Microsoft dejará de dar soporte a su sistema operativo Windows Server 2003. Esta situación puede tener un impacto muy negativo aquellas empresas que continúen utilizando este S.O. ya que, al no haber más actualizaciones del sistema por parte de Microsoft, la infraestructura de TI será menos estable y segura.
A pesar de que todavía quedan varios meses para realizar el proceso completo de migración de Windows Server 2003 a Windows Server 2012 R2, y de que tanto Microsoft como HP, el fabricante con mayor cuota de mercado de servidores x86 en el mundo, disponen de workshops y servicios destinados a que la migración sea un éxito, la realidad es que, una vez que pase el 14 de julio aquellas empresas que no hayan dado el salto a Windows Server 2012 se pueden encontrar con los siguientes problemas:
Incumplimiento de normas legales: Tras la finalización del soporte de Windows Server 2003, las organizaciones comprobarán que no son capaces de cumplir muchas normas y regulaciones propias del sector al que pertenecen. Como resultado, pueden perder volumen de negocio o pagar altas tasas por transacciones. Además, podrían verse envueltas en sanciones, con lo que aumentará significativamente el coste de hacer negocios.
Aumento de los costes de mantenimiento: Los servidores antiguos con Windows Server 2003 elevarán el coste de los sistemas de detección de intrusos y los firewall avanzados, pero además obligarán a segmentar la red de la empresa para aislarlos del resto de equipos.
Brechas de seguridad: Sin el soporte continuo de Microsoft, las instalaciones virtualizadas y físicas de servidores con Windows Server 2003 no pasarán ninguna auditoría de seguridad. Al no haber solución a vulnerabilidades del sistema, los hackers lo tendrán como objetivo preferido para sus ataques. Y por cierto, Microsoft Small Business Server (SBS) 2003 también se verá afectado.
Falta de nuevas funcionalidades: Llegado el 14 de julio, Microsoft deja de desarrollar y posteriormente liberar actualizaciones con nuevas funcionalidades del sistema. A modo de ejemplo y para ver el impacto que esto tiene, sólo en 2013 Microsoft liberó 37 actualizaciones críticas de Windows Server 2003 R2 bajo soporte extendido.
Hacia el Nuevo Estilo de TI
Además de todos los graves problemas a los que se enfrentarán las empresas si no comienzan el proceso de migración de Windows Server 2003 a Windows Server 2012 R2, no hay que olvidarse de la oportunidad que la decisión de Microsoft de finalizar el soporte abre para modernizar la infraestructura de TI de las empresas.
Elementos clave como la virtualización, Big Data, Cloud Computing, así como la reducción de gastos, el aumento de la flexibilidad y la mejora de la experiencia del cliente y de los niveles de servicio en aplicaciones antiguas pasan necesariamente por Windows Server 2012 R2.
Y es que la nueva versión del sistema operativo para servidores de Microsoft ofrece capacidades multiservidor que hacen que sea más sencillo desplegar las funciones y características de forma remota a servidores físicos y virtuales. Además, es posible agrupar unidades de disco para dividirlas en diferentes espacios que se utilizarán como discos físicos, con lo que esto supone en términos de ahorro de costes.
Una ventaja añadida es que a fin de evitar los problemas provocados por un exceso de sistemas, Microsoft permite elegir entre cuatro ediciones de Windows Server 2012 en función del tamaño de la organización y de los requisitos de virtualización e informática en nube: Datacenter, Standard, Essentials y Foundation.
Las dos primeras tienen una licencia por procesador más otra de acceso de cliente (CAL por sus siglas en inglés) y las dos últimas, pensadas para empresas más pequeñas, tienen una licencia por servidor con límite en el número de cuentas de usuario; 15 para Foundation y 25 para Essentials.
Proceso de migración
La migración de Windows Server 2003 a Windows Server 2012 debe seguir un proceso que evite cualquier problema en las labores diarias de las operaciones de las empresas. Ese camino incluye la evaluación y la preparación de cargas de trabajo y del software antes de hacer la hoja de ruta. Este apartado es también muy importante ya que un proceso de migración mal hecho puede ser muy negativo para la salud financiera y operativa de las empresas; por este motivo hay que tener en cuenta que:
– Las aplicaciones antiguas se deben actualizar y migrar, y a veces reemplazar.
– Las personalizaciones y las extensiones de código necesitan ser evaluadas para migrarlas o reemplazarlas.
– Todos los pasos dados deben obtener de la infraestructura de TI de las empresas el máximo rendimiento al menor coste posible.
Ante este proceso de migración todas las empresas pueden tomar tres caminos. El primero, y más obvio es no hacer nada. Esto evitará costes de migración y que haya interrupciones en el negocio hasta que se produzca una amenaza de seguridad o una auditoría no acepte nuestra infraestructura de TI. Lo peor de todo es que la empresa no podrá disfrutar de los avances en rendimiento, fiabilidad y funcionalidad que aporta Windows Server 2012 R2. Además, el entorno de TI y por lo tanto el negocio estará en constante riesgo.
La segunda opción es comenzar el proceso de migración, pero más tarde. De esta forma se evitarán costes y posibles interrupciones del negocio, pero sólo durante un tiempo. En este caso hay que señalar que cuanto más tarde una empresa en pasar a Windows Server 2012 R2, potencialmente serán mayores los costes y riesgos, sin olvidar que habrá más posibilidades de que durante el proceso de migración algo salga mal.
La tercera opción, recomendada por la totalidad de expertos es comenzar el proceso de migración a Windows Server 2012 R2 cuanto antes. En este sentido, tanto HP como Microsoft ofrecen workshops y servicios que reducen riesgos y minimizan las interrupciones de negocio, ya que ayudan a los clientes a diseñar el centro de datos que necesitan, permiten adaptarse al Nuevo Estilo de TI, garantizan la modernización de las aplicaciones y también permiten aprovecharse desde el primer momento de las funcionalidades de Windows Server 2012 R2.