Nombre: Remedios Orrantia
Cargo: presidenta de la Fundación Vodafone y directora de RRHH y Property de Vodafone
Hijos: 2
Hobbies: lectura, padel y pasar el tiempo con familia y amigos
Estudios: Licenciada en Derecho y CC. Económicas por la Universidad de Deusto. MBA por el IE
Entrevistamos en «Mujeres TIC» a Remedios Orrantia, una mujer que preside la fundación de la operadora británica Vodafone y es la responsable de los recursos humanos de la compañía. Ha trabajado casi siempre en la industria de las telecomunicaciones además de dos experiencias en la farmacéutica Astra Zeneca y en Campofrío.
Entrevista con Remedios Orrantia, presidenta de la Fundación Vodafone y Directora de RR.HH. y Property de Vodafone España
¿Cómo llegó al mundo TIC?
Llegué un poco por casualidad y suerte ya que estaba en el momento y en el lugar adecuado cuando me llegó una oportunidad para adentrarme en este mundo, no la dejé pasar y gracias a ello es uno de los aprendizajes que me llevo en la vida. Empecé en consultoría y uno de los proyectos en los que trabajé fue con el Banco Santander que en esos momentos era uno de los socios de lo que fue el proyecto de France Telecom en España nada más llegar. Me vieron trabajar en este proyecto y cuando empezaron a montar el equipo de la actual Orange me llamaron, concretamente un 1 de agosto de 1998, y me incorporé al proyecto de France Telecom siendo la empleada número 6. Era un proyecto emergente pero ya se podía vislumbrar que era una oportunidad única por todo lo que iba a suponer en cuanto a cambio radical e introducir la competencia en el sector de las telecomunicaciones. Tuve la suerte de ser partícipe de ese momento en el que se pasó de ser abonados a ser clientes de una compañía, que son conceptos muy diferentes, y del empleado número 6 pasamos a ser casi 3.000 personas en aquella época por lo que fue una aventura maravillosa.
Por eso digo que aterricé en este sector un poco por suerte, con ganas de trabajar, sin ningún tipo de temor a acabar un proyecto un 31 de julio y empezar uno nuevo al día siguiente. Esto es lo que destacaría como aprendizaje, cuando eres joven hay que ser capaz de aprovechar todas las oportunidades, saber sacrificarse y tener valentía para tomar decisiones que luego te pueden ir abriendo la puerta a otras oportunidades.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
La capacidad de producir un servicio que sea valorado por la sociedad y sentir que participo en un proyecto con personas que son capaces de hacer evolucionar el entorno en el que estamos. He estado en otros sectores como el farmacéutico o gran consumo en los que el propósito de las compañías siempre ha estado muy marcado y creo que es importante ver que lo que produces o el servicio que das a la sociedad tiene un resultado y enorgullecerte de eso. Esa sería la primera parte que me gusta de mi trabajo y, en segundo lugar, me apasiona ser capaz de conocer y relacionarme con personas diferentes en sus distintos ámbitos, conocer sus puntos de vista… Siempre he tenido la ocasión de poder trabajar con gente estupenda y comprometida y eso es una maravilla porque me gusta el contacto con las personas.
En su opinión ¿qué es lo que falla para que las mujeres no apuesten más por el estudio de carreras STEM?
Creo que, en general, tenemos que acercar estas carreras ya que hay un déficit con las mujeres, pero también con los hombres. Las mujeres tenemos una forma de ser que es diferente a la de los hombres y hay que respetarla y es lo que nos hace ser muy especiales y esenciales para el mundo laboral. Por ello, no hay que caer en ningún estereotipo, cada uno tiene que ser uno mismo independientemente del género y desde el respeto, la comprensión y la colaboración es desde donde se construye la grandeza dentro de un equipo.
