IPSOS ha presentado los resultados de la 9ª oleada del Estudio KAR (Key Audience Research) de Reputación Corporativa en España, realizada durante los pasados meses de marzo, abril y mayo.
En esta ocasión, la 1ª oleada de 2011 ha contado con la participación de 300 políticos, analistas, académicos y periodistas, miembros de fundaciones y ONG’s, además de expertos en 2.0, que se han sumado al estudio por primera vez. Así, la edición del KAR sirve nuevamente para pulsar las opiniones de los diferentes públicos respecto a la coyuntura económica de España, anticipando las tendencias futuras.
Para el 37% de los encuestados, la economía evolucionará favorablemente a lo largo de este 2011, una tendencia positiva que se ha ido consolidando poco a poco en los últimos tres años tras el desplome del optimismo hasta el 5% que data de julio de 2008, coincidiendo con el estallido de la crisis financiera mundial. Periodistas y políticos son los públicos que más confianza tienen en esta mejoría (49% y 44% respectivamente) mientras que analistas financieros y directivos empresariales continúan siendo los más pesimistas (o realistas): la tercera parte (39% y 29% respectivamente) pronostican un empeoramiento de la situación de la economía nacional. Sin embargo, la mayor parte de los participantes auguran un estancamiento en la evolución de las principales firmas del tejido empresarial español para lo que queda de año.
Para Norman Kurtis, CEO de Ipsos España, “el Estudio KAR ha sido un excepcional testigo, desde julio de 2008, de una mejoría en la percepción de la evolución de la economía española y una herramienta utílisima que ayuda a clarificar el clima económico y financiero en el que se encuentra inmerso el país”.
Como en ediciones pasadas, el estudio KAR investiga sobre si una mayor intervención del Estado en la economía ayudaría a solventar más rápidamente la crisis, perjudicaría o tendría un efecto neutro. El 45% de los encuestados cree que, sin duda, un mayor intervencionismo ayudaría a salir de la crisis, veinte puntos por debajo del 66% que respondía afirmativamente a la misma cuestión en mayo de 2009. Y es que pese al clima de posible mejoría de la situación del país, casi la tercera parte (28%) considera que dicha intervención resultaría perjudicial, una cifra que triplica el 8% que aseguraba lo mismo hace dos años. El 15% asegura que no tendría un ningún efecto, y el 12% restante declara no tener una opinión al respecto.