Esto está provocando un afán por encontrar métodos y técnicas que permitan desarrollar y mantener software de alta calidad, así como implantar y mantener infraestructuras con un alto grado de disponibilidad.
En los últimos años han aparecido dos líneas metodológicas que están consiguiendo un gran protagonismo por su carácter práctico y por los buenos resultados obtenidos: CMMI e ITIL. La primera se centra en los procesos asociados al desarrollo de software, mientras que la segunda enfatiza en el enfoque a servicios.
Principios Básicos de CMMI
El modelo CMMI (Capacity Madurity Model Integrated) es una fusión de modelos de mejora de procesos para ingeniería de sistemas, ingeniería del software, desarrollo de productos integrados y adquisición del software. Constituye una forma de medir el grado de madurez de las organizaciones, con el objetivo de establecer una guía que les permita mejorar sus procesos y su habilidad para organizar, desarrollar, adquirir y mantener productos y servicios informáticos.
La gran ventaja de CMMI es que ha demostrado ser una metodología de gran eficacia, que ha permitido mejoras de gran impacto en procesos de desarrollo de productos software, tales como reducción del coste de desarrollo, localización y resolución de defectos; mejora en la fiabilidad de la planificación, en términos de dedicación y de calendario; aumento de la productividad, reducción de los trabajos derivados de correcciones tras las fases de pruebas, aumento de la efectividad sobre la planificación realizada, mejora en la calidad de producto, reducción del número de defectos, y detección en las fases tempranas de su ciclo de vida y mejora de la Imagen de Marca, entre otras.
El gran problema de CMMI es su falta de adecuación al enfoque a servicio que está experimentando el sector de las TI en todas sus líneas de actividad, así como el alto esfuerzo de implantación que exige.
Principios Básicos ITIL
La metodología ITIL por su parte (Information Technology Infrastructure Library), se basa en recopilar una serie de “mejores prácticas” en diferentes sectores de actividad a nivel mundial, que se publican de forma práctica y sistemática, con el objetivo de lograr una gestión eficiente de la Infraestructura y los Servicios TI. Los procesos descritos en los libros ITIL están alineados con el estándar de calidad ISO 9000 y se encuentran vinculados con el Modelo de Excelencia de la EFQM (European Foundation for Quality Management), siendo utilizado por más de 1.000 empresas en todo el mundo.
ITIL se centra en ofrecer servicios de alta calidad, partiendo de un enfoque estratégico basado en el triángulo procesos-personas-tecnología. A partir de este modelo se ofrece un método probado para gestionar procesos, roles y actividades, así como sus interrelaciones. Puede utilizarse en organizaciones que ya tengan sus propios métodos y actividades de Gestión de Servicios, independientemente de su tamaño.
La principal ventaja de ITIL es que ha demostrado su eficacia con su enfoque a la gestión de servicios de TI. Esto significa:
-# Mayor alineamiento de TI con el negocio / enfoque a cliente.
-# Resolución de incidencias y problemas más rápida y eficiente.
-# Reducción del número de llamadas al Service Desk.
-# Aumento del ratio de resolución de incidencias en primera instancia.
-# Implantación de cambios más rápida / mejor control de cambios.
-# Reducción del número de cambios que necesiten ser revocados.
-# Efectiva Gestión de la Capacidad.
-# Mejor control de activos
El gran problema de ITIL es que no cubre adecuadamente las fases de desarrollo de software ni la gestión de proyectos asociada a esa fase de construcción de activos software.
CMMI vs. ITIL: dos enfoques complementarios
Analizando ambos modelos, podemos observar que CMMI se centra en garantizar la calidad en el desarrollo de software mientras que ITIL garantiza la explotación del producto software. Por ello, muchas empresas consideran que ambas metodologías no son excluyentes, sino complementarias, embarcándose en proyectos de análisis y definición de procesos que permitan encajar ambas filosofías de trabajo.
La clave del análisis consiste en abordar las semejanzas y diferencias entre las áreas de proceso definidas en CMMI y los procesos que recoge ITIL. Las líneas de actividad donde se producen los mayores solapes y que habría que analizar con más profundidad serían las siguientes:
-* Desarrollo y Gestión de Requisitos.
-* Ciclo de vida de las aplicaciones desarrolladas
-* Planificación, Monitorización y Control del Servicio/Producto.
-* Gestión de Proveedores
-* Métricas
-* Service Support.
En cualquier caso, lo que hay que perder nunca de vista es que ambas líneas metodológicas constituyen una línea de referencia o guía a seguir para mejorar los procesos de ingeniería del software, por lo que siempre subyace un esfuerzo o análisis previo para adaptar de la forma posible dicha metodología a la realidad de cada organización.