INTERXION sostiene que uno de los aspectos más importantes de un centro de datos es la limpieza periódica de todos los elementos que lo integran. A pesar de ser parte integral de los programas de mantenimiento y prevención, si la limpieza es ejecutada en forma eficaz ni siquiera es percibida por los usuarios de las instalaciones.Una óptima y adecuada limpieza del data centre evitará la acumulación de polvo y partículas que puedan dañar tanto los equipos TIC como los filtros de aire de la infraestructura que da servicio a estos equipos. La acumulación de polvo puede provocar el sobrecalentamiento de los equipos, que estos se deterioren debido a partículas de hierro o zinc o generen energía estática e incluso incendios.
El objetivo en los centros de datos especializados es contar con procedimientos y protocolos probados de limpieza con el objetivo de evitar fallos en el rendimiento de equipos y maquinaria, minimizando el riesgo de afectación por contaminantes vivos, gases o vapores y descargas electrostáticas. Asimismo, las exigencias de las certificaciones medioambientales como por ejemplo LEED hacen un especial hincapié en la calidad del aire.
“Una obstrucción en uno de los dispositivos de refrigeración puede suponer un importante perjuicio para el centro de datos, tanto para los equipos alojados que no reciben la cantidad de aire frío necesaria, como para el propio sistema de refrigeración. Por ello, es básico que todos los elementos de las instalaciones estén limpios para que no se produzcan daños”, explica Javier Montemayor, Director de Operaciones de Interxion España.
Para asegurar una correcta limpieza se ha de definir un plan donde se determinan las tareas a realizar, las herramientas y medios a utilizar y fija las frecuencias diarias, semanales o mensuales. Los trabajos se planifican en horarios determinados y siempre sin alterar el funcionamiento normal del CPD y el tránsito de sus usuarios.
Además, forma parte del plan de limpieza la disponibilidad en el centro de datos de un área exclusiva fuera de las zonas técnicas donde poder desembalar los equipos antes de instalarlos y una política estricta que evite el acceso de material de embalaje a las zonas limpias. De esta forma, se evita la propagación de contaminantes en salas técnicas, ya que el traslado a sala se hará sin embalaje. Por último, y no menor relevante, se integra en el plan el tratamiento de los residuos. Tras analizar el tipo de residuo generado en el centro de datos, se determinará su gestión (segregación en contenedores, reciclaje o reutilización, y en caso de residuos contaminantes su retirada por un gestor autorizado).