Aunque no aparece definida como una estrategia dentro de los departamentos de TI de las empresas, lo cierto es que la sostenibilidad se haya escondida en cada una de las prioridades de éste. En la actualidad, ningún proceso es viable sin tener en cuenta a la sostenibilidad.
Bien sea por imagen y reputación, bien sea por aligerar costes o bien por una preocupación cierta por la conservación del planeta, lo cierto es que la sostenibilidad tiene cada vez una mayor influencia en las políticas de las empresas. Como los departamentos de TI están cada vez más alineados con el negocio no es sorprendente que también se incorpore a las prioridades de CIOs y responsables de TI de las organizaciones. Quizá estos departamentos, sin darse cuenta, fueron los primeros que incorporaron hace años a la sostenibilidad dentro de sus estrategias ya que empezaron a abordar el ahorro de costes energético como una de las prioridades para empezar a utilizar equipamientos con menores consumos o máquinas que permitieran un menor gasto en otros aspectos: por ejemplo la impresión a doble cara.
Ejemplos se pueden encontrar infinidad, pero hace unos años nadie creía que estaba siendo más sostenible por el simple hecho de ahorrar costes. Ahora, no sólo se persigue ese objetivo, sino que además, los CIOs son conscientes de la importancia de establecer políticas sostenibles. Una políticas que no encabezan la estrategia de cada departamento, pero que si están insertadas en cada una de las acciones que se llevan a cabo: desde la programación de aplicaciones hasta la contratación de cualquier servicio.
En este sentido, las empresas tecnológicas han realizado una labor fundamental: llevan años haciendo pedagogía entre los responsables de los departamentos tecnológicos sobre las bondades que tiene aplicar el factor sostenibilidad dentro de sus esquemas de trabajo.
La presencia de la sostenibilidad en los departamentos TI está directamente condicionada por la conciencia que exista en el conjunto de la empresa sobre esta materia. En este sentido, si bien las empresas han comenzado a desplegar sus estrategias de sostenibilidad y alineamiento con los ODS, todavía nos encontramos en una fase inicial. La conclusión del ’Barómetro ODS 2022’, impulsado por Esade, en colaboración con SEIDOR y United VARs, es reveladora al señalar que sólo un 34% de las empresas españolas tiene, hoy, una estrategia empresarial alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Según este barómetro, las empresas que han empezado a alinearse con los objetivos de sostenibilidad lo han hecho con una finalidad de ahorro de costes y priorizando acciones con un impacto directo en la reputación.
Lo cierto es que los departamentos TI están empezando a contribuir a la sostenibilidad, con la implantación de soluciones con un impacto positivo en el entorno, por ejemplo, mediante la migración a la nube, para reducir la huella de CO2, o a través de la implantación de herramientas facilitadoras del seguimiento y medición de los principales indicadores de sostenibilidad.
Nos encontramos en un momento de cambio que lleva gestándose hace tiempo. Y es que tal y como afirma Núria Arocas, especialista en sostenibilidad de HP Iberia, “no solo los departamentos de TI han cambiado por completo su visión general de la sostenibilidad, sino que las empresas han adaptado su concepción de la sostenibilidad a la realidad inminente. La sostenibilidad, tal y como se concibe ahora mismo, es una necesidad del ecosistema global. Todas aquellas empresas que quieran seguir siendo relevantes deben adaptarse a las nuevas realidades y en este caso lo vemos con la sostenibilidad. Se debe tener en cuenta desde la base de la organización definiendo su misión, en las estrategias empresariales, en toda la cadena de valor y, a un nivel más general, ya vemos estos cambios también en los planes de los gobiernos, en los programas de educación y en los hábitos de consumo. Justamente, los consumidores son una de las piezas claves en este sentido, ya que vemos cómo cada vez la sostenibilidad es un factor determinante a la hora de optar por diferentes servicios y productos. Y es que las nuevas generaciones serán clave porque conseguirán que esta tendencia se incremente en el futuro y que la lealtad de marca esté directamente relacionada con la sostenibilidad de las empresas”.
