En la actualidad, la ciberseguridad es un elemento esencial para las empresas. Con la información empresarial siendo un activo crucial, la protección de datos se convierte en una prioridad para garantizar la continuidad operativa y preservar la confianza de clientes y socios.
Ciberseguridad, claves en la estrategia
Sobre esto, la importancia de los datos para las organizaciones es más evidente que nunca, y las aplicaciones web han alcanzado un nivel crítico en su funcionamiento. Dell Technologies destaca tres componentes esenciales para lograr una estrategia de seguridad eficaz:
- Reducción de la superficie de ataque: La superficie de ataque representa las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada que los actores malintencionados pueden aprovechar. Para reforzar la seguridad, las organizaciones deben minimizar esta superficie en todas sus ubicaciones, incluyendo el edge, el core y la nube. Esto implica la implementación de medidas preventivas como el modelo Zero Trust, que se basa en la verificación de todo intento de conexión antes de otorgar acceso, mediante soluciones como la microsegmentación, la gestión de identidades y accesos (IAM), la autenticación multifactor (MFA) y el análisis de seguridad. Además, se destaca la importancia del aislamiento de datos, que consiste en segregar la información en entornos separados para minimizar el riesgo de acceso no autorizado. Los controles de acceso estrictos, que regulan quién puede interactuar con los recursos informáticos, son fundamentales como primera línea de defensa. Asimismo, la aplicación oportuna de parches a sistemas y aplicaciones es crucial para corregir vulnerabilidades conocidas y evitar posibles ataques. La educación y concienciación de los usuarios, junto con evaluaciones exhaustivas de vulnerabilidad y pruebas de penetración, contribuyen a minimizar los riesgos. La integración de tecnologías avanzadas de detección de amenazas, como algoritmos de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML), es esencial para una respuesta proactiva y oportuna a las amenazas en constante evolución, permitiendo a las organizaciones mitigar las posibles vías de ciberataques.
Dell Technologies detalla las tres áreas clave de una estrategia de seguridad exitosa
- Detección y respuesta a las amenazas cibernéticas: Para mantener una postura de seguridad robusta, resulta esencial identificar y responder de manera efectiva a las amenazas. Las organizaciones deben emplear tecnologías y enfoques avanzados de detección de amenazas para reconocer tanto las amenazas conocidas como las desconocidas. Esto implica la implementación de sistemas de detección y prevención de intrusiones (IDS), los cuales ofrecen supervisión en tiempo real y alertas ante actividades sospechosas que puedan indicar una brecha de seguridad o acceso no autorizado. Al identificar estas anomalías de manera temprana, los IDS permiten a las organizaciones tomar medidas inmediatas, minimizando los posibles daños y fortaleciendo su posición de seguridad general. Además, la detección de anomalías, que consiste en identificar patrones inusuales que se desvíen de las normas establecidas, se presenta como una herramienta crucial para anticipar posibles actividades maliciosas. La aplicación de algoritmos de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML) acelera significativamente la detección de amenazas. Complementando estas medidas, la monitorización en tiempo real del tráfico de red brinda visibilidad inmediata sobre la actividad de la red, permitiendo la identificación rápida de comportamientos inusuales o maliciosos. Esta capacidad de respuesta ágil reduce el riesgo de violaciones de datos y vulnerabilidades del sistema.
- Recuperarse tras un ciberataque: Las organizaciones deben poseer capacidades que les brinden resiliencia y someterlas a pruebas periódicas para asegurar su capacidad de recuperación ante ciberataques. Un proceso de recuperación efectivo exige la existencia de un plan de respuesta a incidentes bien definido. En este sentido, las organizaciones deben implementar un Programa de Respuesta y Recuperación de Incidentes (IRR), el cual establece protocolos detallados para responder a incidentes, describiendo funciones, responsabilidades y actividades en caso de un ataque. Un IRR bien preparado facilita la comunicación y coordinación entre equipos internos, servicios profesionales y socios, además de contribuir al cumplimiento de los acuerdos de nivel de servicio (SLA) del tiempo de actividad del negocio. Adicionalmente, la protección de datos se vuelve crucial en este contexto. Realizar copias de seguridad periódicas de datos y sistemas críticos, junto con la implementación de soluciones de almacenamiento externo inmutable, aislado y/o seguro, así como el cifrado de datos, aseguran una recuperación rápida y eficiente de la información en caso de incidentes. Estas medidas son fundamentales para mantener la integridad y disponibilidad de los datos esenciales para la operación de la organización.