Check Point ha anunciado hoy una nueva herramienta de ciberseguridad para IoT. De esta forma, se convierte en la primera firma en ofrecer una solución de seguridad consolidada que fortalece y protege el firmware de los dispositivos de IoT, aportando una capa de seguridad frente a los ataques más sofisticados. La compañía proporcionará esta solución gracias a la adquisición de Cymplify, una startup con sede en Tel Aviv cuya tecnología se integrará en la arquitectura Infinity de Check Point.
La proliferación de dispositivos de IoT en entornos corporativos y personales, así como en los sectores industrial y médico, unido a sus naturaleza de debilidad inherente, han creado un punto ciego de seguridad que los ciberdelincuentes aprovechan para lanzar ciberataques de 5ª o incluso 6ª generación para comprometer la seguridad de estos dispositivos (como en las cámaras de vigilancia por IP), manipular su funcionamiento (hackeo de dispositivos médicos) o incluso tomar el control de infraestructuras críticas (como en plantas de fabricación, por ejemplo) que pueden derivar en daños sustanciales.
Check Point se convierte en la primera firma en desarrollar una solución de ciberseguridad para IoT
«El anuncio de hoy representa una muestra de nuestro esfuerzo continuo para proporcionar los más altos estándares de ciebrseguridad en todas las plataformas digitales», señala Dorit Dor, vicepresidenta de productos de Check Point. «Las 5ª y 6ª generaciones de ciberamenazas están aprovechando el creciente uso de plataformas nuevas y que todavía se encuentran en desarrollo, entre los que se incluyen los dispositivos de IoT que requieren ampliar las capacidades de las soluciones de seguridad cibernética. La incorporación de Cymplify a nuestra arquitectura Check Point Infinity reforzará nuestra capacidad para reducir la exposición de nuestros clientes a los ciberriesgos asociados al internet de las cosas, así como para abordar proactivamente las amenazas y vulnerabilidades relacionadas con la esta tecnología sin interrumpir las operaciones críticas», concluye Dor.