El acto comenzó analizando qué es lo que significa un término que muchas veces, sobre todo en el caso de las pequeñas y medianas, las empresas no logran entender o lo ven como un elemento más de los fabricantes para vender sus productos. Para David Hildbrand, Visionary Manager de Silverstorm, la realidad es que “hace años que nos estamos digitalizando y mucha parte de esa transformación digital ha venido de parte del consumidor. En las empresas, se han adaptado ciertas partes del modelo productivo, pero hay que rediseñar toda la cadena de valor. Este es el principal reto. No se trata de que haya islas digitalizadas y el resto, no”. Por su parte, Fernando Carrión, Business Development Manager de Ricoh Spain IT Services afirmó que “hablamos de un componente tecnológico, que avanza de forma muy rápida. Los consumidores han sido los que han adoptado las nuevas herramientas de forma muy veloz. Esto obliga a las empresas a adaptarse desde ya a las demandas de los clientes”.
Para Manuel Domínguez, Country Sales Manager de PHC Software, “las empresas tienen que adaptarse porque las nuevas personas que entran en las empresas a trabajar, son nativos digitales y éstas demandan un amplio abanico de herramientas tecnológicas. La primera transformación viene por los propios colaboradores de la empresa. Nosotros hicimos un estudio en nuestra propia empresa y vimos que la gente de entre 25-30 años, como no la tuvieras motivada, su productividad se reducía y eso es porque no tienen las herramientas adecuadas”. Y es que la transformación digital no es sólo tecnología. Tal y como expuso Ángel García, Director de desarrollo de negocio digital de Oracle, “la transformación digital tiene más de transformación que de digital. Esalgo que es cultural, de capacidades de las personas, de cambiar procesos, de forma de trabajar… Una dificultad para las empresas es en qué espejo se miran a la hora de abordar la transformación digital porque no todos pueden ser Uber o AirBnB”. Aunque pueda parecer un término apabullante y novedoso, la realidad es que como señaló Eva Sánchez, Business Development Manager de Canon, “llevamos evolucionando mucho tiempo. La transformación digital nos ha obligado a pensar que hay que hacer un cambio de procesos, que además es cultural, para satisfacer las demandas del usuario. Cualquier proyecto, independientemente del coste que tenga, puede ser un fracaso si el usuario decide que ese proyecto no va con él. Un reto que conlleva es que es difícil cambiar la forma en la que hacemos las cosas”. En la misma línea se situó José Manuel Barrutia, Business Developer de Transformación Digital de Ibermática quien afirmó que “esto no es sólo tecnología. El usuario obliga a las empresas a que modifique los procesos. Aparece la intermediación, que abre muchas oportunidades. De esta forma nos encontramos con que hay empresas que ven a esta evolución como un riesgo y no como una oportunidad. Esas empresas se van a quedar atrás”.
El reto que conlleva la trasnformación digital es que es difícil cambiar la forma en la que hacemos las cosas
Durante el encuentro se puso especial hincapié en que la transformación digital no es algo nuevo, sino que lleva muchos años desarrollándose, aunque no siempre se le ha llamado así. Esa es la opinión de Miguel Ángel Turrado, Director General HP SCDS y Chief of Staff de HP Inc., para quien “la transformación no es nuevo. Lo digital es todo desde hace tiempo. Lo que ocurre es que ahora es mucho más global que todas las transformación es que ha habido antes. Afecta a todo: a la economía, la medicina o la política…”.
Qué le falta a la empresa
La realidad apunta a que la empresa necesita abordar esa evolución digital. Sin embargo, muchas veces no sabe cómo hacerla, ni que es lo que necesita. Para el portavoz de HP Inc., “lo primero es creerse que hay que realizar la transformación digital. Esto no es una opción, va en serio. Los taxistas pueden protestar, pero el mundo va hacia modelos tipo Uber o Cabify. El segundo aspecto es cultural: sacar a la compañía de su zona de confort. Para abordar la transformación tienen que adoptarla desde el máximo directivo al último trabajador. Todos los empleados tienen que ser cómplices de esta evolución”. Por su parte, el portavoz de Ibermática cree que el problema es que “se está abusando del término. Hay muchos proyectos que se están realizando y que hace tres años no se identificaban como transformación digital. Se trata de algo cultural y ver qué es lo que aporta a la compañía. Entre otros aspectos nos encontramos ante una cultura de compartir para que salgan los proyectos”.
