Las redes sociales pueden sufrir un cambio drástico con Web3. Las redes sociales ha sido una de nuestras principales herramientas de comunicación e interacción social a día de hoy, han supuesto el impulso definitivo a lo que hoy conocemos como Web2, la internet que sustituyó inmediatamente a su anterior versión, mucho más primigenia y en una fase totalmente embrionaria. Las redes sociales han hecho posible que, en época de pandemia y con confinamientos estrictos, mantuviéramos un hilo de contacto constante tanto con familiares como con amigos. Asimismo, se han constituido como un apoyo fundamental para fomentar los modelos híbridos de trabajo, con el objetivo de mantener el compromiso y la interacción entre los profesionales de una misma compañía.
Sin embargo, esta oleada de cambio y progreso también ha provocado importantes debates en torno a la privacidad de los datos, y sucesivos escándalos como el que sentó a Mark Zuckerberg en el banquillo de los acusados en Estados Unidos. “Vivimos en una sociedad en la que la gente se siente cada vez más alejada de la verdad y la gente empieza a darse cuenta y a reconocer que lo que hace para vivir su día a día requiere confianza en individuos desconocidos. No podemos elegir en qué banco confiamos para mantener nuestro patrimonio a salvo, no podemos elegir en qué gobierno confiamos para que nos mantengan a salvo y nos proporcione los servicios básicos que necesitamos. Y, por supuesto, no podemos elegir en quién confiamos para compartir nuestras fotos con nuestros amigos o cómo nos comunicamos con ellos. Es una situación problemática y la gente está empezando a darse cuenta”, declara Gavin Wood, fundador de Polkadot, en una ponencia en la reciente edición de Davos, el foro económico mundial más importante del mundo.
Las redes sociales se han topado con una pared que les impide seguir avanzando y evolucionando. Sin embargo, la tecnología blockchain y la Web3 permitirán la transformación completa de lo que hoy entendemos como plataformas sociales, aunque la interfaz del usuario siga siendo bastante similar.
Una alianza que pretende poner fin a las ‘fábricas de datos’ y democratizar las redes
Polkadot y Project Liberty han anunciado recientemente una alianza con el objetivo de desarrollar una primera implementación del Protocolo de Redes Sociales Descentralizadas (DSNP). El DSNP se desarrolló para funcionar como un servicio público y proporcionar una infraestructura más equitativa e inclusiva para la próxima generación de la web. Se trata de un protocolo de código abierto que establece una gráfica social compartida que ya no depende de una aplicación específica o de una plataforma centralizada, y que está controlada y gobernada por sus usuarios. DSNP es una parte central de Project Liberty, que busca acelerar la transición mundial hacia una economía de datos abierta e inclusiva, que transfiera el poder de las plataformas a las personas.
La tecnología blockchain y la Web3 permitirán la transformación completa de lo que hoy entendemos como plataformas sociales
Estas ‘redes sociales del futuro’ puede que tengan grandes similitudes en lo que respecta a la interfaz de usuario con las que ahora tenemos disponibles, sin embargo el gran cambio se va a producir en torno a la propiedad de los datos e información que se genere en este mundo digital. Estas redes sociales no serán propiedad de grandes multinacionales, y, por tanto, tampoco los datos que se generen en la Web3. Serán los usuarios los propietarios de pleno derecho de esos datos. Cualquier mensaje enviado, imagen, vídeo, presentación, informe, contará con la seguridad y el encriptado adecuado que proporciona la tecnología blockchain.
Esta nueva fase tanto para el Internet que conocemos como para las redes sociales no supondrá romper definitivamente con la Web2, sino construir una nueva capa que perfeccione y pula los defectos que se han generado en esta durante los últimos años.
“En esta nueva fase, queremos mantener las ventajas de la Web2, como la rapidez para comprar algo, para hablar con alguien, para buscar cosas. Hay grandes cosas en la Web2, así que tenemos que aprovecharla en la Web3, un nuevo modelo donde las aplicaciones se pulen y todos los buenos atributos de la Web2 se mantienen, pero de una manera mucho más saludable y beneficiosa para la sociedad. Creo que la gente compartirá más información cuando se dé cuenta de que controla sus datos y controla su información. Por ejemplo, a la hora de compartir información de forma anónima con el fin de curar enfermedades. Es por ello que Gavin y yo seguimos trabajando en este proyecto y apostamos por la idea de ‘menos confianza y más verdad”, concluye Frank McCourt, fundador de Project Liberty.