A pesar de que las empresas energéticas y de servicios públicos llevan varios años implementando soluciones de inteligencia artificial (IA), un 67% de las mismas planea aumentar de forma importante su inversión en IA en los próximos dos años tal y como se desprende del informe, «IA: radiografía de una revolución en marcha» elaborado por Minsait (Indra), que examina la adopción de IA en empresas privadas e instituciones públicas de 15 sectores diferentes.
El estudio revela que el sector energético ha alcanzado un alto grado de madurez en la implementación de la IA. En los últimos años, las empresas energéticas han integrado la IA en diversas áreas de negocio y esta tendencia sigue creciendo a lo largo de la cadena de valor, con un enfoque en el análisis coste-beneficio y la responsabilidad social. Actualmente, la mayoría de estas empresas cuentan con planes integrados y están trabajando para aplicar la IA a gran escala en los próximos dos años.
Juan Pérez de Cossio, director global del Mercado de Energía y Utilities de Minsait, explica que “la IA supondrá una disrupción en todos los ámbitos y el sector energético no será una excepción. Veremos soluciones cada vez más innovadoras y sorprendentes para los desafíos energéticos que tenemos por delante”. Así, la IA emerge como una herramienta clave para enfrentar estos retos y aprovechar las nuevas oportunidades.
Las energéticas con la IA
Este uso extensivo se manifiesta en múltiples aplicaciones, como la optimización de la planificación y construcción de redes de distribución, la ubicación eficiente de activos críticos o plantas, la anticipación de fallos y conexiones anómalas, y la mejora de los procesos de toma de decisiones. Además, el 44% de las empresas del sector están enfocando sus esfuerzos en áreas de ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza), incluyendo el análisis y pronóstico del impacto medioambiental.
El 39% de las empresas energéticas y utilities ya dedica recursos suficientes a la integración de la inteligencia artificial
Otro aspecto destacado es el uso de IA para identificar, explorar, extraer y transportar recursos energéticos (30%), especialmente en la optimización de rutas y el mantenimiento predictivo de infraestructuras. En el área de distribución, el 22% de las empresas emplean la IA para detectar fugas y fraudes en la red.
Además, el 71% de las empresas señala que la principal motivación para adoptar la IA o intensificar su uso es mejorar la eficiencia y optimizar procesos internos. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de datos que estas empresas pueden recopilar, especialmente en tiempo real, todavía necesitan mejorar su capacidad de análisis para extraer el máximo valor de estos datos.
El informe también destaca el impacto de la IA en las empresas energéticas mediante el uso masivo de agentes generativos de atención al cliente, la personalización de tarifas y servicios basados en el análisis de patrones de consumo, la optimización del uso de energía a través de sistemas inteligentes de gestión del hogar, y la promoción del uso eficiente y sostenible de energía mediante recomendaciones personalizadas y análisis predictivos.