No solo los departamentos de TI han cambiado por completo su visión general de la sostenibilidad, sino que las empresas han adaptado su concepción de la sostenibilidad a la realidad inminente
El proceso de incorporar la sostenibilidad a las estrategias de los departamentos de TI ha sido largo. Nos encontramos ante una simiente que ha tardado en prosperar, pero, al final, como una lluvia fina, ha calado por completo tanto a empresas como a departamentos de TI: “Los objetivos de sostenibilidad hoy ya están presentes en la mayoría de los despliegues tecnológicos de las empresas públicas y privadas y se están convirtiendo en un foco clave para sus departamentos de TI. La preocupación por la sostenibilidad a nivel social y gubernamental ha crecido en los últimos años y está influyendo, tanto en las decisiones de compra, como en el desarrollo normativo. La misma está cambiando el entorno competitivo de múltiples sectores como el industrial, la distribución, el Retail, etc. y, dado que las nuevas tecnologías y la digitalización son instrumentales en el despliegue de cualquier iniciativa de este tipo, la nueva agenda social y gubernamental en relación con la sostenibilidad también impacta a las estrategias TI de las organizaciones”, asegura Luis Aused, Chief Technology Officer de Kyndryl España y Portugal.
¿Cuestión de imagen?
La salud del planeta, digamos que no es excelente. No se encuentra en la UCI, pero todos los datos indican que sus habitantes van a tener que habituarse a vivir dentro de un enfermo crónico. Que éste pase a la UCI o pueda mantenerse vivo con medicación depende en buena medida de lo que cada uno podamos aportar. Y las empresas juegan un papel importante.
Es cierto, que en la era de las redes sociales donde una crisis reputacional puede dar al traste con las ventas de una compañía, la sostenibilidad puede ser un factor que haga que una firma pueda vender más. Así que, las organizaciones ¿son sostenibles por el mero hecho de que el departamento de marketing dice que lo son? ¿Acaso piensan en verde porque las nuevas tecnologías les permite reducir los consumos? Jaime Balañá, Manager Solutions Engineering Iberia & Latin America de NetApp considera que “tanto la preocupación que se tiene por la salud del planeta como el ahorro de costes han sido factores que han influido en la toma de decisiones, pero sin duda el principal de ellos es la preocupación por el planeta. Todas las decisiones que se tomen ahora serán cruciales para avanzar por el camino correcto. Creemos que la tecnología impulsa un cambio positivo que nos permite crear un mundo más sostenible, inclusivo y conectado”. En la misma línea se sitúa Pilar Codina, Sustainability Manager de Epson Ibérica. Su compañía, como buena organización nipona, lleva todo este siglo realizando innovaciones con la sostenibilidad como elemento número uno dentro de la estrategia empresarial a la hora de desarrollar e innovar productos. Su política de hecho, es que no se saca al mercado ningún producto en el que no esté impregnada la sostenibilidad. A pesar de ello, son conscientes de que el factor ahorro de costes combinado con sostenibilidad juega un papel fundamental dentro del departamento tecnológico: “Es evidente que todos los grupos de interés, administraciones, empresas y ciudadanía, debemos asegurar un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático y la necesidad de frenar la emergencia del planeta desde un punto de vista de la sostenibilidad. Pero también resulta evidente que la innovación avanza y existen desarrollos tecnológicos que, si bien requieren de una inversión inicial, van a asegurar mejores resultados en el triple balance: económico, medioambiental y social, para cualquier empresa. Sólo hay que pensar en eficiencia energética y gestión de residuos para entenderlo”, afirma Codina.
La sostenibilidad ha adquirido un protagonismo cada vez más relevante, tanto derivado por la mayor conciencia medioambiental como por la necesidad de aumentar la eficiencia energética. Es un hecho que la migración al cloud supone grandes ahorros respecto a modelos legacy que no permiten los mismos niveles de agilidad, escabilidad y optimización de recursos; se estima que la migración de aplicaciones y datos a la nube puede llegar a reducir el consumo de energía hasta un 30%, según datos de IDC. “Por este motivo, conceptos como infraestructura compartida y eficiencia en la utilización de los servidores empiezan a ser cada vez más planteados por los responsables de IT de las organizaciones con objetivo de aumentar la eficiencia del coste. Asimismo, cada vez más licitaciones incluyen parámetros de reducción de huella medioambiental entre los requisitos para compra y aprovisionamiento de infraestructuras de IT, y es una tendencia que se espera que vaya en aumento en los próximos años: la sostenibilidad, con métricas demostrables de reducción de emisiones de carbono, será un factor indispensable para trabajar con proveedores y soluciones cloud”, afirma John Gazal, VP Southern Europe & Brazil de OVHcloud.
