El mundo digital o mejor dicho la Transformación Digital de nuestro mundo, va a una velocidad endiablada que está dejando al Homo Sapiens atrás. Si no evolucionamos permanentemente, nos quedamos obsoletos a toda velocidad.
¿Es esto algo nuevo? No, ni mucho menos. Desde que empezó la era industrial, el mundo ha evolucionado con la empresa como motor de cambio y el trabajador ha tenido que irse adaptando al cambio a lo largo de su vida. La gran diferencia es la velocidad del cambio.
En el siglo XX un trabajador podía perfectamente desarrollar toda su carrera en una empresa o sector evolucionando a lo largo de los años, pero básicamente haciendo lo mismo a lo largo de décadas. La experiencia consistía en hacer mejor y más rápido la función que se empezó a desarrollar en la empresa y con el tiempo cambiar de función y poco a poco (lustro a lustro) ir evolucionando hacia otras funciones.
Hoy en día todo es diferente. La tecnología ha hecho que los cambios no solo sean permanentes sino muy rápidos. El trabajador debe estar preparado para el cambio constante y el aprendizaje continuo es la única forma de mantener el estatus laboral.
Y quizás aquí empiezan las razones del desempleo en los extremos de la escala laboral. Los senior por falta de preparación y los jóvenes que comienzan por falta de expectativas, están quedándose fuera del mercado laboral.
Esta situación requiere acciones inmediatas orientadas al corto, medio y largo plazo.
La educación es la clave para la solución. A largo plazo es necesario cambiar la educación que damos a nuestros jóvenes. Hay que prepararlos para un mundo que evoluciona a velocidad de vértigo. Hay que desarrollar mucho más sus ‘soft skills’ que serán los que les permitirán diferenciarse y colaborar con las máquinas, que sus ‘hard skills’, que simplemente serán los que usen las máquinas para hacer el trabajo.
A corto plazo hay que lanzar una campaña de ‘reskilling’ (o recapacitación en español) a todos los niveles para que el trabajador del siglo XXI pueda adaptarse a los cambios
A medio plazo hay que redefinir las carreras profesionales y de hecho la vida entera, para adaptarse a un mundo en el que la tecnología es como la religión de la Edad Media y las máquinas ganan terreno día a día haciendo labores humanas hasta hace poco tiempo impensables. Hay que preparar al mundo para que el Homo Sapiens y las máquinas convivan en un mundo nuevo y totalmente tecnificado.
A corto plazo hay que lanzar una campaña de ‘reskilling’ (o recapacitación en español) a todos los niveles para que el trabajador del siglo XXI pueda adaptarse a los cambios actuales y a los que vienen.
Hablando de Homo Sapiens, leía recientemente (en la vida 3.0 de Max Tegmark) que tenemos que dejar la denominación de Homo Sapiens para pasar a ser Homo Sentiens. Sería algo así como dedicarnos a los ‘soft skills’ y dejar a las máquinas los ‘hard skills’.
¡Quizás sea la solución!