La cantidad de datos que se genera en la era de la conectividad, tanto a nivel personal como empresarial, está creciendo a un ritmo vertiginoso. Baste coger como ejemplo las últimas cifras del Consorcio de Tecnología de Almacenamiento Avanzada (ASTC), que calcula que para 2025 el volumen almacenamiento alcanzará los 163 Zettabytes. Es decir, 163 billones de gigabytes, una capacidad inimaginable hace apenas unos años.
En su camino hacia la Transformación Digital, las organizaciones necesitarán almacenar y procesar gran parte de esa información. Para ello, la Nube Híbrida y los entornos MultiCloud se están conformando como las dos opciones óptimas de cara a la gestión de los datos sensibles y de negocio. Sin embargo, Cloud Híbrido y MultiCloud son dos conceptos estrechamente ligados y con claras diferencias.
El presente es Híbrido
Frente a la Nube Privada y Pública, la opción de Cloud Híbrida es, sin duda, la más eficiente y la primera opción para la gran mayoría de empresas y organizaciones que optan por las soluciones en la Nube para gestionar su infraestructura IT y quieren contar con diferentes niveles de aislamiento sin renunciar a las ventajas del Cloud: eficiencia, pago por uso, facilidad de gestión…
La Nube Híbrida y los entornos MultiCloud se están conformando como las dos opciones óptimas de cara a la gestión de los datos sensibles y de negocio
En cuanto a los sectores, son las organizaciones tecnológicas, o las que mayor uso hacen de la tecnología, las que apuestan por la opción de Cloud Híbrido. Por otra parte, este modelo también es recomendable para aquellas organizaciones cuyas necesidades evolucionan. El Cloud Hibrido resulta muy sencillo de poner en marcha (apenas unos clics en algunos proveedores como Arsys) y proporciona beneficios operativos gracias al alto rendimiento de la infraestructura dedicada, a su seguridad y a la flexibilidad y facilidad de gestión del Cloud.
Sin embargo, en los entornos MultiCloud, las organizaciones resuelven necesidades específicas de carga de trabajo distribuidas geográficamente o con diferentes niveles de servicio y, para ello, combinan servicios en la Nube de diferentes proveedores y comparten recursos Cloud de múltiples tipos que se gestionan de forma única.
A la hora de optar por un modelo u otro, es necesario tener en cuenta las ventajas que ofrecen las distintas opciones de almacenamiento:
– Seguridad y gestión. El sistema MultiCloud requiere mucho más detalle en cuanto a seguridad y gestión. La complejidad es mucho más grande que en el caso de Nube Híbrida, y su naturaleza es distribuida. Es decir, implica tratar con diferentes proveedores, algo que no siempre es fácil
– Adaptación. Un modelo MultiCloud puede generar dificultades de adaptación, si tenemos en cuenta el número de piezas que se mueven, gestionan y combinan entre sí. MultiCloud solo puede añadir valor a una organización si se eligen los proveedores adecuados para cumplir con los requerimientos de la empresa.
El modelo Híbrido es, hoy en día, la mejor opción para las empresas que han decidido emprender su Transformación Digital. Para ellas, Internet, la conectividad, la ubicuidad de las soluciones en movilidad y otras muchas necesidades son claves para su negocio. Se trata de un modelo que cualquier organización o empresa puede poner en marcha. Entre las principales ventajas destaca el alto rendimiento, la seguridad de la infraestructura dedicada, la flexibilidad, facilidad de gestión y seguridad del Cloud.
Además, la aplicación del nuevo reglamento de protección de datos (RGPD) plantea nuevos desafíos para las organizaciones, ahora necesitan separar completamente las partes sensibles, como los datos personales de sus clientes, de otras funcionalidades. En este contexto, contar con una estructura de Cloud Híbrido puede ser la opción más conveniente porque permite combinar la seguridad de un entorno privado para almacenar esos datos críticos, con la flexibilidad de un Cloud Público que le permita enfrentarse a los picos de alta demanda o excesivas cargas de trabajo.