El volumen de información es tan grande que resulta imposible filtrarla. Aquí es donde entra en juego la IA, que puede manejar estos enormes volúmenes de datos y proporcionar un análisis más preciso, evitando así que las decisiones humanas se basen en errores.
En relación a ello, Zebra Technologies Corporation marcará el inicio de una nueva era en soluciones de análisis de datos e inteligencia artificial en el ámbito empresarial, especialmente en el Edge de las redes.
«Nuestros investigadores son pioneros en formas de incorporar la IA en nuestros sistemas de hardware y software para beneficiar a los trabajadores en todas las industrias, desde el almacenamiento y la fabricación hasta el comercio minorista y la atención médica», dijo Stuart Hubbard, Director Senior de IA y Desarrollo Avanzado de Zebra Technologies.
La IA en el Edge
Durante la pandemia, se ha aprendido que no podemos basar nuestras acciones en suposiciones. Es crucial contar con la ayuda de la IA para analizar y contextualizar los escenarios, proporcionando información sobre quién, por qué, qué, dónde y cuándo ocurren eventos importantes, destacando patrones que podríamos pasar por alto.
El análisis de datos y las aplicaciones multimodales de IA están reinventando la forma de trabajar, ya que los datos recopilados por dispositivos IIoT se analizan más cerca de donde se generan
Los equipos de investigación en inteligencia artificial trabajan en diversos proyectos, incluyendo detección/reconocimiento de objetos, análisis de lineales en retail, robótica, análisis de estantes y almacenes, gemelos digitales de espacios físicos y asistentes de voz.
En el comercio minorista y la hostelería, las decisiones no deben basarse únicamente en la afluencia de clientes o comportamientos pasados. La IA ayuda a considerar factores como el tiempo, el tráfico, eventos locales y macroeconómicos para tomar decisiones informadas sobre el abastecimiento de inventario y las necesidades de mano de obra.
Un operario de fábrica no puede estar seguro de haber inspeccionado a fondo un pequeño tornillo o la boquilla de un inyector diésel si el ojo humano no es capaz de detectar la más mínima variación en la separación de las roscas. Y una cámara por sí sola, tampoco. Se necesita un análisis de la imagen por parte de la IA antes de tomar una decisión sobre si se debe enviar o retirar del inventario.
Las empresas de hoy pueden aprovechar los datos analíticos y la IA para dar forma al trabajo del mañana, en el que los trabajadores verán más, harán más, tomarán mejores decisiones y actuarán con mayor rapidez.