La compañía Watiofy ayuda al consumidor a reducir el recibo de la luz y el del gas de una forma muy sencilla y gratuita. Con su plataforma tan solo se tardan pocos segundos en subir una foto de la factura, obtener un perfil anual de consumo del usuario y comparar su tarifa actual respecto a más de 80 tarifas del mercado. Desde la firma se asegura que los ahorros pueden alcanzar el 20%.
Por norma general, el consumidor no es consciente de los ahorros realmente importantes que se pueden conseguir revisando sus tarifas de luz y gas. Además, teniendo en cuenta que este es un suministro esencial y que es indiferente qué compañía te facture la luz, la calidad será siempre la misma. No es raro encontrar ahorros entre el 15 y el 20%. Es decir, una familia con un consumo de 1.000 € al año en electricidad se podría ahorrar entre 150 y 200 €.
Watiofy es una herramienta que promete al consumidor ahorros que se sitúan en el 20% de luz y gas
Su responsable y fundador, Arturo Cardenal, contó para Byte TI cómo podemos ahorrar en nuestra factura de luz o gas y qué datos debemos tener en cuenta.
“La pandemia ha tenido efectos desiguales en el sector de la energía. La demanda eléctrica global se ha reducido en un 14% con respecto al mismo periodo del año pasado. Esta reducción viene provocada por el parón en sectores como los servicios o la industria. Sin embargo, en la economía familiar, como consecuencia del confinamiento obligado por el Covid-19, ha tenido el efecto contrario”, afirma Cardenal.
– ¿Qué papel desarrollan las nuevas tecnologías en el ahorro del consumo energético?
La apuesta de Watiofy es la del uso de nuevas tecnologías como medio para democratizar soluciones de ahorro y lograr una mayor eficiencia energética. Nuestro sistema de reconocimiento automático de facturas permite al usuario aportar información real de su factura para poder realizar una correcta recomendación en base a datos reales en cuestión de segundos.
En general, las nuevas tecnologías están jugando un papel clave y van a tener una influencia aún mayor en un futuro cercano. Los tres desafíos más importantes del sector energético, Digitalización, Descarbonización y Descentralización, se basan en el desarrollo de nuevas tecnologías.
-¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de tomar la decisión más inteligente en cuanto al ahorro del consumo energético?
Lo primero, tomar conciencia de que es posible ahorrar y, en muchas ocasiones, con muy poco. Hay que interiorizar ciertos hábitos, eliminar consumos evitables y programar ciertos consumos en horarios más baratos. Lo segundo sería revisar nuestras actuales tarifas por precio y por tipo de tarifa.
Por último, hay decisiones en las que ya nos toca echar mano al bolsillo. Tenemos que saber que apostar por electrodomésticos más eficientes, identificados por sus etiquetas energéticas, o por nuevos sistemas de climatización o iluminación LED, nos va a reportar a corto-medio plazo ahorros importantes.
-¿Es efectivo el modo “eco” en los electrodomésticos? ¿Qué hay de la instalación de termostatos?
Desde hace años, los organismos internacionales y los fabricantes de electrodomésticos y equipos de climatización están trabajando en orientar los nuevos desarrollos tecnológicos hacia la mejora de la eficiencia energética de los equipos. Es muy recomendable que cuando tengamos que renovar algún electrodoméstico de la vivienda nos fijemos en el etiquetado energético y, si nos lo podemos permitir, optemos por los equipos con máxima calificación.
Respecto a la calefacción o la climatización, tenemos que tener en cuenta que es una de las principales fuentes de gasto de una vivienda y, por tanto, donde más podemos ahorrar. Los termostatos que regulan estos equipos son fundamentales para controlar el consumo. Otro elemento importante de control es el uso de programas en aquellos termostatos que lo permitan, ajustando el uso en función de nuestros hábitos de uso de la vivienda. Ahora mismo hay sistemas que nos permiten realizar estas tareas en remoto a través de un Smartphone.
-La Organización de Consumidores (OCU) ha recibido numerosas quejas por facturas extremadamente elevadas. ¿Cómo podemos contener la factura sin sobrepasarnos en estos momentos de confinamiento?
El confinamiento ha traído, entre otras cosas, un importante incremento del consumo en los hogares, lo que al final se traduce en un incremento del importe de las facturas. Aunque es cierto que en el caso de las facturas de gas se factura en muchas ocasiones por estimación de consumos históricos, es posible que nos encontremos que estas estimaciones se han ponderado teniendo en cuenta un exceso de consumo respecto al periodo anterior. El incremento del consumo en estos días es inevitable, pero podemos tomar medidas para reducir su impacto en nuestro bolsillo.
-¿Cómo ha afectado la pandemia actual a este tipo de consumo?
La pandemia ha tenido efectos desiguales en el sector de la energía. La demanda eléctrica global se ha reducido en un 14% con respecto al mismo periodo del año pasado. Esta reducción viene provocada por el parón en sectores como los servicios o la industria.
Sin embargo, en la economía familiar, como consecuencia del confinamiento obligado por el Covid-19, ha tenido el efecto contrario. Los incrementos de consumo en una vivienda han sido tranquilamente y dependiendo los casos de más del 30%. El recibo de la luz en un hogar que paga 950 € al año de luz puede ser de unos 20-25€ más al mes, sin contar el consumo en calefacción, que dependerá del tipo de sistema que tengamos en casa.
–¿Qué cambios se esperan en el sector después de la crisis sanitaria, habrá nuevas subidas de precio?
Realmente, al margen de la actual situación, ya estábamos en un momento en el que el sector estaba en plena transformación. Estos días el Gobierno ha enviado a las Cortes el primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética para alcanzar la neutralidad de emisiones a más tardar en 2050, que pretende ser además uno de los motores económicos para superar la crisis económica que viene.
Desde el punto de vista de precios de la energía lo cierto es que estamos en mínimos históricos de hace tiempo. Lo normal es que, con la vuelta a la nueva normalidad, el consumo de las empresas empiece a ir despuntando mínimamente, y el efecto de incremento de la demanda y la llegada del verano pueden provocar algún repunte en los precios, aunque cuando hablamos de la evolución de los precios de la energía es muy difícil acertar.