«La política de cuotas funciona siempre que el principal requisito sea el mérito»
En definitiva, tenemos un gran GAP en los dos géneros, pero más en las mujeres y eso hay que atajarlo a través de la educación y del acercamiento a las nuevas tecnologías desde edades tempranas. Nuestros niños y niñas deben tener la oportunidad de familiarizarse a través de formatos de aprendizaje basados en el juego, en aprender haciendo con las nuevas tecnologías. Así, cuando llegan a la juventud y tienen que decidir que estudiar a un nivel universitario, estas tecnologías ya habrán sido parte de su formación. Estamos fallando en el contenido curricular y en la metodología de aprendizaje pero estoy muy ilusionada porque creo que ahora, con esta crisis sanitaria que hemos vivido, se ha puesto de manifiesto la importancia de la educación y de su digitalización porque los niños y niñas españoles tienen las mismas capacidades que los niños de cualquier otro país para poder estar al mismo nivel e incluso por encima porque en España tenemos unos valores y disciplina que nos hacen especiales a la hora de competir con otros países.
Además de esto, la universidad tiene que ser más práctica y focalizarse más en el estudiante y en su desarrollo, no en marcar una diferencia con unos niveles de exigencia que a veces creo que son excesivos. También hay que fortalecer la formación profesional, familiarizarse con ella y no estigmatizarla. Hay formaciones técnicas que se pueden hacer a través de la formación profesional y que son muy interesantes. De hecho, desde Vodafone estamos en determinadas titulaciones para la formación profesional en torno al mantenimiento de las redes 5G y de fibra que van a tener muchísimo recorrido y para las que no se necesita una formación universitaria.
¿Cree que existe el “techo de cristal” en las empresas TIC? ¿Cuál debería ser la solución?
No pienso que exista ningún techo de cristal. No creo en los techos de cristal, creo en el trabajo, en el mérito, mi experiencia personal ha sido esa, creo en el sacrificio, en la valentía para tomar decisiones y creo en las mujeres sin imitar ningún estereotipo masculino y siendo ellas mismas. La mujer puede llegar donde quiera y todas las mujeres que han llegado a puestos directivos ha sido por mérito propio y porque indudablemente, no solamente mujeres sino también hombres, han visto la necesidad de hacerlas crecer en beneficio de la compañía en la que trabajan.
¿Una política de cuotas puede resolver el problema?
Cuando era más joven estaba en contra de la política de cuotas, pero ahora pienso que funciona siempre que se parta del mérito. Es decir, cuando hay una desigualdad como la que existe ahora en determinadas posiciones hay que forzar a las compañías a que se abran más y apuesten por la diversidad. Vodafone es ejemplo de ello, somos una de las empresas que más apuesta por la diversidad y el talento y eso hace crecer a las personas y a las organizaciones porque de ahí surge la innovación. Si esa diversidad no se produce de manera natural, entonces creo que si que es bueno establecer caminos que fomenten dicha diversidad y recurrir a las cuotas pero siempre, estableciendo como principal requisito el mérito.
¿Qué dificultades se encontró usted para llegar a la posición que tiene actualmente?
La verdad es que no he encontrado ninguna más allá del trabajo, el esfuerzo, la dedicación, la constancia, ser capaz de aguantar momentos complicados y saber sufrir porque no todos los momentos de nuestra vida profesional y personal son exitosos. Esas han sido las dificultades, las mismas que encontraría cualquier otro profesional
Un 35% de alumnos no logra ni acabar el bachillerato ni la FP equivalente, ¿está en la educación el problema de la falta de perfiles especializados?
Como comentaba anteriormente, la educación tiene áreas de mejora y la sociedad ha evolucionado más rápido de lo que lo ha hecho el sistema educativo, sobre todo estos últimos meses a causa de la llegada de la COVID-19. Para ello, se debe ayudar desde la colaboración público-privada y en la Fundación Vodafone hemos dado un paso al frente para aportar nuestro granito de arena y además tenemos la intención de aunar las voluntades de otras grandes empresas. De hecho, hemos creado la Alianza por la Educación, HAZ, junto con otras grandes corporaciones y fundaciones de este país porque es el momento de colaborar y de dar un paso al frente como sociedad civil para entre todos ayudar a las administraciones públicas competentes. La empresa tiene mucho conocimiento que podemos trasladar a la educación primaria, secundaria y a la FP por lo que debemos hacerlo ahora. No hay mejor política económica que un sistema educativo robusto en el que tengan cabida todos los niños y niñas independientemente de su condición socioeconómica y darles oportunidades de crecimiento, tanto personal como profesional, ahí es donde realmente está la capacidad de ser ciudadanos libres.
