Las organizaciones se enfrentan a un reto de enormes proporciones. El correo electrónico es la herramienta de comunicación empresarial más importante y, a su vez, el principal vector de intrusión en la seguridad.
El uso general y personal del email lo convierte en una vía perfecta para distribuir contenido con malware en los sistemas corporativos, robar datos, extorsionar y pedir rescates económicos.
Con la creciente adopción de servicios de correo en la nube como Microsoft 365, y la creciente adopción del teletrabajo, los ataques pueden llevarse a cabo desde cualquier lugar.
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Aunque existen muchos tipos de ataques enfocados al email profesional, hay tres categorías que destacan sobre las demás:
1. Ransomware
2. Business Email Compromise (BEC)
3. Phishing