El cambio de la empresa
El sector tecnológico es un buen testigo de la evolución que en materia de sostenibilidad han experimentado el resto de sectores. No es para menos, teniendo en cuenta que son uno de los principales responsables que se ha dado en la transformación que han experimentado las máquinas y las soluciones tecnológicas. Y lo que ven, en los últimos años es que las empresas son conscientes de que si quieren mantener su posición de liderazgo en el mercado y seguir siendo competitivas, la sostenibilidad es un valor al alza. Así por ejemplo, desde Samsung consideran que “ las empresas que aspiran a liderar el futuro deben tener un rol activo y ejemplar y garantizar la sostenibilidad en todos nuestros ámbitos de actuación. Evidentemente en lo medioambiental, pero también en lo económico y social. Y es en lo social donde enmarcamos nuestro programa Tecnología con Propósito cuyas actividades llevan ya 10 años impactando de manera positiva en el mayor número de personas rompiendo barreras a través de la tecnología. Esta misión se materializa en cuatro pilares: educación, cultura, empleabilidad y bienestar. Las iniciativas con impacto social que llevamos a cabo desde nuestro programa repercuten sin duda de forma positiva en la imagen externa de la compañía. Al mismo tiempo, supone una conexión mayor y más alineada con los valores y preocupaciones de los consumidores actuales, especialmente, entre las generaciones más jóvenes. Tenemos la responsabilidad de establecer una cadena de valor con conciencia ecológica a través de nuestras tecnologías y productos innovadores, así como de proporcionar experiencias más valiosas y enriquecedoras a todos y cada uno de los consumidores”.
El sector tecnológico es un buen testigo de la evolución que en materia de sostenibilidad han experimentado el resto de sectores
El portavoz de Kyndryl cree que “las prioridades de las empresas y organismos públicos se centran hoy en cómo avanzar en sostenibilidad y en cómo transformarla en una ventaja competitiva. Para ello, se necesita definir unos KPIs consistentes, integrarlos en la estrategia global, monitorizarlos para detectar problemas y utilizarlos para la toma de decisiones correctivas o de mejora. Las TIC, como hemos señalado, son un factor clave en estos procesos por lo que, en los próximos años, veremos cada vez más proyectos de TI enfocados específicamente a la sostenibilidad, como el crecimiento de la importancia de los requisitos de sostenibilidad en el resto de las iniciativas tecnológicas. En la actualidad, las organizaciones también son cada vez más conscientes del coste medioambiental y empresarial que tiene el manejo y el almacenamiento de la información, por lo que crecerá el número de iniciativas dirigidas a fomentar la cultura de los datos entre todos los empleados, a limitar el volumen a la información a los datos con un valor real para el negocio y sobre los que se pueda actuar, y a optimizar su aprovechamiento con las más avanzadas tecnologías de IA, ML y Cloud. Las empresas, con presupuestos limitados, también se volverán cada vez más selectivas en sus inversiones, optando por un uso más inteligente de las TIC y por aquellos proyectos tecnológicos orientados a la sostenibilidad que también estén alineados con los objetivos de optimización de procesos y costes propios de cada organización”.
Puntos a mejorar
A pesar de que muchas compañías del sector ya llevaban tiempo incidiendo en las bondades de las sostenibilidad es ahora, cuando todas parecen ir de la mano. Incluso aquellas que hace unos años eran más reticentes a cambiar sus modelos de negocio por políticas más sostenibles, han incorporado la sostenibilidad a sus estrategias, aunque también es cierto, que en algunos casos presionadas por los organismos públicos como ha ocurrido con Apple y su tradicional resistencia numantina a cambiar su cable “lightning” de sus smartphones.
Lo cierto es que el sector todavía puede avanzar mucho. Así para Pilar Codina de Epson, “el sector TIC debería mejorar su toma de decisiones, poniendo en valor qué ofrece cada una de las innovaciones, equipamientos y servicios a incorporar a la empresa desde el punto de vista de qué impacto supone tanto para la empresa como para su entorno. Más allá del coste de inversión, se deben tomar las decisiones teniendo en cuenta el coste total de propiedad y lo que supone en costes indirectos, como el consumo energético, la gestión de residuos o la fiabilidad de las tecnologías. Desde Epson ponemos todo a su disposición, especialmente a través de nuestro canal, para entender qué ventajas en sostenibilidad ofrecen nuestros productos para un mejor balance económico, social y medioambiental”.
