Que los equipos y centralitas IP ofrecen enormes ventajas prácticas y funcionales no es ya un secreto: son pequeños y multitarea. Lo que quizá muchos no se plantean es que, aunque el cambio supone una inversión, a medio plazo representan un enorme ahorro por dos vías una es mediante el hardware o equipamiento físico y otra mediante el coste de las llamadas.
El primero de ellos, el ahorro en hardware, es económico pero también de espacio. El equipo IP es un equipo integrado —centralita telefónica con líneas y extensiones, router, switch, firewal, VPN, print server, Gateway VoIP, videoconferencia…—, lo que significa que con un solo aparato podemos realizar multitud de funciones para las que de otro modo necesitaríamos máquinas independientes. Esto puede llegar a representar una importante reducción de los gastos derivados de su uso que, con las nuevas centralitas IPstage 1000 de OKI, pueden llegar a cifrarse en ahorros de hasta el 80%. Así, nuestras empresas ya pueden optimizar recursos a través del uso de una misma red que proporciona de forma independiente transmisión de voz y datos.
Históricamente y hasta la llegada de los servicios sobre VoIP, si las compañías demandaban servicios como extensiones remotas, multisedes, integración con otros fabricantes, distintos protocolos de VoIP, y conectividad automática con un Carrier IP, era necesario tener amplios conocimientos técnicos, incluso personal específico de mantenimiento y soporte, así como era necesario pasar por asumir un coste vinculado de 12 euros al mes por cada IP fija, además de 50 euros al mes por cada VPN, así como la contratación de tarifas IP con diferentes carrier IP. Esto causaba un alto coste tanto en instalaciones, como en personal, que muchas empresas no se podían permitir.
Con las centralitas IP, ya de entrada, no hay costes por mantenimiento de líneas y además, estaría el coste cero de las llamadas entre dispositivos IP, y por si fuera poco las empresas pueden beneficiarse de importantes descuentos en el coste del tráfico de llamadas. Esto es posible gracias a que la telefonía IP utiliza una red de datos, que no requiere para su transmisión la dedicación exclusiva y de pago de una red específica, como ocurre en la telefonía tradicional. Esta es la clave para reducir los costes para operadores y usuarios.
Por último, estaría la calidad en la transmisión de voz y datos. Para favorecer al máximo a las empresas, las nuevas centralitas incorporan la tecnología eSound, que mejora la calidad del audio, el SoftPhone Com@WILL permiten servicios como el filtro de llamadas, buzón de voz en el e-mail, la integración con la agenda del gestor de correo electrónico, o el desvío de llamadas a la oficina a teléfonos móviles que puedan estar situados en cualquier punto del planeta, sin cobro del establecimientos de llamada y a precios de llamada local con sustanciales descuentos para empresa a través del carrier IP más conveniente en cada caso y según sea la ubicación del móvil que recibe la llamada. Así, y gracias a las nuevas capacidades que incorporan las nuevas centralitas IP OKI convierte los móviles en extensiones vivas de sus centralitas, con capacidad para hacer negocio de forma continua en cualquier lugar del mundo y a precios sin competencia.
Un cambio de procesos
Pero hay muchos más aspectos en los que una centralita IP nos puede hacer ahorrar, desde el teletrabajo hasta la seguridad, al contar con firewall y VPN integrados. Precisamente una de las tendencias del mundo empresarial hoy día es el tema del teletrabajo, oficinas más pequeñas y trabajadores conectados desde casa. El ahorro está en el espacio, en la electricidad… y en la eficiencia. Con una centralita IP como la IPStage de OKI es posible establecer una LAN virtual que conecte un entorno de teletrabajo y la oficina utilizando funcionalidades seguras de enrutado VPN. Esto facilita a los teletrabajadores, por ejemplo, mantener videoconferencias con el equipo de la oficina con la mera instalación de un software. Además, en las oficinas pequeñas en las que los empleados tienden a estar fuera frecuentemente podemos evitar perder oportunidades de negocio con funcionalidades como la mensajería de bienvenida o el buzón de voz.
Por último, la instalación de una centralita IP influye directamente sobre las políticas de responsabilidad social de la empresa. El hecho de que se trate de un equipo integrado repercute también en el impacto medioambiental, tanto desde el punto de vista de la fabricación (menos emisiones), como desde el energético.
Como muchas de las nuevas tendencias en tecnologías de la información, las centralitas IP ya no tienen nada que demostrar a las empresas. Sus beneficios técnicos son palpables e inmediatos, el retorno de la inversión está asegurado y además, por sus características, también son amigables con el medioambiente. Sólo hay que plantearse buscar la solución que mejor se adapte a las necesidades de la compañía, ¡y empezar a trabajar de forma más eficiente!