Sage, junto con CEOE y AFI (Analistas Financieros Internacionales), ha presentado los resultados de un estudio global que destaca el impacto transformador de la factura electrónica en la eficiencia de las pymes, mejorando el flujo de caja y potenciando significativamente la productividad. Este avance se produce en un momento en que millones de pequeñas y medianas empresas en toda Europa están preparándose para adoptar esta tecnología.
En un evento celebrado recientemente en la sede de CEOE, las tres entidades examinaron las barreras que enfrentan las pymes en la adopción de la factura electrónica, subrayando cómo la colaboración entre el sector público y privado puede establecer una economía conectada en España y Europa, promoviendo su adopción para que las pymes aprovechen al máximo sus beneficios.
Las pymes podrían ahorrar más de 13.500 euros anuales y ganar 6 horas semanales con la factura electrónica
El estudio «Facturación electrónica: El camino hacia una economía conectada», basado en datos recopilados de más de 9,000 pymes en todo el mundo, revela que la adopción de la facturación electrónica puede generar un ahorro anual significativo de aproximadamente 13,500 euros por empresa, reduciendo casi a la mitad el tiempo dedicado al procesamiento de facturas. Además, destaca que un impresionante 77% de los líderes empresariales intervienen activamente cada mes para asegurar la puntualidad de los pagos, con un 40% haciéndolo semanalmente.
José Alberto González-Ruiz, secretario general de CEOE, explica que “La factura electrónica emerge como un componente esencial para mejorar todos los procesos de eficiencia. También se convierte, sin lugar a duda, en una herramienta estratégica. La aplicación de las tecnologías a la facturación y la aparición de las facturas electrónicas va a tener un impacto en lo que se refiere a la mejora de la eficiencia operativa de nuestras empresas, especialmente las pymes, contribuyendo a la trazabilidad de las transacciones, y sobre todo en la mejora de la productividad”
La factura electrónica en las pymes
La facturación electrónica no solo optimiza el flujo de información y minimiza los retrasos relacionados con las facturas, sino que también proporciona incentivos financieros que permiten a las pymes invertir en innovaciones tecnológicas. Esto puede llevar a un aumento potencial de la productividad laboral de la UE de hasta un 2.6% anual, si las pymes redirigen su tiempo de tareas administrativas a actividades de mayor valor, impulsando así el crecimiento económico general de Europa.
Según AFI, las pymes españolas y europeas recuperan la inversión inicial en el primer año de implementación de la facturación electrónica. Después de dos años, los ahorros generados por esta tecnología triplican y duplican los costos iniciales en promedio para la UE y España respectivamente. Además, la eficiencia operativa mejora notablemente, reduciendo en un 44% el tiempo necesario para procesar facturas, lo que equivale a un ahorro de 6 horas semanales por pyme.
En esa línea, Víctor Ausín, director general de Política Económica, Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, remarca que la adopción de la factura electrónica permite optimizar recursos “que se pueden dedicar a aumentar la dotación capital-trabajo. Esa relación lo que hace es aumentar la productividad de la economía. La liberación de horas improductivas que se podrían reasignar de la gestión de facturas y demás hacia otras labores más productivas nos permitirían liberar en torno a 400 millones de horas al año.”
Por su parte, José Luis Martín Zabala, Managing Director SAGE Iberia, concluye que “debemos ayudar a las pymes en su adopción de la factura electrónica a través de las ayudas financieras, como el Kit Digital, la certidumbre en los plazos de la implantación, la formación constante y continua, y la inversión en infraestructuras digitales que aseguren un intercambio de datos seguro, masivo, amplio y escalable”