Es curioso: no llevamos un cuarto de este nuevo siglo y ya tenemos dos presidentes de gobierno que pasarán por méritos propios a la historia de España: Zapatero, como el más inútil (¡cómo nos dejó España!) y Mariano Rajoy, como el más torpe.
Convendréis conmigo en que un responsable político puede ser ser un malnacido, pero si gestiona bien, tiene un pase, y hay ejemplos. Un inútil o un torpe no se puede consentir. En general, se vota a un candidato para que te resuelva los problemas y, sobre todo, sobre todo, para que no los cree.
No voy a ser tan ciego de culpar a Mariano Rajoy del problema que han generado el grupo de INSOLIDARIOS (éste es mi calificativo para los partidos que, saltándose la ley, quieren proclamar la independencia de Cataluña), pero sí de su agravamiento con la injustificable gestión policial del 1-O. Le prepararon una trampa en la que cayó como un niño pequeño: hasta ese momento, Puigdemont no tenía el apoyo de nadie y ahora han conseguido que el mundo hable de ellos.
No voy a ser tan ciego de culpar a Mariano Rajoy del problema que han generado el grupo de INSOLIDARIOS
Como dice mi redactor jefe, el bloque independentista tiene un plan para conseguir su objetivo, que puso en marcha hace años, frente a los constitucionalistas, que siempre han carecido de él. Los primeros han conseguido ventaja, como sostengo, por culpa de Rajoy. Y de la respuesta de éste depende que el problema coja una deriva sin vuelta atrás: dentro del plan aludido, les queda conseguir un mártir (un muerto y, si pueden ser más, tanto mejor) que consolide el favor internacional.
Si Mariano Rajoy suspende la Autonomía sin dar una alternativa o empieza a meter gente en la cárcel, esos que hasta ahora han estado paraditos en casa -(¿alguien ha caído en que el 1-O no hubo un solo incidente con los antisistema, con ausencia de quema de contenedores o rotura de escaparates, como hacen cada vez que tienen una oportunidad?), controlados, ¡Dios mío!, por partidos de la derecha-, saldrán a la calle para lograr ese objetivo de conseguir muertos, que es la única salida que les queda.
Va a haber declaración de independencia, entre otras razones, porque está en el plan y porque no tienen alternativa: si se echan para atrás, la turba que han envenenado acabaría con ellos con el mismo insecticida.
Hay dos millones de catalanes que no quieren ser españoles: no se les puede meter en la cárcel por ello. Yo al menos, no quiero estar con alguien que no quiera estar conmigo. Por tanto, es necesario preguntar. Primero, a todos los españoles para cambiar la Constitución y, mediante ésta, al conjunto de catalanes para que decidan dónde quieren estar.
Que nadie tenga la tentación de decirme que esto no tiene nada qué ver con la tecnología y la Informática, leitmotiv de esta web: entre gente de bien, tenemos que encargar una APP, basada en inteligencia artificial (porque la otra no sirve), para hacer desaparecer a esta panda de políticos ineptos que solo miran por sus intereses personales. El momento y la situación, muy grave, lo requieren.