El papel que debe jugar el sector TIC para que las organizaciones asuman la sostenibilidad como algo fundamental dentro de su estrategia es importante. Para Iván González Alvarez Marketing, Communication and Sustainability Director de Seidor, “el sector TI tiene una oportunidad para contribuir, desde su actividad, en todo lo relativo a la sostenibilidad, sobre todo, en una primera etapa, en la reducción de la huella de carbono. Las tecnologías limpias y la migración a la nube serán grandes facilitadores de la reducción de la huella de CO2. Además, las empresas tecnológicas pueden llevar a cabo acciones de sensibilización y dar ejemplo en esta materia, por ejemplo, explicitando en su catálogo de servicios y de soluciones cuál es su contribución a la sostenibilidad.”
La portavoz de HP cree que “todo el sector TIC debemos guiar nuestras iniciativas para transformar los modelos comerciales y desvincular el crecimiento comercial del consumo de recursos. Al centrarnos en estas áreas, seguiremos reduciendo nuestra huella medioambiental, ayudaremos a nuestros clientes a alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad y lograremos un impacto sostenible a largo plazo”. En este caso, esta directiva considera que sobre todo, hay cuatro puntos esenciales que el sector TIC debe mejorar y trasladar esa filosofía a los departamentos de TI:
• Circularidad del producto: mantener los productos y materiales en uso durante más tiempo, evitar los residuos en el diseño, mejorar la reparación, la reutilización y el reciclaje, aumentar la longevidad y poner en práctica modelos comerciales circulares
• Eficiencia energética: mejorar la eficiencia energética de los productos para reducir el consumo de energía de los clientes y la huella de carbono e hídrica en el uso de los productos.
• Materiales sostenibles: aumentar la eficiencia de los materiales, utilizar los productos químicos de forma responsable, usar más contenido reciclado y materiales renovables y afrontar el problema de los plásticos que terminan en los océanos.
• Positivo para los bosques: abastecimiento responsable de papel y envases, restauración, protección y gestión responsable de los bosques e inspiración para que el sector actúe.
Aumento de costes
Uno de los argumentos que habitualmente se esgrimen por parte de las empresas es el alto coste que determinados equipos y soluciones tienen. El marchamo de la sostenibilidad, no es algo que parezca afectar a sus decisiones. Esta actitud trasnochada también está cambiando: a la larga siempre será mucho más costoso mantener un equipamiento obsoleto que adquirir nuevas soluciones tecnológicas. En este caso, las grandes empresas tienen más claro que la renovación de determinadas máquinas les va a suponer más beneficios, traducidos en menores costes recurrentes, mayor productividad, mejora de la reputación que desventajas. Son las pymes las que son más reticentes a realizar determinadas inversiones, a pesar de que ahora se pueden beneficiar de los Fondos NextGen. En este aspecto, la portavoz de Epson asegura que “debemos romper ya con esa tendencia a mirar sólo el precio de tarifario. Son muchos otros los costes implicados en la adquisición de cualquier tecnología y, aunque el precio de salida pueda interpretarse como mayor, no siempre acaba siendo así. Se vienen importantes normativas que van a afectar y mucho a empresas que no tomen decisiones responsables y sostenibles, porque, al final, todo cuenta. Nuestra recomendación es atender a todos los aspectos: el precio de la tecnología en su totalidad, sumando lo que supone en consumibles, en gestión, en consumos, en pago de impuestos y en impactos medioambientales”.
