Es un hecho comprobado y creciente que la incorporación de smartphones y tablets a nuestro día a día compromete la seguridad tanto de nuestros propios datos como de las empresas en las que trabajamos. El uso generalizado de redes sociales, y tendencias imparables como la necesidad de conectividad 24 horas al día durante los siete días de la semana (24×7), o el concepto BYOD (Bring Your Own Device), se han convertido en el nuevo Talón de Aquiles para usuarios y empresas, que los ciberdelincuentes aprovechan para sus ataques. Como muestra de ello, a lo largo de los tres primeros meses de este año, hemos sido testigos de sonados hackeos de cuentas de Twitter de grandes empresas como Burger King o BBC. E incluso algunas de las principales compañías tecnológicas del mundo, como Apple, Facebook, Microsoft y Twitter, han sido blanco de agresiones similares, comprometiendo, en ocasiones, información sensible.
