Que faltan profesionales de ciberseguridad es una realidad, pero seguramente tan real como que muchas empresas no acaban de asumir el nuevo coste de estos profesionales, ni la gran segmentaciĆ³n que existe en ellos. Es fĆ”cil encontrar ofertas de empleo en las que se busca un full stack security, un profesional de la seguridad experto en casi todos los campos, cuando en verdad lo que se necesita es un equipo de ciberseguridad.
Por supuesto estas realidades dependerĆ”n de la empresa contratante, su exposiciĆ³n, su tamaƱo, su parque tecnolĆ³gico, etc, pero esos perfiles multicapa suelen ser difĆciles de encontrar, caros y muchas veces con un conocimiento no tan amplio en cada tarea como se buscaba, porque en verdad lo que se intenta buscar es un unicornio.
MenciĆ³n aparte tienen las ofertas que solicitan amplia experiencia en productos totalmente opuestos, y que difĆcilmente uno puede haber trabajado, buscando el sĆmil futbolĆstico que tanto suele gustar, es como buscar un jugador que haya militado en el Real Madrid y el Barcelona, haberlos haylos, pero son los mirlos blancos en la bandada.
Es como buscar un jugador que haya militado en el Real Madrid y el Barcelona, haberlos haylos, pero son los mirlos blancos en la bandada
Creo que es el momento de hacer una gran sentada, que las empresas sean conscientes de quĆ© necesitan, quĆ© ofrece el mercado y como llegar a Ć©l. Pero no todo estĆ” en el tejado de los empresarios, los trabajadores tambiĆ©n deben ser conscientes de cuĆ”les son sus campos de experiencia, como aportar mĆ”s valor a su currĆculum, y sobre todo, tener claras las franjas salariales en las que pueden/deben moverse.
MenciĆ³n aparte para los recruiters, sin duda uno de los jugadores con una tarea mĆ”s desagradecida a los que, en muchos casos, ni siquiera se les ha formado para tal fin. Y esta falta de conocimiento del medio termina desembocando en unas acciones de puerta frĆa muchas veces solicitando skills que claramente no tiene el supuesto candidato o incluso ofertĆ”ndole trabajos jerĆ”rquicamente inferiores.
Lo que sĆ parece claro es que no estamos ante la burbuja que muchos pronosticaban, sino ante un nuevo paradigma laboral que quizĆ”s ha llegado de forma precipitada: toca adaptarse y sobrevivir.