimir»). Víctor José Rodríguez, en cambio, si piensa que la seguridad es realmente importante para los clientes: «cada vez lo están exigiendo más., sobre todo en sectores como bancos y Administración Pública». Por último, Rafael Alvariño expuso que «los fabricantes tenemos que dar solución a este problema».