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2007111301. Cómo sacar el máximo partido a los procesos de Calidad del Software

Por una parte, hay datos positivos con nos llevan a pensar en una mejora de la madurez TI: iniciativas, tanto públicas como privadas, así lo demuestran. En el sector Privado la carrera hacia las Certificaciones en modelos de mejora de procesos (CMMI e ITIL) y la consolidación de las actividades de Aseguramiento de la Calidad son un hecho.
Desde el plano Público, y a modo de ejemplo, el Plan Avanza para el desarrollo de los Sociedad de Información, impulsa vía ayudas y subvenciones, la implantación de modelos de mejora de procesos en organizaciones, incluso PYMES.

Esta apuesta por la mejora de procesos tiene connotaciones muy positivas, porque está demostrado que lleva a la mejora en la Calidad de los Productos, léase Aplicaciones y Sistemas de Información; que es uno de los objetivos perseguibles, junto a la mejora de la productividad y el ahorro de costes, pero:
– Madurar una organización vía implantación de modelos de mejora de procesos, y como consecuencia, alcanzar los objetivos de calidad, productividad y costes, es un proceso costoso y largo (no de semanas o meses, sino de años).
– Los procesos no son la única vía de mejora: ¿quién implanta y aplica esos procesos? ¿Cómo los automatizo?
Por lo tanto, este aparente camino hacia la madurez choca con otros puntos menos positivos como la búsqueda de la inmediatez en la mejora y la bajada de los costes de contratación de los Servicios de TI en general y de los de Aseguramiento de Calidad de forma más particular y destacada (el primer punto de recorte suele ser desgraciadamente la Calidad). Otro elemento negativo, que afecta la Calidad del SW, es la falta de Recursos Humanos especializados, tendiendo a que estás tareas críticas de Aseguramiento se realicen por personal no preparado.

Se recogen a continuación algunos factores que impulsan la mejora de la Calidad del SW, más allá de la mejora de Procesos, de forma efectividad y eficiente, mejorando el rendimiento de los procesos, llegando a conseguir que la inversión en Calidad de SW sea siempre rentable.
En la Calidad del Software, al igual que en otras disciplinas, prevenir resulta ser la opción más efectiva y de menor coste. Es un hecho que el coste de la corrección de errores aumenta, en ciertos casos casi exponencialmente, a medida que se avanza en el ciclo de vida de desarrollo. Así, por poner un ejemplo sencillo: detectar y corregir un error en requisitos gracias a la actividad de revisión correspondiente es poco costoso: consistiría en modificar un documento y las posibles dependencias con otros. Corregir el mismo error cuando el sistema ya está en producción, supone realizar la petición de cambio correspondiente, modificar SW, documentar, probar, progresar SW entre entornos, etc.

La definición, implantación, medición y mejora continua de los procesos no es una labor sencilla y requiere su tiempo. Por eso, hay que desconfiar de propuestas de cambios en procesos en tiempos cortos. Afortunadamente existen modelos (ej: CMMI y SPICE) que permiten no partir de cero para dotar de procesos de ingeniería, soporte y gestión a las Organizaciones. En definitiva, es básico definir los procesos que lleven a la industrialización de la construcción SW dentro de la Organización.
Los modelos basados en procesos parten de la hipótesis de que un proceso bien definido lleva a un producto de calidad, que al fin y al cabo es el objetivo primordial (junto a que hay que realizarlo dentro de unos costes razonables). Esa hipótesis es cierta, siempre y cuando dentro de los procesos se definan a su vez mecanismos de revisión (Verificación) de los distintos productos (entregables del proyecto).
Formalizar el proceso de revisión de los distintos entregables (productos), tanto documentación como código, permite garantizar que se ha generado lo que se requiere y que además no existen ambigüedades e inconsistencias, que introducen el riesgo de errores por asunciones no correctas.

Afortunadamente, existen soluciones para automatizar gran parte de las actividades y tareas que integran los distintos procesos relacionados con el desarrollo, con una relación de costes razonable. Estas soluciones sin lugar a dudas mejoran la eficiencia y efectividad de las Organización, pero hay que considerar ciertos aspectos para no fracasar en su implantación:
– La selección de herramientas hay que considerarlo como un proyecto en sí y darle la importancia que tiene: establecer los criterios de selección, evaluar, hacer pilotos con las soluciones que mejor se adaptan a mis necesidades, etc.
– Nunca adaptar los procesos a la herramienta seleccionada, sino al revés. Primero se definen los procesos y luego se seleccionan las herramientas que lo soportan
– Cuidar la integración entre distintas soluciones: por ejemplo, una herramienta de gestión de configuración es importante que esté integrada con una de gestión de requisitos.

Por otro lado, el colectivo de recursos humanos que se dedican a actividades relacionadas con la Ingeniería y Calidad SW ha crecido en los últimos años acorde a la oferta que se ha generado. Encontrar una carrera profesional coherente y completa para estos profesionales es casi inexistente. Certificaciones de gran prestigio en otras latitudes como la CSQE (Ingeniero SW) o ISTQB (Tester) en España son casi testimoniales. Capacitar a los recursos y dotarlos de los conocimientos necesarios, apoyándose en Certificaciones ya contrastadas, permiten además de mejoras en el desempeño de las distintas actividades, aumentar la motivación y fidelización de los RRHH especializados.
Otro factor muy importante al asegurar la Calidad, como velador de que se están aplicando los procesos establecidos y los productos generados se ajustan a los requisitos, además de la especialización, es la máxima independencia.
Esto se puede conseguir tanto creando grupos internos con independencia organizativa de otras áreas involucradas en la construcción de aplicaciones, especialmente de las áreas de desarrollo; como mediante subcontratación a empresas especializadas e independientes. Es decir, separar la parte correspondiente al Aseguramiento de la Calidad, adjudicándolo a organizaciones distintas a las implicadas en el desarrollo.

Por último, sin medición no se puede conocer el estado cuantitativo y por consiguiente tampoco se puede tener referencias para la mejora. Para medir hay que definir dos aspectos:
– Modelo de métricas, que estructura la información desde la capa de indicadores que aportan información (de los procesos, productos, financieros, etc.) hasta las métricas básicas que los componen.
– Plan de medida, que detalla las distintas fases por los que tiene que pasar cualquier indicador, que normalmente se puede ajustar al PDCA de Deming: Plan, Do, Check y Act.

En definitiva, la madurez de los procesos, es necesaria pero no suficiente para conseguir, con costes controlados y respetando el time to market, la Calidad de los Productos y Servicios que entrego a mis clientes y usuarios. Hacer que las inversiones en Aseguramiento de la Calidad sean siempre rentables implica tratar, además de los procesos, otros elementos relacionadas con el plano tecnológico, para mejorar la eficiencia y en el plano humano, para la mejora de la efectividad.

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