¿Le han servido los estudios que hizo para realizar su labor actual?
Sí. Soy abogado economista y tengo un MBA, invertí años en formarme en instituciones que me aportaran conocimiento pero sobre todo, me ayudaron a estructurar mi cabeza, a aplicar el sentido común, a razonar, a trabajar en equipo y a desarrollar habilidades. En mi época esto no estaba muy implementado dentro del formato de estudios universitarios pero es muy importante porque no solo hay que tener conocimiento, sino que hay que saber llevarlo a la práctica y hay que saber tomar decisiones y expresarlas.
Solucione el problema de la educación en España…
Como decía anteriormente, es el momento de hacer una reflexión sobre el modelo educativo que tenemos actualmente y la colaboración público-privada. Las escuelas deben a estar a la vanguardia en contenidos de digitalización y tecnología, y debemos asegurarnos de que el aprendizaje se produce al mismo ritmo que la evolución de la sociedad o incluso más rápido. Hay que eliminar la burocracia para avanzar con más rapidez, pero soy muy optimista porque creo que ahora es posible ya que veo más apertura y a la sociedad civil y a las corporaciones dando el paso. Los países donde mejor han funcionado los modelos educativos son aquellos donde la colaboración público-privada fluye de manera natural.
Si tuviera que aconsejar a un joven qué estudiar de cara a obtener un futuro laboral estable, ¿por dónde le orientaría?
Le orientaría primero para que se asegure de que haga algo que realmente le apasione. En segundo lugar, le invitaría a formarse en todas sus dimensiones, desde el conocimiento hasta las habilidades porque va a competir en un entorno global y más ahora con todo lo que estamos viviendo. Por ejemplo, el trabajo en remoto ha abierto un abanico de posibilidades para poder colaborar con personas de cualquier parte del mundo. En tercer lugar, le diría que se acostumbre a moverse en entornos multiculturales para que también pueda trabajar en equipo de forma más fácil. Por último, también le diría que todo esto lo haga con actitud: hay que saber esforzarse, ser respetuoso con los demás, escuchar, aportar, tener valentía… esos valores siempre van a funcionar.
¿Hacia dónde cree que va el sector TIC? En su opinión, ¿cuáles van a ser las tendencias que realmente van a transformar la sociedad?
Pues en los últimos meses se dice que estamos viviendo una aceleración digital que no se esperaba hasta dentro de 10 años, por ello creo que el futuro va hacia la digitalización, la realidad aumentada, la conectividad y el 5G abre un abanico de posibilidades inmenso para mejorar la productividad de las compañías. Todas estas tecnologías hay que incorporarlas a los nuevos modelos de negocio, estamos en un momento de crisis en el que muchos negocios tendrán que reinventarse. Ya nos ha pasado en otros momentos de la historia y hay que ser capaces de absorber los beneficios que estas nuevas tecnologías pueden aportar.
IA, automatización, robótica,… ¿de verdad cree que el futuro pasa por las personas?
Las personas van a seguir siendo la clave sin lugar a dudas. Estas tecnologías van a ser facilitadores del trabajo de estas personas, van a permitir que nos comuniquemos o hagamos compras quizá de otra manera, pero las personas van a seguir siendo claves. Teníamos miedo de que las tecnologías deshumanizaran las relaciones personales pero yo no he visto mayor humanidad, cercanía, y creación de comunidad que durante esta crisis sanitaria. Gracias a las nuevas tecnologías hemos podido estar más cerca, nunca nos hubiéramos imaginado que nuestros hijos estén presentes durante una reunión virtual de trabajo y que tu jefe los conozca. Eso ha sido gracias a las personas y las tecnologías simplemente lo han facilitado y lo van a seguir haciendo a lo largo de esta transformación que estamos viviendo. Tenemos que ser capaces de entender lo que estas nuevas tecnologías nos pueden aportar en este nuevo contexto.