La situación de la multinacional alemana Siemens en nuestro país parece no tener fin. Mientras su consejera delegada, Rosa García, asiste a conferencias para hablar de positivismo y de los buenos resultados de las empresas españolas, en su compañía anuncian un ERE que afectará al 4% de la plantilla. Es decir, unas 135 personas dejarán de ser trabajadores de la firma en los próximos meses. Esta nueva remesa de despidos se sumaría así a los trabajadores a los que se les ha mostrado la puerta de salida desde el pasado año.
La situación de la compañía es crítica y no parece que este ERE pueda mejorar sus resultados, toda vez que lo que se le achaca a García, desde fuentes de la plantilla, es su incapacidad para encontrar nuevos contratos en el sector privado. La clara exposición de Siemens al sector público y la nula inversión que están realizando las AA.PP. en estos momentos hacen que la compañía se vea en serios problemas, que García no parece poder resolver. A la empresa le hace falta al menos un contrato de enjundia para, al menos, poder paliar una imagen cada vez negativa. Y claro está, ese contrato no va a venir desde la Administración.
Con todo ello, la compañía no sólo ha presentado el ERE, sino que además ha anunciado que cerrará el negocio solar o la venta del de soluciones para la gestión de equipajes en aeropuertos y tecnología postal. No se descarta tampoco que otras divisiones también cierren. De hecho, y dadas las finanzas del grupo, antes de ayer, tuvo que vender a Nokia, por unos 1.700 millones, su participación en la joint venture Nokia Siemens Networks.
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