Ya se venía hablando desde hace algún tiempo que la Comisión Europea trabajaba en la implementación de algunos nuevos impuestos encaminados a recaudar de las grandes multinacionales y gigantes tecnológicos de Estados Unidos, como una fuente de ingresos extra ante la situación de crisis que vivimos por la pandemia del Covid-19.
Empresas como Amazon, Google y Facebook, se verían afectadas por estos nuevos impuestos que serían de carácter obligatorio en toda Europa, y con los que la Comisión, como decimos, pretende sumar un poquito más a ese fondo común, según informan fuentes de CNBC, que ahora mismo resultan de vital urgencia e importancia para el viejo continente.
Financiar la recuperación extiende una factura de muchos ceros, muy cara y en algunos casos casi impagable, por lo que la búsqueda de recursos económicos mediante impuestos sobre servicios y bienes digitales, supone una fuente posible que Europa está dispuesta a explorar desde Bruselas, buscando una nueva base fiscal en el comercio electrónico y servicios online.
Empresas como Amazon, Google y Facebook, se verían afectadas por estos nuevos impuestos
Un arancel al carbón, junto a estos nuevos impuestos extras o adicionales a las grandes multinacionales de la tecnología, son la apuesta firme de la Comisión Europea, por recaudar para proseguir con una recuperación económica, que a buen seguro, costará no sólo mucho dinero, también muchos sacrificios y cambios en la forma en la que hacemos las cosas.
Los expertos señalan que hay base de sobra para solicitar estos impuestos mayores a las grandes empresas tecnológicas, ya que antes y durante la pandemia han generado muchos ingresos, además de que se han apreciado en los últimos tiempos, muchos cambios en la fiscalidad digital en todo el mundo, y en especial en Europa; algo a lo que los dirigentes no pueden ni deben dejar de dar respuesta.
Además según ha informado recientemente Bloomberg, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha retrasado del mes de Julio hasta el mes de Octubre, planteada en un inicio, para lograr alcanzar un plan fiscal solvente y sólido, apostando ahora por un nuevo sistema o plan por etapas a llevar a cabo durante todo el 2021.
Hay que señalar que las empresas digitales suelen pagar en Europa un promedio del tipo impositivo efectivo de 9,5%, frente al 23,2% que aportan las llamadas empresas tradicionales. La Comisión Europea insistirá en seguir negociando si no consiguen un acuerdo claro con la OCDE este 2020. Mientras que por su parte las empresas tecnológicas, responden afirmando que pagan los impuestos a los que están obligados por ley, ni más ni menos.
Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la UE, ha señalado la necesidad de cerrar un «impuesto europeo justo»que llegue como muy tarde a finales de este 2020, aunando esfuerzos mundiales por encaminar una reforma sobre la tributación digital, en un escenario donde algunos critican que ciertas empresas con sede en Silicon Valley han ganado una fortuna en Europa, mediante complejas estructuras fiscales que les permitían tributar sus ganancias en Estados miembros con pequeñas recaudaciones de impuestos. El debate sigue abierto y a buen seguro, dará mucho de lo que hablar en fechas venideras.