En un entorno que cambia más rápido de lo que nadie podría haber imaginado, el cloud computing como habilitador del lugar de trabajo digital se ha convertido en un salvador tanto para los usuarios individuales como para las empresas.
Una investigación del pasado año, realizada para GTT, afirmaba que los responsables de TI esperaban que el 50% de sus cargas de trabajo operaran en el cloud en 2020. Es probable que el coronavirus solo haya alimentado este movimiento. A medida que los países se han involucrado en políticas de confinamiento, el teletrabajo se ha convertido en una nueva norma de las compañías. Ahora, muchas dependen de aplicaciones y servicios en la nube, como los equipos de Microsoft, para mantenerse conectados y continuar el negocio como de costumbre.
Sin embargo, el aumento del uso de la nube también introduce más tensión en lo que, a menudo, son plataformas de red de telecomunicaciones insuficientes. Para acceder a los servicios “cloud” de manera segura, remota y eficaz se requiere una conectividad fiable. Las organizaciones necesitan una red de telecomunicaciones troncal robusta que pueda garantizar la seguridad, la baja latencia, la flexibilidad y la resiliencia.
La oleada híbrida y multi-cloud
Dado que las empresas tienen que responder a las crecientes demandas del uso del cloud, existe un impulso para avanzar hacia los modelos “cloud-first”. El mercado está adoptando despliegues híbridos y multi-nube. En una encuesta realizada a usuarios de nubes públicas por la firma de analistas Gartner, un 81% de los encuestados ha trabajado con dos o más proveedores de “cloud” públicos.
A medida que las empresas buscan transformarse digitalmente, la nube híbrida proporciona flexibilidad y agilidad, permitiendo a las empresas distribuir las cargas de trabajo tanto en la nube pública (hiper-escaladores) como en la nube privada ‘on-premise’. De esta forma, las organizaciones pueden decidir qué aplicaciones y sistemas de negocio se gestionan en la nube pública y cuáles funcionarán en la nube privada en función de las normativas, políticas y funcionalidades prácticas.
El multi-cloud funciona como una variante de la nube híbrida, optimizando la capacidad de operar a través de múltiples nubes públicas, como Microsoft Azure, Amazon Web Services y Google. Esto permite a las empresas gestionar diferentes procesos de negocio a través de una mezcla de ofertas de nubes públicas.
Frecuentemente, se adopta un enfoque híbrido para satisfacer las necesidades normativas y de seguridad de los distintos mercados y se apoya en la necesidad de impulsar la eficiencia operativa. Sin embargo, las intenciones de adoptar un enfoque híbrido a menudo pueden ir acompañadas de confusión sobre cómo realizar este cambio y cómo configurar correctamente la red de área amplia (WAN) para apoyar este paso.
Satisfacer la demanda para el futuro
Dado el clima actual, y los desafíos en torno a la conectividad “cloud”, las organizaciones están pensando cada vez más en cómo gestionar la red subyacente, a medida que se acercan más a las aplicaciones nativas de la nube y se alejan de los sistemas monolíticos y heredados. Las empresas están tratando de entender cómo apoyar las aplicaciones en la nube que requieren una mayor flexibilidad, agilidad y escalabilidad de forma segura.
La investigación realizada para GTT mostró que el 26% de los encargados de la toma de decisiones en materia TI han adoptado un enfoque híbrido para favorecer la conectividad a las aplicaciones en la nube, asegurándose de que tienen la flexibilidad de elegir la mejor opción de infraestructura de red para cada aplicación.
La optimización de la red para apoyar las aplicaciones basadas en “cloud” es fundamental para lograr la transformación digital. A medida que las organizaciones migran de una arquitectura de centros de datos concentrados geográficamente a una arquitectura “cloud” más dispersa, se requiere una mayor agilidad de la red de telecomunicaciones. Para realizar el cambio de manera eficiente, se está adoptando un enfoque definido por el software (SD ). La misma investigación mostró que el 68% de las empresas planea utilizar SD-WAN como parte de sus estrategias WAN 2020.
SD-WAN hace que las redes sean más fáciles de configurar para que las empresas puedan asegurarse de que el tráfico se redirecciona por la vía más directo y de baja latencia hacia las aplicaciones con funciones más críticas. El enfoque de SD-WAN es flexible y puede ser automatizado, permitiendo a las empresas hacer mucha orquestación, lo que antes era difícil con el enrutamiento tradicional.
Descubriendo el retorno de la inversión de SD-WAN
Un estudio realizado por Forrester Consulting demostró que una empresa que utiliza SD-WAN puede generar un retorno de la inversión del 213% y un período de recuperación de la inversión de menos de seis meses. Para obtener todos los beneficios de SD-WAN sin el riesgo de costes impredecibles y complejidades operativas, las empresas deberían considerar la posibilidad de trabajar con un proveedor de servicios gestionados (MSP).
Seguir la estrategia del «hágalo usted mismo» puede parecer más rentable. Sin embargo, las empresas deben tener en cuenta los costes ocultos que pueden surgir al elegir este método, incluyendo la configuración de la infraestructura, el soporte y el mantenimiento continuo, que pueden aumentar significativamente el coste total de propiedad (TCO). Recurrir a un proveedor de soluciones SD-WAN especializado para diseñar, implementar y optimizar el servicio tendrá un impacto positivo en el resultado final y se ahorrará dinero a largo plazo.
Cuando SD-WAN se combina con lo que comúnmente se conoce como servicio “cloud connect”, una conexión privada segura, de baja latencia y bajo coste que ofrece acceso directo a los proveedores de servicios en la nube, ayuda a mejorar el rendimiento de las aplicaciones “cloud” limitando cualquier problema de red. Mediante modelos fijos de precios de acceso a la nube, los costes de transferencia de datos se reducen radicalmente y se puede acceder a las cargas de trabajo de la “cloud”utilizando una conectividad que cumpla los requisitos de ancho de banda flexible. Trabajar con un proveedor de servicios para conectarse directamente a los diferentes proveedores “cloud” puede eliminar gran parte de la preocupación relacionada con el posible deterioro del servicio para los usuarios dispersos por todo el mundo.
La adopción de la “cloud” no tiene fin a la vista, desde los acontecimientos de este año que han acelerado el paso a la “cloud” para muchas empresas, hasta el cambio en curso a medida que las organizaciones reequilibran los gastos en capital y los gastos operativos en línea con los requisitos para ganar elasticidad y escala. A medida que aumente la dependencia, también lo hará la demanda de una red “cloud” optimizada que pueda garantizar seguridad, resistencia, flexibilidad y agilidad.
Para que la migración “cloud” sea perfecta, es fundamental trabajar con el proveedor adecuado que pueda ofrecer la experiencia, las herramientas y servicios de red de telecomunicaciones. Entre las consideraciones fundamentales deberían figurar la conexión e integración con una red de telecomunicaciones mundial segura, la transferencia de las cargas de trabajo entre las infraestructuras privadas y públicas y el aprovechamiento óptimo del gasto en TIC.
A medida que las empresas se adaptan a la «nueva normalidad», en la que el acceso seguro y el rendimiento garantizado de las aplicaciones en el “cloud” son fundamentales, la conectividad directa con los diferentes proveedores” cloud” se ha convertido en una parte integral de la estrategia de la red.
Por Rajat Mahajan – Hybrid Cloud Manager, GTT