El portavoz de Seidor, por su parte, cree que para cambiar la mentalidad de los más recalcitrantes, “es necesario tener una visión a largo plazo, que en el fondo esta es la visión que debe tener una empresa. El objetivo de cualquier orgnización es mantener su competitividad para perdurar en el tiempo y, para hacerlo posible, la inversión en innovación es clave. Así, la inversión en tecnologías sostenibles no es un freno para la compañía, sino que, al final, es una inversión que redunda en favor de la propia competitividad. La apuesta por las tecnologías sostenibles en las organizaciones es una inversión en innovación y en adaptación al cambio, vinculada a una nueva realidad social y empresarial, en la cual las compañías están llamadas a realizar actuaciones que contribuyan a avanzar a hacer de éste, un mundo mejor”. Núria Arocas de HP afirma que “en la realidad en la que vivimos todas las empresas tienen que darse cuenta de que la sostenibilidad ya no es una tendencia, sino la realidad que rige no solo los negocios, pero también las decisiones de compra y de consumo de la población. Por lo que es necesario que todas las empresas tengan como prioridad la inversión en sostenibilidad a pesar de los posibles costes asociados a ello. Además, aparte del factor en cuanto futuras ventas, existe la parte legislativa a la que las empresas tienen que adaptarse y, en muchos casos, adelantarse si quieren seguir siendo competitivas. Si esto no se tiene en cuenta, puede tener consecuencias negativas en la compañía como gastos imprevistos, retrasos o pérdida de clientes”.
Esta necesaria transformación y apuesta por las tecnologías sostenibles tiene que estar marcada muy bien a un plan futuro, ya que su implementación llevará muchos años, mientras que en el caso de las leyes nacionales o internacionales pueden cambiar de un momento a otro y más viendo el ritmo actual. “Ya hemos visto casos concretos que son una muestra más del inminente cambio que viviremos. Concretamente en el sector tecnológico se han alargado los periodos de garantía y servicio, se han creado etiquetas de eficiencia y se está trabajando en índices de reparabilidad. Y es fuera del sector tecnológico, ya hay regulaciones concretas sobre, por ejemplo, las emisiones o el plástico por lo que no es de extrañar que un futuro cercano veamos regulaciones específicas que afecten a nuestro sector con impuestos según la eficiencia energética o leyes que obliguen a incorporar material reciclado en embalajes y nuevos productos”, asegura la portavoz de HP.
Políticas a implementarse
La tecnología ayuda a las empresas a ser más sostenibles. No obstante, no puede hacerlo todo por lo que establecer una serie de políticas dentro de la empresa es una de las acciones más importantes a llevar a cabo. En este sentido, Jaime Balañá de NetApp asegura que “en primer lugar, para ser una empresa realmente sostenible hay que definir unos objetivos claros y alcanzables. Estos objetivos demostrarán un esfuerzo intencionado por ser más sostenible como organización, por servir a los clientes con soluciones más verdes y por medir el rendimiento medioambiental en todo el ciclo de vida del producto o solución. En segundo lugar, hay que cuantificar la huella de carbono de los equipos instalados en las instalaciones de los clientes para informar de las emisiones de alcance 3. En nuestro caso, tenemos el firme objetivo de aumentar cada vez más los esfuerzos para medir, supervisar e informar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero con un enfoque específico en la medición de la huella de carbono de nuestras soluciones de una forma más exhaustiva. Y hemos anunciado recientemente el compromiso de una reducción del 50% de nuestras emisiones en este alcance en 2030. En tercer lugar, es imprescindible mejorar la puntuación en materia de cambio climático, según órganos como el Carbon Disclosure Project (CDP)”.
También desde Samsung consideran la importancia de establecer unos parámetros. En este sentido, Beatriz Díaz, B2B Manager de la multinacional surcoreana, cree que “es muy importante tener un plan, definir una estrategia de sostenibilidad sólida y alcanzable, que esté alineada con los objetivos empresariales, y que marque una hoja de ruta hacia la dirección que la empresa quiere seguir. Una de las principales oportunidades es la implementación de procesos de digitalización en todos los sectores de la economía a través del desarrollo de TICs y del fomento de mercados electrónicos que fortalezcan los negocios digitales. La adopción de buenas prácticas digitales como, por ejemplo, utilizar tecnologías basadas en la nube que eviten el almacenamiento de gran cantidad de archivos. En definitiva, gracias a la tecnología, no solo mejoramos la eficiencia y la productividad, sino que también aportamos beneficios sostenibles”.