“El término de transformación digital es tan amplio que a veces no es nada. Hay que explicar al usuario que es por ejemplo Big Data y para que le sirve. La transformación digital es un cambio cultural: cuando el usuario te explica cómo hace las cosas, muchas veces, se da cuenta de que su forma de trabajar es obsoleta. La transformación digital surgió con mucha fuerza y lo que hay que hacer es explicar bien qué es, porque para una empresa la transformación digital, a lo mejor es sólo cambiar su web”, aseguró la portavoz de Canon. Para apoyar esta opinión el portavoz de Oracle aseguró que “cuando surgió la revolución de Internet, también ocurrió algo similar a lo que está pasando ahora. La diferencia es que ahora el CEO tiene que ser el impulsor de que se cambie la estrategia de la compañía, ver qué tipo de transformación digital necesita esa compañía, etc. Hay que impulsar un cambio cultura desde arriba en el que el papel fundamental lo juega la cúpula directiva. Muchas veces se piensa en el cliente y a lo mejor lo que hay que cambiar son los procesos internos”. Por su parte el responsable de PHC Software cree que “hay que desmitificar la palabra. Que no nos pase como ocurrió el cloud. Porque si alguien va a la pyme y le habla de transformación digital, lo normal es que nos diga que eso no es para ella. Hay que explicarle por dónde tiene que ir para mejorar sus soluciones, sus procesos internos, su relación con el cliente… es decir se trata de coger el proceso que sea más importante para una empresa para que lo adopte. Eso sí, hay que implicar a todos y cada unos de los usuarios y empleados, no sólo a los responsables de un determinado departamento. No se trata de transformar todo de golpe, sino de identificar los procesos más importantes de una empresa y empezar por ahí”. En la misma línea se situó el portavoz de Ricoh que se mostró de acuerdo en que “la transformación digital tiene que implicar a toda la organización. Esta evolución requiere de acciones transversales para toda la compañía. Hay cosas más tangibles y otras más intangibles. En el segundo caso, por ejemplo, hay que dar formación. Entonces, ¿cuánto cuesta esa formación y para qué va a valer esa formación? Muchas veces nos enfocamos en determinados aspectos, y hay que encontrar la unión entre lo tangible [por ejemplo, una estrategia en redes sociales] y lo intangible [ la formación en esa estrategia]”. Finalmente, desde Silverstorm, su portavoz afirmó que “hay que tener una figura clara, un líder claro para hacer la transformación digital. A las organizaciones les falta ser más pragmáticas. La transformación digital es algo muy grande, y hay que ir poco a poco: no te puedes comer todo el pastel de un solo bocado”. En este sentido, Eva Sánchez de Canon, añadió que “da igual que estemos hablando de una empresa grande o pequeña. Hay que enseñarles que hay que ir yendo a las principales prioridades porque muchas veces la empresa no sabe lo que quiere”.
Qué es necesario
Una vez que las empresas saben que necesitan variar sus “costumbres” para adaptarse a la nueva realidad, el problema viene porque no sabén qué es lo que necesitan. David Hildbrand afirmó que las empresas se tienen que dar cuenta de que “no pueden seguir con un modelo productivo o comercial como el de hace 20 años. Tienen que repensar el modelo”. En ese nuevo escenario, según Fernando Carrión, “hay que redefinir el modelo de negocio que tiene la empresa y buscar el nuevo modelo de negocio. Por ejemplo, en el caso de una compañía como la nuestra dedicada al mercado de impresión, hemos pasado de vender máquinas a dar servicios de impresión. Incorporar un nuevo offering en la empresa y hacer que la balanza de resultados se equilibre es complicado, pero las empresas tienen que pensar en esos nuevos modelos de negocio”. Para Manuel Domínguez, “para hacer una correcta transformación digital hay que partir por áreas dentro de la empresa. Se trata de dar con la idea de qué puedo poner a funcionar digitalmente para conseguir mejorar”.
El papel del CEO es esencial en esta nueva redefinición de las empresas. Al menos así lo ve el portavoz de Oracle que cree que la estrategia digital debe liderarla obligatoriamente el CEO: “Se trata de proveer todas las capacidades digitales que sean necesarias; promover una cultura de agilidad diferente y definir la organización que se quiere dentro de esa nueva empresa”. En la misma línea se situó Eva Sánchez quien cree que “la transformación digital será una realidad cuando el CEO sea consciente de su importancia. Ahora el CIO se a acercado bastante al CEO. La evolución pasa por un cambio cultural en cualquiera de los colaboradores que tenemos en la empresa y teniendo muy claro que hay que abordar un cambio en los procesos”
Papel del CIO
Uno de los aspectos más destacados de esta nueva realidad es el papel que juega el CIO. Todos los informes y estudios señalan que uno de los mayores cambios se tiene que producir en este cargo: ya no debe ser sólo la persona que se encarga de elegir los servidores o de adquirir determinadas soluciones de software. Tal y como señaló Miguel Ángel Turrado de HP Inc., “el CIO tiene un papel muy importante pero también debe transformarse porque ha de jugar un papel importante y no ser una persona de tecnología sino una persona de negocio para aportar un valor diferencial a la compañía. Su papel es el de ser la unión entre la tecnología y el negocio”. Para el portavoz de Ibermática la clave es que “hasta ahora el CIO ha pensado de dentro hacia fuera. Ahora tiene que ser proactivo e ir de fuera a dentro. La palabra clave es la convergencia, para tener una visión de extremo a extremo amplia, para ver cómo apoya al negocio”. Para la portavoz de Canon, “todo en la empresa se tiene que transformar y el CIO juega un papel fundamental. Ya no se trata de que ponga tecnología. Ahora debe sugerir nuevos modelos de negocio y nuevas formas de hacer las cosas. El que no lo haga se pierde la oportunidad de formar parte de un cambio”. De la misma opinión es el portavoz de Oracle para quien “el CIO que ha estado pensando en el negocio es el que va a triunfar. Ya hay personal que ha llevado la transformación digital en sus departamentos a espaldas del CIO y eso no es bueno para la organización, EL CIO tiene que ser, junto con el CEO, el responsable de la transformación digital de una empresa”. Tal y como señalo Manuel Domínguez, “el CIO tiene que ser el maestro de la orquesta y recoger las necesidades de todos los departamentos de la empresa y de los usuarios y le de sentido a esa transformación digital”. Para el portavoz de Ricoh la clave es que “si el CEO no cree o no apuesta, por mucho que tengas un CMO en la empresa, no vas a conseguir nada. El tema del CIO es una gran oportunidad para él. Para mi el debate es CIO o CMO. Muchas veces el CIO está desconectado de forma total con el negocio”