Ramiro Larragán, responsable de Marketing de la División de Consumo de Huawei, me reconocía en el pasado Mobile, a pregunta mía, que su competidor principal es Samsung, muy por delante de Apple. Precisamente, la compañía de la manzana es de las pocas multinacionales de renombre que no han acudido al Mobile World Congress, y nadie la ha echado de menos.
Y es que, a falta de novedades de gran relieve, no ha pasado desapercibido en la feria la pugna entre la marca china Huawei y la coreana Samsung por demostrar quién lo tenía más grande (el stand). No me atrevo a asegurar de quién ha sido la ventaja.
Samsung organizó un mega evento para presentar su S9, con un alarde de medios y de invitados (partners, clientes y prensa de todo el mundo), que yo no he tenido ocasión de presenciar en toda mi vida profesional (por cierto, más larga de la que me gustaría presumir). Pero la firma china montó un stand que ocupaba gran parte del pabellón 1, con un despliegue de medios también impresionante: cientos de personas, decoración de alto nivel, presentaciones continuas de productos, catering permanente para los miles de acreditados…, realmente increíble.
Algún medio ha intentado calcular la inversión aproximada de estas compañías en el certamen barcelonés: se llega a hablar, en el caso de Huawei, de cifras superiores a los diez millones de euros: una auténtica barbaridad, que me encanta ver y contar porque inversión es.
Por lo demás, parece que se despejan los temores que han amenazado la continuidad de la capital catalana como sede del MGC. No por estar más claro ahora, dejó de haber una gran incertidumbre coincidiendo con la inauguración y la irresponsable espantada de la alcaldesa.
Podemos hablar, por tanto, de éxito de todos en la consecución del objetivo de asegurar el certamen en Cataluña. Conviene, de todas formas, no relajarnos y aprender de los riesgos y errores cometidos. No me cansaré de escribir que tener este evento en España es un bien tan enorme que perderlo sería una auténtica ruina.
Hay que insistir en la excelente organización del Mobile World Congress: están cuidados hasta los más mínimos detalles para que todo funcione como un reloj. Cuentan con la mejor ciudad para acogerla, un emplazamiento perfecto e infraestructuras de sobra. Pero que no se duerman: tienen que volver a potenciar las conferencias y la presencia de gurús de renombre que este año no han brillado como otros. No sé qué cifras de visitantes darán, pero yo he tenido la percepción de más número que en 2017. Y cuidado con los robos, que parece que han aumentado de manera alarmante…
