Colt acaba de compartir unas interesantes reflexiones sobre las claves para el futuro de las TI en el año 2017 que acabamos de comenzar hace unas semanas. El valor que aportan tanto la movilidad como el fenómeno cloud están más que asumidos y en continuo crecimiento, por la transformación digital que va calando en las empresas de todos los tamaños y sectores.
Este fenómeno hace que la dependencia de las conexiones a Internet sea cada vez mayor. Ese “hambre” de ancho de banda está redefiniendo la relación entre empresas y proveedores de las empresas tecnológicas. Éstas, en lugar de definir a las empresas como pyme o gran empresa en función de número de empleados o de su facturación, están empezando a clasificarlas en base al uso del ancho de banda.
De hecho, son precisamente las empresas con más consumo de ancho de banda las que están a la vanguardia de la transformación digital, tienen la nube implementada en sus organizaciones y por regla general son pioneras en sus correspondientes sectores.
Baste pensar en referencias como Uber o AirBnB para darnos cuenta que además de ser nativas digitales, son completamente dependientes de la nube. Y demuestran por sí mismas que el tamaño no importa: cualquier pequeña empresa (pequeña al principio, quizá) puede colocarse perfectamente a la vanguardia de la tecnología.
Son precisamente las empresas con más consumo de ancho de banda las que están a la vanguardia de la transformación digital
Por otro lado, la enorme reorientación hacia el consumidor final crea mayores dependencias sobre éstos, de tal forma que las empresas están centrándose (y las que no lo hayan hecho, ya pueden ponerse las pilas) en los clientes y en generar valor para ellos, y por suerte la nube les permite despreocuparse de la infraestructura necesaria para afrontar el día a día, el crecimiento (si se produce) y por supuesto los picos de recursos que puedan ser necesarios en situaciones puntuales como puede ser el lanzamiento de un nuevo producto o servicio. Morir de éxito es peligrosísimo, y por supuesto inaceptable.
Me vienen a la cabeza un par de casos: los habituales de una plataforma de ventas privadas, que cuando inician la disponibilidad de productos todas las mañanas, falla el inicio de sesión y te quedas fuera de juego perdiendo la oportunidad de la compra. Totalmente frustrante. Y el otro, una plataforma de pago de parquímetros, que recientemente heredó el legado de su predecesora, y en las primeras horas se quedaron absolutamente colapsados. ¿Problemas de ancho de banda? ¿De infraestructura hiperconvergente? Me da igual, la verdad. Parece mentira que esto suceda a día de hoy con tanta nube y pago por uso.
Sea cual fuere la causa, sabemos (al igual que las operadoras) que el ancho de banda se ha convertido en una mercancía esencial para la continuidad de cualquier negocio.