Dos nuevas normativas entrarán en vigor en los primeros meses del próximo año. Se trata de SEPA y del criterio de caja. Para debatir sobre estas dos normas de contabilidad BYTE TI organizó un desayuno informativo con los principales desarrolladores de soluciones de contabilidad al que asistieron Jorge Carabias Responsable de productos e ingeniería de Anfix; Federico Terrés, Responsable Soluciones Financieras, unidad SAP, grupo Sothis; Lucía Sánchez, agente consultor de soporte a clientes de Datisa; Raquel Miranda, Finance Manager de Sage; Xavier Ciaurriz, Director de la unidad de negocio PYMES de Wolters Kluwer|A3Software y Juan Pérez Product Manager de SAP Business One.
El nuevo régimen del IVA con criterio de caja, aprobado en la ley de Emprendedores, afecta a pymes y autónomos que facturen menos de dos millones de euros al año por el que no tendrán que adelantar a Hacienda el impuesto de las facturas hasta que no sean cobradas y entrará en vigor el próximo 1 de enero. Por su parte, SEPA o Single Euro Payments Area es la iniciativa que permite que particulares, empresas y otros agentes económicos realicen sus pagos electrónicos en euros, tanto nacionales como transfronterizos, en las mismas condiciones básicas y con los mismos derechos y obligaciones, con independencia del lugar en que se encuentren y entrará en vigor el próximo 1 de febrero.
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Dado que el criterio de caja entrará en vigor antes que SEPA, el debate comenzó con esa nueva normativa que en teoría beneficia a una gran cantidad de empresas y autónomos de este país. Pero, ¿realmente es beneficiosa esta nueva norma? Abrió el debate Juan Pérez Product Manager de SAP Business One, que aseguró que el criterio de caja “supone una ventaja tremenda, sobre todo, para las empresas de reciente creación ya que va a suponer un paso adelante que les permita no tener el ahogo de pagar hacienda algo que no has cobrado”. Por su parte Xavier Ciaurriz, Director de la unidad de negocio PYMES de Wolters Kluwer|A3Software afirmó que “no sólo para las empresas tiene ventajas, también para los fabricantes y para la economía en general, porque ese dinero que no se va a utilizar para pagar a Hacienda se va a poder emplear para invertirlo en otros aspectos e inversiones. De todas formas, hay que ver si todos los actores que están en el flujo económico hacen porque esta ley siga adelante”. También creyó que se trataba de una normativa muy beneficiosa Raquel Miranda, Finance Manager de Sage. En su opinión, “es beneficioso para las compañías porque el IVA se estaba convirtiendo en un estrangulamiento para las pymes ya que en muchos casos estaban financiando a Hacienda por unas facturas que, en algunos casos, luego no se cobraban nunca. Es una ley que se ha hecho con muy poco tiempo”.
Lucía Sánchez, agente consultor de soporte a clientes de Datisa, por su parte también consideró que se trataba de una ley positiva, pero no para todos. Según Sánchez la clave para adoptar el criterio de caja o no hacerlo se encuentra en los pagos y cobros de cada empresa: “La principal ventaja es para aquella pyme que tiene cortos periodos de pago a proveedores y largos periodos de cobro por parte de los clientes. A este tipo de empresa le va a venir muy bien la nueva normativa”. Por su parte, Federico Terrés, Responsable Soluciones Financieras, unidad SAP, grupo Sothis cree que hay un tipo de empresas que se va a ver especialmente beneficiado por la nueva normativa: “Las empresas que trabajan sobre todo con Administraciones Pública son las mas beneficiadas ya que tienen plazos de pago muy largo y además se encontraban en una posición injusta ya que estaban financiando por partida doble a la Administración, pagando a Hacienda por un lado y dejando de cobrar por largos periodos por otro”. Finalmente a Jorge Carabias responsable de productos e ingeniería de Anfix, consideró que la nueva normativa, sobre tosagedo, “me parece una propuesta coherente. En otros países de Europa ya existen normas similares. Además, otra ventaja añadida es que va a obligar a llevar un mayor control de tesorería a tanto a pymes como a autónomos”.
