Según un reciente estudio de la Red Española del Pacto Mundial de la ONU, el número de organizaciones españolas que informan sobre su contribución a los ODS ha aumentado significativamente desde la aprobación de la Agenda 2030, pasando del 32% en 2016 al 85% en 2021.
La divulgación de información no financiera o relacionada con los criterios ESG contribuye a gestionar el impacto de las empresas en la sociedad. Y resulta esencial para avanzar hacia una economía que combine la rentabilidad con la justicia social y la protección del medio ambiente.
Sin embargo, obtener información actualizada en estas materias constituye un gran reto. Las plataformas de gestión no sólo requieren la inteligencia necesaria para conectar, optimizar y automatizar dinámicamente todos los procesos de gestión de datos, sino que también deben minimizar las propias emisiones del software.
Eco-diseño por defecto
El sector digital tiene el potencial de reducir las emisiones totales de CO2 entre un 15% y un 20%. Pero, a su vez, es uno de los más contaminantes. Se estima que los data centers consumen alrededor del 1-1,3% de la demanda mundial de electricidad. Y la migración a la nube implica un incremento exponencial de la actividad on line.
Para aprovechar su capacidad de reducción de emisiones, las tecnologías deben diseñarse de manera que se minimicen sus efectos negativos. Este eco-diseño por defecto implica adoptar innovadoras metodologías que a su vez reducen costes y automatizan todos los procesos. La respuesta en el caso de las plataformas de gestión de la sostenibilidad es Sygris low-code.
Es un metalenguaje que abstrae la capa de programación mediante el uso de interfaces interactivas y genera el código necesario de manera transparente para el usuario, facilitando la creación de aplicaciones con un mínimo de programación manual; lo que permite a los desarrolladores ahorrarse toda la parte de infraestructura y la implementación repetida de patrones.
El low-code está transformando radicalmente el proceso de desarrollo de software
Economía y democratización, principales ventajas
La principal ventaja del low-code es la agilidad. En nuestro caso, Sygris Low Code ha conseguido crear aplicaciones más completas y robustas, reduciendo en más de un 90% los tiempos y costes de desarrollo en comparación a las soluciones tradicionales. Gracias a que el conocimiento de los desarrolladores esta más próximo al negocio que a la programación, se consigue una mejora en la eficiencia de gestión de un 200%.
En términos de sostenibilidad, calculamos que este ahorro en consumo energético y de recursos de programación se traduce en una reducción de emisiones que, combinado con otras aproximaciones como el Cloud Sustainability, alcanza el 98% frente a los desarrollos tradicionales.
Además, el low-code democratiza el desarrollo de software permitiendo que usuarios sin conocimientos avanzados de programación, pero que manejan los procesos de negocio, puedan crear aplicaciones y obtener el máximo partido a los datos de forma sencilla, intuitiva y ágil.
Un cambio sustancial
En la actualidad, la apuesta por reducir las emisiones contaminantes procede de diversos grupos de interés, incluyendo clientes, inversores, la administración pública y las propias empresas. Según los datos del Pacto Mundial, ocho de cada diez empresas españolas consideran la sostenibilidad una ventaja competitiva, y el 59% ya cuentan con algún profesional dedicado a temas ESG.
La sostenibilidad debe convertirse en una prioridad fundamental para los equipos y debe considerarse tan importante como el rendimiento, la seguridad, el coste o la accesibilidad. Se trata de aportar un cambio sustancial a la cultura del desarrollo de software en la industria tecnológica.
Por tanto, convertir los datos en la columna vertebral de la estrategia de sostenibilidad de las empresas utilizando herramientas digitales que producen un mínimo impacto medioambiental, que son eficientes y adaptables a la propia evolución del negocio, es tan sostenible como rentable.
