El sector TIC es uno de los principales motores de la economía y la previsión es que su importancia sea todavía mayor cuando acabe la crisis provocada por Covid-19. A pesar de ello, tanto CIOs como los departamentos de recursos humanos coinciden al destacar lo mismo: la escasez de profesionales cualificados para el sector.
Las empresas no encuentran profesionales titulados en informática, telecomunicaciones o electrónica. Cómo revela el último informe TIC Monitor, de media seis empresas compiten por cada recién titulado universitario. Pero, ¿dónde radica el problema? Nuestro sistema educativo no tiene en cuenta las necesidades de estas empresas y en muchos casos, no existe vocación para este tipo de itinerarios.
“Si bien la demanda de profesionales TIC es elevada y creciente en toda Europa, los datos para España no son positivos. El último informe DESI nos sitúa en un lugar medio dentro de la UE, pero una de las dimensiones con resultados más bajos es, precisamente, el de Capital Humano. Además, este bajo posicionamiento se debe fundamentalmente a dos indicadores clave: el porcentaje de especialistas TIC y el porcentaje de mujeres especialistas TIC”, explica Andrés Javier Prado Domínguez, director TIC, Universidad Castilla-La Mancha.
Causas del déficit de profesionales TIC
La educación superior ha sufrido una serie de cambios en los últimos años, determinada por varias tendencias a nivel macro. Por ello, algunos datos a tener en cuenta son:
• Datos demográficos de los estudiantes: muchos de los estudiantes actuales son mayores, con ingresos más bajos y que tienen más responsabilidades de adultos.
• Necesidades de la fuerza laboral: de acuerdo con ManpowerGroup, el 46% de los empleadores informan de que no pueden encontrar trabajadores cualificados para ocupar puestos de trabajo abiertos.
• Presión sobre las instituciones: el costo de la matrícula universitaria ha aumentado en un 538% desde 1985, en comparación con un aumento de solo el 121% en el índice de precios al consumidor durante este período.
Como indica Pilar Bernat, profesora de Nuevas Tecnologías, en la Universidad Antonio de Nebrija, uno de los aspectos clave ante este deficit radica en que, “más del 60% de los padres de alumnos universitarios no tienen formación tecnológica. Por tanto, en la mayoría de los casos, no se han preocupado por que sus hijos reciban una educación de este tipo ya que la desconocen. Un buen ejemplo es, un padre cuyo hijo decide estudiar matemáticas, no le va a recomendar especializarse en analítica de datos, ya que desconoce que el Big Data va a ser una revolución”.
Otro dato a tener en cuenta es la falta de vocación o la poca importancia que se le da a la formación de los estudiantes de secundaria o bachillerato en estas ramas. Y es que, como explica Prado, los itinerarios formativos merecen una reflexión pero no sólo en esas etapas, sino incluso en etapas anteriores, donde se inicia el desarrollo de competencias que acercan la tecnología y puedan favorecer la aparición de estas vocaciones.
Esta revisión, según nos continúa explicando, no sólo debería afectar a los propios contenidos y complementos formativos impartidos, sino también habría de tenerse en cuenta la formación continua de los propios educadores, actores principales en el desarrollo de vocaciones, y del desarrollo de competencias digitales en la sociedad en general.
“La mayoría de profesores son Boomers que han tenido que adaptarse poco a poco a las TIC. Por ello, es primordial que no solo se enseñe algo básico como encender un ordenador o usar el excel. Todo el cuerpo de profesores tiene que crear un plan. Y es que, la sociedad no tiene que utilizar la tecnología porque la sociedad ya se desarrolla dentro de ella. Por tanto, los planes de estudios tienen que ir en esa dirección. Desde que se empiezan las clases hasta que se terminan tiene que haber un desarrollo paralelo en cuanto a las TIC y a la formación general”, añade Bernat.
Las TIC: una actividad esencial en tiempos de COVID-19
La actual crisis sanitaria que estamos viviendo en todo el mundo ha cambiado por completo la forma de vida de las sociedades: desde la manera en la que nos comunicamos y desarrollamos nuestro día a día, hasta la forma de mantenernos conectados a la hora de trabajar en remoto.
Todo ello hará que nos replanteemos el funcionamiento de la sociedad. En este punto, las TIC son esenciales para afrontar la pandemia, por ello se espera que ayude a potenciar las carreras del sector ya que la conectividad puede ser una herramienta fundamental no sólo en la prevención y mitigación, sino también en la fase de salida de la crisis gracias al aprovechamiento de la infraestructura crítica asociada a sectores estratégicos.
«La situación actual, está poniendo en valor la actividad de todo el sector TIC. La capacidad que ha tenido la sociedad para adquirir competencias digitales a un ritmo acelerado no se pensaba que fuera posible hace unos meses, al igual que el de las universidades. Esta “capacitación digital” forzada que está sufriendo la sociedad mejorará la percepción de la utilidad de las plataformas y servicios digitales, pero será necesario un esfuerzo mucho mayor que el actual para impulsar vocaciones”, comenta Andrés Javier Prado.
Qué buscan los CIOs de las empresas
La crisis del coronavirus ha hecho que los CIOs de las empresas se replanteen muchas cosas. Entre ellas no sólo las expectativas que tienen hacia los profesionales del sector, sino que también comienzan a buscar características nuevas, a las que antes no les daban importancia.
«Se asume que los estudiantes de titulaciones TIC tienen una base más que adecuada para el desempeño profesional y, sobre todo, una capacidad de aprendizaje sobre el entorno laboral y sobre tecnologías concretas.Por ello, el alto dinamismo del sector comienzo a constatar que las empresas buscan candidatos con cierto arraigo, de cualquier índole, que facilite una vinculación de medio plazo entre el candidato y la empresa», concluye Prado.
Entre las competencias esenciales que buscan los CIOs encontramos;
• Liderazgo
• Pensamiento estratégico
• Análisis de negocio
• Pensamiento holístico (ver todas las perspectivas de un problema, no sólo la perspectiva técnica)
• Gestión del cambio (actuar sobre la organización, los procesos de trabajo y la cultura para que la implantación de las tecnologías de la información sea efectiva)
• Capacidad para innovar
Mientras que si nos centramos en las capacidades específicas, estas son;
• Inteligencia Analítica (Inteligencia de Negocio, Big Data y Ciencia de los Datos)
• Ciberseguridad
• Arquitectura de datos y de soluciones, análisis de negocio o programación
En definitiva, la formación, los recursos y la especialización necesaria son algunas de las carencias de los profesionales digitales que demanda el mercado. La irrupción de las nuevas tecnologías ha generado nuevas necesidades en las organizaciones que, por ahora, no cubre la oferta de expertos disponibles dada la baja inscripción en carretas TIC.