En estos momentos la Nube está dominada por empresas de EEUU y de China. Es cierto que muchas de estas compañías cuentan con Data Centers en Europa, pero esta presencia se ajusta al cumplimiento estricto de las exigencias marcadas por la legislación de la Unión Europea.
La realidad es que los reguladores del viejo continente no están siendo capaces de avanzar al mismo ritmo que la tecnología, por lo que la normativa europea resulta bastante limitada con respecto a áreas como el Edge, que es el punto en el que actualmente se crea la mayor parte de los datos producidos por vehículos, factorías, ciudades, hospitales, sensores IoT, teléfonos y todo tipo de dispositivos conectados.
Consciente de su situación de desventaja, y con los objetivos de alcanzar la independencia en el entorno Cloud y de recuperar la soberanía de sus datos para poder monetizarlos adecuadamente, Europa ha puesto en marcha el programa GAIA-X.
El primer propósito de GAIA-X es descentralizar la nube para que cada organización pueda poner libremente sus datos al servicio de su negocio. Esto es algo necesario, ya que el modelo impuesto por los grandes proveedores cloud dificulta que las organizaciones puedan mover sus flujos de datos de una nube a otra de forma sencilla y asequible. La funcionalidad “multicloud” se ha convertido en una tendencia que todas las partes defienden, pero la realidad es que en la práctica resulta complicada de alcanzar.
GAIA-X propone un sistema en red capaz de conectar los servicios cloud existentes, tales como AWS, Azure, Google y muchos otros, incluyendo a los proveedores europeos, con el fin de poder compartir datos y construir nuevos servicios conjuntamente. Además, quiere actuar como un repositorio en el que empresas y organismos pueden buscar servicios de datos de acuerdo a requisitos como, por ejemplo, el lugar de residencia del servicio, lo que podría ayudar a posicionar la oferta local.
GAIA-X no es un hiperescalar más, sino un sistema descentralizado en el que múltiples proveedores publican sus servicios
Gaia-X plantea su desarrollo en base a tres elementos fundamentales:
· Creación de una infraestructura de datos de próxima generación para los estados, empresas y ciudadanos europeos y sus socios globales.
· Cumplimiento con los más altos estándares en términos de soberanía digital y fomento de la innovación. La nueva infraestructura de datos debe suponer el origen de un ecosistema en el que datos y servicios permanezcan disponibles, recopilados y compartidos en un entorno de confianza.
· Foco en las necesidades precisas de los usuarios del continente europeo.
Gaia-X es un proyecto necesario para las empresas y organismos públicos europeos que, más concretamente, viene a dar respuesta a desafíos relacionados con:
· La disponibilidad de los datos: es imprescindible contar con una infraestructura de datos confiable, segura y transparente que pueda utilizarse como puente en el intercambio y procesamiento de la información, permitiendo economías de escala basadas en la disponibilidad de grandes conjuntos de datos en el continente europeo
· La innovación: se facilita la creación de un ecosistema digital que permita el desarrollo de productos innovadores y ayude a las empresas y modelos de negocio europeos a crecer y ser competitivos a nivel global.
· La soberanía de los datos: las ofertas de nube existentes están dominadas por proveedores no europeos capaces de escalar rápidamente sus infraestructuras, con un poder de mercado significativo y con el soporte de grandes capitales. En un escenario en el que las tensiones internacionales y los conflictos comerciales se acentúan en todo el mundo, Europa debe asegurarse poder establecer y mantener su soberanía digital de forma permanente.
A modo de conclusión, dos puntualizaciones que es conveniente no olvidar a la hora de hablar de esta iniciativa europea. En primer lugar, GAIA-X no es un hiperescalar más, sino un sistema descentralizado en el que múltiples proveedores publican sus servicios. Así, GAIA-X solo se encarga de comprobar que estos proveedores cumplen con los estándares de interconexión requeridos. En segundo lugar, GAIA-X no se ha puesto en marcha para competir contra los grandes hiperescalares de USA o China, sino para evitar posibles monopolios en un entorno tan estratégico como la nube.
Desde Omega Peripherals vemos que GAIA-X puede convertirse en una fuente de servicios para nuestros clientes, a los que podremos ayudar en tareas como la configuración y la adecuación de los mismos a sus entornos específicos. De esta forma, los departamentos de IT de las organizaciones tendrán esta parte cubierta y podrán dedicar su tiempo y sus recursos a tareas más estratégicas.
Por Miquel Morell, consultor de Omega Peripherals