Voluntariedad
Uno de los aspectos más destacables de la nueva medida es que se trata de algo voluntario. Es decir las empresas que cumplan los requisitos pueden acogerse al nuevo modelo o seguir con el anterior. Para Carabias, de Anfix, “el hecho de que sea voluntario hace que las grandes empresas estén obligando a sus proveedores para que no se acojan al criterio de caja. Es decir en algunos casos les coaccionan con perder al cliente”. Para Terrés de SAP, “lo de voluntario yo lo pondría entre comillas. Porque si renuncias al criterio de caja al año posterior de haberte acogido a él, no puedes volver a acogerte hasta que no pasen unos años. Hay una serie de limitaciones lógicas y otras que no son tan lógicas que hacen que esta voluntariedad no sea tal”. Por su parte Xavier Ciaurriz señala que la nueva norma “está hecha para que actúes en función de cómo vaya tu tesorería. Cada pyme tendrá que plantearse en función de cómo han ido los números del año pasado y de acuerdo a las previsiones de venta de este año, ver si les conviene acogerse al criterio de caja”. Además, este directivo señala que se están produciendo ciertos frenos para que las empresas y los autónomos no se acojan a la nueva normativa. En su opinión “los que están intentando tirar para atrás esta ley en general son los asesores tradicionalistas. La pyme va a hablar con ellos, porque creen que len interesa. Normal porque estamos hablando de un 21% de IVA y el asesor observa su trabajo y piensa, si yo te cobro lo mismo, porque los cobros y los pagos no están automatizados, voy a tener que trabajar más por la misma cuota. Es decir no le interesa. Así que el negocio va a estar en ese asesor que arriesgue y no sea tradicionalista, pues va a conseguir los clientes de esas otras asesorías”.
SEPA
La normativa Single Euro Payments Area fue el otro tema tratado en el transcurso del desayuno. SEPA es un sistema común de medios de pago europeo, que implica la creación de una zona dentro de la cual todos los pagos electrónicos (como los llevados a cabo mediante tarjeta de crédito, tarjeta de debito, transferencia bancaria o debito directo) son considerados domésticos. Tiene como objetivo incrementar la eficiencia del sistema de pagos europeo a través de su unificación: SEPA permitirá realizar pagos electrónicos en euros entre cualquier residente en el área, empleando una única cuenta bancaria y un sólo conjunto de instrumentos financieros. Gracias a esta norma que existirá un mercado único de pagos en euros, en el que se integrarán todos los pagos que se realicen con independencia de que sean nacionales o internacionales y por tanto los instrumentos de pago SEPA sustituirán a los instrumentos de pago en euros existentes hoy en día. Tal y como señaló Jorge Carabias Responsable de productos e ingeniería de Anfix, “la principal ventaja que aporta es la homogeneidad. El hecho de estandarizar la forma pagos y cobros está bien. No creo que beneficie a todo el mundo porque a quien sólo opera en España le da más o menos lo mismo”. Por su parte, Federico Terrés, Responsable Soluciones Financieras, unidad SAP, grupo Sothis cree que “lo que realmente aporta SEPA es una seguridad normativa. Otro tema interesante es que se trata del primer paso que hace el BCE para normalizar todo el sistema bancario europeo”. Por su parte Raquel Miranda, Finance Manager de Sage cree que las ventajas dependen de algunos factores: “depende del tamaño y de la distribución geográfica. Si eres una pyme que únicamente trabaja en España no parece que te pueda afectar mucho. Creo que las ventajas se van a ver a medio y largo plazo ya que va a ser una herramienta que va a poder favorecer el trabajo con mercados exteriores. En el largo plazo permitirá poder negociar con un banco francés o alemán, lo que mejorará la competencia”. Pero como afirmó Juan Pérez Product Manager de SAP Business One, “falta una pata muy importante y que debería acompañar a SEPA que es la Unión Fiscal. Otro problema añadido es que a las empresas no les va a quedar más remedio que estar preparadas para SEPA a 31 de enero y a día de hoy sólo están informándose”. En este sentido la portavoz de Sage según los datos de los que dispone, la actualización a SEPA, efectivamente va con lentitud: “De los tres medios de pago de la actualidad está en un 94% el cambio de banda a chip en las tarjetas. Se han adaptado las transferencias a SEPA en un 55% de los casos. El mayor problema viene con los recibos domiciliados donde sólo están adaptados un 0,25% en España y 7% en Europa”.
Lucía Sánchez, agente consultor de soporte a clientes de Datisa cree que el problema es que “el mercado es muy inmaduro. El mercado español no sabe. Cree que con tenersu ERP y lo tiene todo solucionado”.
Costes empresariales
¿La adaptación a SEPA supondrá un coste para los clientes? En principio y como se puso de manifiesto en el encuentro no, salvo en algunos casos. El portavoz señala que a “a las entidades bancarias les va a suponer más costes. A la pyme le costará la actualización del software”. Por su parte, El portavoz señala que en realidad no hay que ver los posibles costes, que serán mínimos sino las ventajas que aporta este nuevo sistema: “El que pasemos a tener un mercado de 45 millones a otro de 300 es beneficioso con lo que el coste se va a reducir. Para una empresa es muy importante saber que puede vender a Tomelloso y a Verona, sin tener que adaptarse a diferentes normativas. En el medio plazo la empresa no va a pensar en el coste y SEPA lo que hace es crear un gran mercado interior”. En la misma línea se situó Xavier Ciaurriz, Director de la unidad de negocio PYMES de Wolters Kluwer|A3Software: “Yo creo claramente que es una inversión y no un gasto. Lo que hay que ver es que esto va a suponer un crecimiento en las empresas que exportan a la UE, porque todo va a ser mucho más sencillo.