No es ninguna broma ni una de tantas fake news que circulan por las redes, es una realidad vigente. La ciudad de Yamato en Japón ha sido la primera en todo el mundo en prohibir el uso del móvil mientras se transita por sus calles. Una imagen muy común en los últimos años en los que legiones de personas no levantan la cabeza de sus dispositivos mientras caminan por las ciudades.
La nueva ordenanza ha sido aprobada por las autoridades competentes de Yamato, en la prefectura de Kanagawa, que articula la prohibición absoluta del uso del móvil mientras se camina por las calles, según reportan medios locales. Una medida que han creído muy necesaria dado el peligro que esta práctica tan común supone para los transeúntes.
La medida entrará en vigor el miércoles 1 de julio de 2020 y pretende concienciar a los miles de usuarios de smartphones que nunca deben hacer uso del mismo mientras circulan caminando por las calles, ya que se ponen en peligro y podrían hacerlo con terceras personas. Además en la orden se insta a que si es totalmente necesario usar el dispositivo en las calles, hay que apartarse a un sitio donde no entorpezcan ni molesten al resto de ciudadanos en tránsito por la ciudad.
El Ayuntamiento de Yamato cree que prohibir el uso del móvil por la calle reducirá los peligros para los transeúntes
Esta limitación de uso de los móviles en espacios públicos, como calles y parques, es la primera de estas características en aprobarse en el país nipón, y sin duda supondrá un interesante precedente, que ya muchos creen se generalizará por otras muchas ciudades de oriente y luego occidente. Y aunque el cumplimiento todavía será voluntario y no implica sanciones, no se descarta en un futuro la posibilidad.
Casi el 12% de los ciudadanos de Yamato utilizan mientras caminan sus dispositivos móviles, según arroja un estudio realizado con seis mil ciudadanos en la ciudad. Unas cifras que preocupan mucho a las autoridades que han decidido tomar estas medidas de contención, todavía informativas o a modo de recomendación, de una práctica peligrosa que va en aumento.