Líneas de actuación del sector TIC
Las compañías que conforman el sector tecnológico llevan tiempo trabajando en políticas de sostenibilidad. Cada uno considera unas líneas prioritarias sobre otras, pero todas tienen un objetivo común: mejorar la salud del planeta. He aquí algunas de ellas:
OVH Cloud: ha establecido un enfoque circular a través de su modelo industrial integrado y ya ha asumido los siguientes compromisos. Asimismo se ha comprometido a utilizar el 100% de energía con bajas emisiones de carbono para 2025, limitando el uso de la energía alta en carbono y apostando por las energías renovables y otras fuentes de energía con bajas emisiones de carbono. Además se ha propuesto contribuir “Zero Neto” en 2025, representando los alcances 1 y 2 casi el 40% de la huella de carbono de OVHcloud. El alcance 3, relacionado con la fabricación de componentes, piensa conseguirlo antes de 2030. Asimismo se ha comprometido a verter cero residuos en 2025.
Samsung: la multinacional surcoreana pone el foco en dos áreas principales como son la reducción del ritmo del cambio climático y la creación de una verdadera economía circular para utilizar los recursos de forma eficiente a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos que fabrican y comercializan. Entre las acciones destaca el programa ‘Galaxy Upcycling’, que promueve el reciclaje de los modelos más antiguos de smartphone Galaxy para que sigan siendo útiles y darles una segunda vida, reduciendo al tiempo la generación de residuos electrónicos. Además, desde hace ya algunos años, en Samsung emplean materiales más respetuosos con el entorno para el embalaje y empaquetado de sus productos, sustituyendo aquellos más contaminantes por elementos reciclados, bioplásticos y papel. En el caso de los smartphones Galaxy, el 100% del papel utilizado para su embalaje es reciclado. Del mismo modo, recurren a un código QR en muchos de nuestros productos para que los clientes puedan descargarse digitalmente las instrucciones de uso, logrando una considerable reducción en el uso de papel.
Epson: En Epson la sostenibilidad forma parte de su ADN. Desde su origen, hace más de 80 años, ya existe una idea de contribuir a la mejora de la sostenibilidad en el propio entorno del edificio principal de Seiko Epson Corporation. Han sido pioneros en muchas aspectos en sostenibilidad, y son la primera empresa tecnológica en recibir la certificación de una gestión alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Su tecnología está siempre en el podio en sostenibilidad destinando más de 700 millones de euros anuales para avanzar en esa innovación sostenible y hacia la descarbonización. La Impresión Sin Calor, la tecnología EcoTank, la impresión textil digital y el reciclaje de documentos con PaperLab son cuatro de sus grandes pilares.
HP: la multinacional norteamerica tiene una ambiciosa agenda, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que conecta a la organización con los temas más sensibles y urgentes a los que nos enfrentamos y en los que podemos generar un mayor impacto como marca: acción climática, derechos humanos y equidad digital. En el área de acción climática, la compañía tiene el objetivo de avanzar hacia una economía de cero emisiones netas de dióxido de carbono y totalmente regenerativa, al tiempo que diseña una de las ofertas de productos y soluciones más sostenibles del sector.
Kyndryl: gracias a su amplia oferta de servicios en diversos ámbitos de las TIC ayudan a sus clientes a reducir sus emisiones de carbono y a mejorar la eficiencia de sus parques informáticos y operaciones empresariales, siempre teniendo en cuenta que la sostenibilidad debe ser rentable para que las organizaciones la hagan parte de su día a día. De modo interno, la compañía ha puesto en marcha el programa Green Guild para impulsar la implicación de sus empleados, desarrollar soluciones para los clientes y respaldar su compromiso de reducir sus emisiones de carbono.
Seidor: El compromiso con la sostenibilidad de SEIDOR se sustenta sobre 4 pilares. El primer pilar es la gestión ética de la compañía, a través de la asunción de una serie de principios que fomentan la honestidad, la transparencia y las buenas prácticas. El segundo pilar está orientado a la prestación de servicios y trabajos respetuosos con el medio ambiente, con la incorporación de medidas como la gestión de residuos, la reducción de la huella de carbono, así como iniciativas de sensibilización. Un tercer eje pasa por el fomento de la diversidad laboral, con políticas de inclusión y de bienestar del empleado, así como medidas para desarrollar el liderazgo y talento femeninos. El último eje estaría orientado al promover el talento TIC, con la adopción de modelos flexibles de trabajo, planes personalizados de carrera e iniciativas para reducir la brecha digital y las desigualdades derivadas de la falta de acceso a la tecnología.