Prácticamente cada semana algún gran servicio anuncia que sus servidores han sido comprometidos, y, por tanto, las cuentas de sus usuarios/clientes expuestas en Internet. Es por ello vital, tener una contraseña segura
De hecho, ya se sabe que existen al menos (las conocidas) 8.000 millones de cuentas comprometidas en todo el mundo. 1.000 millones más que personas hay en la faz de la tierra, que se dice pronto.
Esto es un problema real que nos debería preocupar a cada uno de nosotros. Alguien con tus datos de Facebook puede hacerse pasar por ti para, por ejemplo, pedirle dinero a un familiar tuyo.
También podrían robarte la cuenta bancaria, con todo lo que como ya te podrás imaginar va a conllevar.
Los riesgos de seguridad digital nos afectan cada vez más en nuestra propia vida, e incluso pueden ponernos, a nosotros, o a nuestros seres queridos, en un verdadero problema, haciendo que perdamos el trabajo por algo que nosotros en teoría dijimos en redes sociales, o divulgando dónde vivimos o qué ruta hacen habitualmente nuestros hijos para ir a clase.
A sabiendas de todo esto, lo mejor que podemos hacer es intentar crear contraseñas para nuestros servicios lo más complejas y seguras posibles.
Apunta estos consejos para tener una contraseña segura:
- Las contraseñas deben ser distintas para cada servicio.
- Cada contraseña debe contar, al menos, con 8 caracteres alfanuméricos que incluyan como mínimo algún carácter de puntuación, alguna mayúscula, alguna minúscula y algún número.
- Las contraseñas no deberían ser creadas con palabras o datos(fechas, nombres propios, etc.) reales, ya que hay sistemas (ataques de fuerza bruta mediante biblioteca de palabras se llaman) para descubrir contraseñas en base al conocimiento que tenemos del usuario (su idioma, su nacionalidad, datos a los que podamos acceder por redes sociales, etc.).
Como puedes ver, cumplir todo esto no es algo precisamente fácil de hacer y menos aún en todas y cada una de nuestras cuentas digitales, ya que requiere conocimientos técnicos y además hace que estas contraseñas no sean sencillas de recordar.
Ahí es donde entran los gestores de contraseñas como el que ofrece Ciberprotector y que básicamente se encargan de crear y almacenar de forma segura contraseñas para todos nuestros servicios, de manera que cuando tengamos que entrar en uno, no sea necesario que nosotros la sepamos.
Delegamos así la seguridad de nuestra cuenta en un servicio que está creado específicamente para ello, y que cuenta además con varias herramientas extra para mejorar nuestra seguridad, como es la creación de un doble factor de autenticación (una segunda capa que evita que, incluso si alguien consigue tener acceso a nuestra contraseña, no pueda acceder a nuestra cuenta) o una VPN (la manera más segura de conectarse a redes públicas como las Wifis de hoteles y cafeterías).
Este tipo de gestores de contraseñas los instalamos en nuestros dispositivos y a partir de entonces, siempre que necesitemos acceder a un servicio, la herramienta se encargará de copiar el usuario y la contraseña en el formulario de acceso.
Evitamos así olvidarnos de alguna de nuestras contraseñas, crearemos una nueva y distinta para cada servicio, y ésta contará con las medidas de seguridad adecuadas.
Tener una contraseña segura, más sencillo y útil imposible.