El ahorro en la inversión de capital es uno de los factores que se citan con frecuencia como elemento impulsor de las funciones de red virtuales. Es evidente que el hecho de compartir en servidores genéricos los recursos de computación y de almacenamiento entre diversas aplicaciones resulta más eficiente que fragmentarlos en sistemas dedicados en los que el software está ligado a un hardware que, con frecuencia, está infrautilizado.
Pero esto es sólo una parte de la historia de la Virtualización de Funciones de Red (NFV). Para muchos operadores, lo que justifica realmente la evolución hacia la virtualización es el impulso que dará a las capacidades de los usuarios finales. AT&T habla de la “nube de red definida por el usuario”, en la que los clientes con un simple click puedan acceder al servicio que desean de manera selectiva e inmediata. Otros operadores sin embargo están pensando en una oferta de servicios más flexibles que les permita acortar los plazos para la obtención de ingresos.
Un reciente estudio realizado por los Bell Labs y la firma de consultoría Arthur D Little, asegura que la automatización y simplificación asociadas a la funcionalidad NFV y las redes SDN pueden conducir a una gran reducción de los costes de operación. Tras el análisis de la estructura de los costes de operación de las redes en 35 países europeos que suman anualmente unos 150.000 millones de euros, el estudio concluyó que el impacto de la mejora de la eficiencia que se obtendría al incorporar las funcionalidades de NFV y SDN podría alcanzar una cifra de 14.000 millones de euros al año -cerca del 10% del volumen total de los costes de operación. Sin duda, otra buena razón para optar por la virtualización de las funciones de red.
NFV, una nueva era en las telecomunicaciones
Con el objetivo de reducir costes y asegurar que el servicio solicitado se facilita dinámicamente, es fundamental el desarrollo de portales de autoservicio, los cuales requieren un alto grado de automatización de los procesos de soporte de back-office; algo que garantizan los sistemas de soporte a las operaciones –OSS-, cruciales para el cumplimiento y el aseguramiento de la agilidad de los servicios.
En lugar de trabajar con los sistemas tradicionales existentes o introducir una nueva tecnología ha llegado el momento de reconsiderar un cambio radical en los sistemas OSS. La llegada de NFV, junto con la funcionalidad de redes SDN en la Red de Área Extendida (WAN), anuncia una nueva era en las telecomunicaciones y garantiza los cambios en los sistemas de procesamiento de back-office. Además, el rédito comercial de disponer de una forma adecuada de Gestión y Orquestación MANO de NFV – soportada en un sistema OSS dinámico – es enorme.
Los sistemas de gestión de recursos de nube más sofisticados han demostrado la capacidad de crear máquinas virtuales (VM) de forma instantánea y de lanzar los correspondientes servicios -bajo demanda-, apoyándose en las Funciones de Red Virtuales (VNF). Una serie de algoritmos inteligentes crean de la manera más óptima las máquinas virtuales VM facilitando un nivel de prestaciones con calidad de operador y maximizar los recursos de la red.
En un entorno tan dinámico, es vital que los sistemas OSS mantengan una visión actualizada de la totalidad de la red. Esto incluye disponer de información de los recursos consumidos por las funciones de las redes físicas, y no sólo por las funciones de red virtuales. Sin tal información, difícilmente se podrán implantar los procesos de TI automatizados asociados a la Gestión y Orquestación (MANO) de NFV – de acuerdo con las especificaciones del Instituto Europeo de Estándares de Telecomunicaciones –. Además es necesario mantener el ritmo de evolución de los Sistemas de Soporte a la Operación (OSS) para que la Virtualización de Funciones de Red (NFV) desarrolle todo su potencial.
Automatizar para simplificar, flexibilizar y ahorrar
Tampoco se pueden ignorar los sistemas OSS en el ‘encadenamiento de servicios’. En el mundo de las redes definidas por el usuario, los clientes pueden adaptar los productos y servicios. Con la funcionalidad de encadenamiento de servicios se activan de forma instantánea las funciones de red adicionales y se integran entre sí para crear nuevos servicios, utilizando probablemente otras funciones de las redes físicas.
Pero si las diferentes combinaciones de servicios se deben orquestar automáticamente, es necesario que primeramente estén definidas y configuradas en un catálogo -preferiblemente centralizado- en la capa de Sistemas de Soporte a la Operación OSS y de Sistemas de Soporte de Negocio BSS.
Cada servicio catalogado tendrá a continuación unas reglas específicas sobre cómo se asignan los recursos de TI y de la red para proporcionarlo. Por ejemplo, un cliente residencial de banda ancha podría desear añadir la funcionalidad de control paterno. Mediante la selección de este servicio en el catálogo, debería desencadenar -nuevamente, en un mundo ideal- una serie de procesos de automatización determinados por las políticas de los servicios para establecer en el router virtualizado un cortafuegos dedicado en cuestión de segundos o minutos.
Sin embargo, muchos de los sistemas OSS actuales no están preparados para gestionar la asignación dinámica de recursos asociada a las funcionalidades NFV o a las Redes Definidas por Software (SDN). Si se añade a la red un nuevo componente físico, se pueden requerir días o incluso semanas para asimilar este elemento en los sistemas de TI de procesamiento de back-office. Y lo mismo se puede decir para las funciones de NFV. Con este panorama, los costes de integración de los sistemas OSS se convierten en un quebradero de cabeza.
La mejor alternativa es un sistema OSS que no sólo acomode las nuevas funciones VNF de una forma rápida y sencilla, sino que además pueda mantener una visión actualizada de todos los recursos de la red. Una configuración con múltiples sistemas OSS, cada uno de ellos limitado a una cierta área o dominio, es inadecuada en un mundo en constante evolución que incluye funciones de redes físicas y virtuales.
Es posible conseguir los prometidos ahorros, pero para ello es necesario eliminar el cuello de botella en los sistemas OSS. Las plataformas de operaciones dinámicas – como nuestro software Motive – facilitan una nueva arquitectura a nivel de sistemas OSS con una visión unificada de todos los recursos de la red – con la abstracción necesaria para una mayor simplicidad operativa – y proporcionan la base para el cumplimiento y el aseguramiento dinámico de los servicios. Soluciones totalmente automatizadas y programables que identifican y resuelven los problemas potenciales antes de que se produzcan – con la ayuda de un sistema de analíticas de grandes volúmenes de datos “big data” – sin necesidad de realizar ninguna intervención manual.